En la previa del partido amistoso ante Panamá en el Estadio Monumental que sirvió para celebrar la tercera estrella conseguida en el Mundial Qatar 2022, fue Emiliano “Dibu” Martínez el que se robó la atención de las 83 mil personas que coparon la cancha de River Plate. El arquero que fue clave en las conquistas en la era a cargo de Lionel Scaloni fue uno de los primeros que salió al campo de juego junto a los otros dos guardametas, Franco Armani y Gerónimo Rulli.
Primero el Dibu se ubicó delante de sus dos compañeros con una pelota en mano. Hizo un ejercicio especial de elongación, algo que pocas veces se pudo ver. Se agachó y estiró sus piernas al mejor estilo de un ritual de yoga, una práctica que suele hacer a modo de preparación.
Una vez dentro de la cancha, el estadio explotó y desde las tribunas bajó el “olé, olé, olé, DIbu, Dibu”. Con su habitual carisma el arquero del Aston Villa se contagió de inmediato y empezó a besar el escudo y las tres estrellas. Saludó a la gente que lo siguió ovacionando y mientras comenzó a realizar los ejercicios pre competitivos hasta hizo su típico baile, un repertorio que fue furor en el último Mundial luego de alguna de sus atajadas en las definiciones por penales.
Luego Martínez miró hacia los cuatro sectores del recinto mundialista en 1978. Una vez en uno de los arcos, se lo notó emocionado. No era para menos, una celebración inolvidable por la conquista de la Copa del Mundo y el merecido reconocimiento de la gente hacia los jugadores.
Mientras Dibu y sus compañeros siguieron con el precalentamiento en la pantalla gigante empezaron a desfilar los jugadores y la voz del estadio fue nombrando uno por uno, otra vez el arquero fue de los más reconocidos por el público. Más tarde se emocionó en la formación de los equipos al escuchar el hit “Muchachooos” que los hinchas adoptaron durante el Mundial. En el himno no pudo contener las lágrimas.
Martínez debutó en la Selección en 2021, en la previa a la Copa América disputada en Brasil y reemplazó a Armani que se complicó por haber tenido COVID-19. Dibu respondió de inmediato y se ganó la titularidad. Le devolvió la confianza a Scaloni y sus tres penales atajados en la definición ante Colombia en la semifinal.
Luego se destacó en las Eliminatorias y ya en el Mundial volvió a convertirse en figura. Sus atajadas ante Australia en octavos de final, en las definiciones por penales frente a Países Bajos y en la final contra Francia, fueron la rúbrica de una labor notable. En el último partido también será recordada por siempre su reacción ante Kolo Muani, evitando el gol galo en tiempo de descuento.
Su carisma, personalidad, frescura y espontaneidad a la hora de declarar, lo convirtieron en uno de los más elegidos por los hinchas. Su actitud desafiante ante alguna situación complicada transmite confianza en sus compañeros y genera furor en la gente.
Luego de los shows musicales y otros actos que se robaron la atención del público, los campeones mundiales se dispusieron a disputar el encuentro ante Panamá que sirvió de excusa para la fiesta inolvidable.
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