Lionel Messi está viviendo un sueño como ídolo de Argentina. El rosarino regresó al país por segunda oportunidad desde que es campeón del mundo y una vez más despertó el cariño de miles de hinchas que se acercaron a un restaurante en Palermo para intentar saludar a la Pulga mientras salía a almorzar con su familia. La posibilidad de un regreso a Newell’s Old Boys sigue en el aire al no haber renovado aún con el París Saint-Germain (PSG) y se abre una discusión en si es buena idea o no volver a su ciudad natal.
Quien explayó su opinión al respecto fue Oscar Ruggeri y analizó lo que tendría que poner en la balanza el ex Barcelona antes de tomar una decisión. “De verdad, han pasado cosas en Rosario. ¿No? Cosas difíciles que están intentando de solucionar, no es sencillo. ¿Cómo traes a la familia? Les pregunto de verdad. Esta familia vivió toda su vida en Barcelona que no tenían que depender de nada, salen de la casa, llevan a los chicos a la escuela, vuelven”, señaló en el programa ESPN F90.
Del otro lado, Morena Beltrán enfrentó al Cabezón y explicó que el rosarino es uno de los pocos que tiene los recursos como para poder vivir tranquilo más allá de la efervescencia de los hinchas. Sin embargo, Ruggeri mantuvo su postura: “Esto que vivió Messi ayer lo va a vivir mientras viva. Te voy a decir algo. Donde vaya le va a pasar esto como lo que le pasó ayer. Ya es como Maradona. Estos son dos distintos, no los comparen con otros jugadores. Estos son dos genios fuera de discusión. Este chico va a vivir toda su vida de esta manera de ahora en más”.
Lionel va a despertar el fanatismo dónde sea que pise, pero en Argentina siempre será algo imposible de controlar. “Esté dónde esté. En Europa es distinto, es otra cultura. Ahora cada vez que venga acá, va a vivir esto: no va a poder ir a comer a ningún lado. No es algo que va a cambiar dentro de un año, dos años. Esto no cambia más, no lo pierde más”, concluyó Oscar.
Otra escena que se volvió viral en las últimas horas fue el saludo del futbolista en medio de la autopista. Un grupo de fanáticos se dieron cuenta que en el vehículo del siguiente carril estaba la Pulga y, al gritarle una frases, bajó la ventanilla para mover la mano con una sonrisa en el rostro.
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