Representó el lunar de la gran fiesta de la selección argentina en el Monumental en ocasión del amistoso ante Panamá para celebrar el título en el Mundial de Qatar. A alrededor de 40 minutos antes del inicio del cotejo, grupos de fanáticos sin entradas o con tickets apócrifos por los que fueron rechazados en los molinetes intentaron ingresar por la fuerza al estadio. Otros, en la misma situación, merodeaban la zona, pero sin intervenir. La Policía (trabajaron alrededor de 3.000 agentes en el operativo) disuadió con estruendos, por lo que se registraron algunas corridas.
En un estadio con capacidad para 83.000 espectadores a reventar, cientos de aficionados se quedaron afuera y denunciaron haber sido estafados por empresas que ofrecieron traslado y entradas para el partido. Micros de Tandil, Río Negro y Neuquén, por citar los casos relevados por Infobae, se hallaban en la misma situación. Los integrantes de dichas delegaciones reaccionaron con decepción, pero no provocaron incidentes.
Personal de la División Contravenciones y Faltas en Eventos Masivos de la Policía de la Ciudad, mientras realizaba tareas de prevención, observó, en la intersección de avenida Libertador y Manuela Pedraza, un transporte de larga distancia con balizas y dos hombres al pie de la puerta que hacían ademanes con un fajo de entradas. Los oficiales les solicitaron que se identificaran y afirmaron ser socios de una empresa de turismo y transporte de la provincia de La Pampa. Uno de ellos declaró que había adquirido 52 entradas a un tercero. La Fiscalía Penal Contravencional Y de Faltas N°35 a cargo de la Dra. Celsa Ramírez ante la Secretaría del Dr. Galán ordenó que los implicados pasaran por los diversos dispositivos de prevención y seguridad, para verificación de entradas. También solicitó el secuestro de los celulares a fines de ser peritados. Se labraron actuaciones por infracción al Artículo 108 (Revender entradas) a las personas que efectuaron las reventas.
No obstante, otros grupos que apostaron a aprovecharse de una posible revuelta se quedaron a la expectativa e hicieron su intento antes del cotejo, pero fueron rechazados. Al cabo de algunos minutos de tensión, regresó la calma en las adyacencias de la cancha de River Plate.
De cara a este cotejo tan especial hubo modificaciones con respecto a otros partidos de la Selección en el Monumental. Por un lado se agregaron dos controles. Uno en el primer anillo de seguridad, donde hubo lectores de código QR para verificar que quien ingresara tuviera un ticket válido. Después, 200 metros antes de las puertas, se dispusieron los molinetes. Es decir, allí se hizo el verdadero filtro de los hinchas: el que no tenía ticket o era trucho, no llegaba hasta la puerta del estadio. Y por último, hubo un tercer control ya en el ingreso propiamente dicho. En todos hubo muchos efectivos policiales intentando que nadie se metiera sin su debida entrada aprovechando las aglomeraciones que pudieran producirse. Eso exactamente intentaron los citados fanáticos, pero no tuvieron éxito.
Hasta el momento, según pudo averiguar Infobae, se registraron dos detenidos.
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