La Scaloneta tendrá su merecida fiesta luego de la hazaña lograda en el Mundial de Qatar. Será una ceremonia que contará con el primero de los dos amistosos que programó la AFA para la fecha FIFA, lo que significará su primer contacto con el público en un estadio.
El duelo con Panamá en el Monumental (luego enfrentará a Curazao en Santiago del Estero) será la excusa para celebrar el título más codiciado del planeta junto a los hinchas. Se trata del primer partido en el país, después de la gesta en Medio Oriente frente a un rival al que ya superó por 5 a 0 en la Copa América Centenario que se desarrolló en Estados Unidos (2016) y 3 a 1 en el Brigadier General Estanislao López, de Colón de Santa Fe, en un duelo preparatorio para la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010, cuando Diego Maradona estaba al frente de la Albiceleste.
Más allá de lo que suceda en Núñez, vale la pena repasar cómo le fue a los campeones del mundo de 1986 y 1978 en su primer compromiso ante su gente luego de convertirse en héroes.
A diferencia de lo que ocurre en la actualidad, en aquellos tiempos los campeones tenían garantizada su participación en el Mundial siguiente para defender su corona. Por tal motivo, el equipo que dirigió Carlos Salvado Bilardo tardó más de un año en volver a presentarse ante su gente, porque no tenía la necesidad de jugar las Eliminatorias. Tras un amistoso sufrido en Zúrich, donde se perdió por 3 a 1 frente a Italia, los del Doctor afrontaron un compromiso contra Paraguay en el Monumental para preparar la Copa América de 1987 que organizó la Argentina y terminó con la consagración de Uruguay.
Lejos del éxtasis que provoca el combinado de Lionel Scaloni, con multitudinarias reuniones para observar al conjunto nacional y la desesperación colectiva que hasta el último momento sueña con obtener una localidad para poder observar de cerca a Messi y compañía, aquellos campeones de 1986 sólo fueron recibidos por 6.000 personas en Núñez cuando enfrentaron al combinado guaraní.
Con la ausencia de Maradona y un pobre espectáculo a cargo de unos acróbatas motorizados, la mayoría del público fue paraguayo. Y la derrota por la mínima diferencia por el gol en contra de Garré alimentó al decepción que se vivía por esos días. Tan solo había pasado un año y el elenco de Bilardo volvía a ser criticado por los medios de comunicación y sus hinchas a causa de los malos resultados. Tal es así que entre julio de 1986 (fecha en la que se le ganó la final a Alemania en el Azteca de México) y mayo de 1990 (instantes previos al comienzo del Mundial de Italia’90) Argentina sólo ganó 6 de sus 30 presentaciones oficiales.
Por su parte, con el ciclo de César Luis Menotti la situación fue diferente porque se trató de la primera estrella internacional. Y se ganó de local. Por lo tanto, cuando la Selección se midió frente a Bulgaria el 25 de abril de 1979 en el Monumental, los fanáticos festejaron con la victoria por 2 a 1 gracias a los goles de René Houseman y Daniel Passarella. Además, aquellos que le recriminaron al Flaco la ausencia de Diego Maradona durante el Mundial tuvieron la oportunidad de ver al Pibe de Oro desplegando su magia con la camiseta que más amaba.
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