La historia de Marito, el utilero de la Selección y uno de los personajes más queridos por Messi: sus anécdotas y la intimidad del plantel campeón del mundo

Argentina cuenta con el mismo utilero hace más de 25 años. Mario De Stéfano mantiene una estrecha relación con cada uno de los integrantes del plantel campeón en Qatar

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Messi y Marito en el regreso de la delegación a Argentina (Foto: @leomessi)
Messi y Marito en el regreso de la delegación a Argentina (Foto: @leomessi)

Dentro de la intimidad de la selección argentina, hay muchísimos personajes silenciosos que no tienen la misma relevancia que los protagonistas que pisan el campo de juego en cada partido, pero que su aporte se torna fundamental. El cuerpo de trabajo de la Albiceleste está lleno de personas que trabajan día a día para darle todas las comodidades necesarias a los futbolistas y esta relación invisible sale a la luz por distintas situaciones que sirven como conexión con el público. Así fue el caso de Mario Di Stéfano, utilero de la nación campeona del mundo.

Marito es uno de los más queridos por los jugadores y hasta llegó a compartir la habitación en la Universidad de Qatar con el Dibu Martínez. “Es extrovertido, pero no deja de ser un nene. Su naturalidad. En la pandemia me hizo dormir con él y me dijo que era porque empezamos a ganar y así quedamos. Terminamos ganando la Copa América”, reveló el guardameta. Durante el regreso a Argentina con la Copa del Mundo, posó con Lionel en el avión y recibió la respuesta de Maximiliano Rodríguez: “Yo te quiero mucho Leo, pero el número uno ahí es Marito”.

El pasado 24 de noviembre cumplió 25 años en los equipos nacionales, 9 años y medio en las juveniles y 16 en la mayor. En los últimos meses cobró notoriedad extra porque protagonizó una publicidad en el umbral de la Copa del Mundo y fue quien guió a La Pulga rumbo al vestuario con el trofeo en sus manos. Tiene cientos de historias y reveló la confianza que tienen los futbolistas con él.

Su relación con el ganador del premio The Best al mejor jugador lleva varios años y así explica la cercanía que mantienen hasta el día de hoy. “Fue el 16 de junio de 2004. Cuando llegó era un pibe re introvertido. No hablaba, se tocaba la nariz. Le decía que viniera a tomar mate. Cuando al jugador le pasa algo, al primer lugar al que va es a la utilería”, rememoró De Stéfano en charla con el programa Cómo te va por D Sports Radio.

En tanto que aseguró que su primera vez con Diego Maradona ocurrió en 1995 en Racing. “Mi tío, Juan Di Stéfano era el presidente de Racing y Diego era el DT. Después en 2001, cuando José Pekerman era el mánager de la Selección, me dijo que vaya Ad honorem para vestir a Diego en su despedida”. Y agregó al respecto de la amistad: “Diego es mi hermano y Leo mi hijo”.

Marito continuó con los elogios a Messi. “Es alguien que se acuesta a dormir pensando a quién va a ayudar y se levanta pensando lo mismo. Messi es un pibe de otro planeta, se ha corrido de lugares, ha sacado a la seguridad, lo hace siempre. Fuimos a jugar un partido por las Eliminatorias en Uruguay y un nene lloraba y giró la cabeza y dijo ‘tráiganlo´. Él atrae”. Y comentó: “Todas las selecciones te piden camisetas de Messi y los otros muchachos. Muchos jugadores se acercan a nuestro vestuario”.

La utilería como confesionario: “El utilero es el cura. Vienen a un confesionario. En 2012 me ofrecieron un montón de plata para que cuente cosas. Ni loco hablo. En 1997 José Pékerman nos dijo que cuidemos la confidencialidad porque ‘hay cosas que los jugadores les van a contar a ustedes que no las saben ni el padre’”.

El buen clima interno y la química en el plantel se potenció con la consagración de la Copa América 2021. Un punto de inflexión en esa época fue el cumpleaños de Messi (24/6) y contó una simpática anécdota que hasta apareció en las redes sociales con un video: “Vinieron todos los chicos a la utilería a buscar cosas para regalarle. Envolví una botella de vino, la llevé y me puse a bailar con la botella ‘Quién se ha tomado todo el vino’, arriba de la cama del Kun, que compartía la habitación con Leo”.

Aunque tiene sus favoritos, la relación es uniforme con todos los integrantes de cada convocatoria y no dudó al señalar a los más divertidos. “A Nico Otamendi le digo ‘ATR Perri’, lo vuelvo loco. Lo banco y voy atrás. Cuando lo veo dormido le pego una ‘cachetada’, sino no es Otamendi. Siempre llevo un parlante en los baúles o sino Rodri De Paul lo trae. Los parlantes no pueden faltar. El Papu Gómez me gana bailando por varios cuerpos con ese movimiento de cintura”, comentó sobre la intimidad.

La entrevista que le concedió a Infobae en 2018.

“Me desvivo por esto. El predio de AFA es mi segunda casa. Amo la Selección. Yo no me quiero jubilar. Hasta que me dé el cuerpo le voy a meter. Si llego al 2030 con 70, lo voy a hacer. Llevo el agua, que no me paguen, pero quiero estar”, pidió.

En otro pasaje de sus entrevistas, Marito contó que lleva tres juegos de camiseta para cada jugador y eso lo aprendió luego de una mala experiencia en el Mundial Sub-20 de Nigeria en 1999 en el que se le “quemaron 60 camisetas en el secarropas”. El tener casacas disponibles ante alguna eventualidad es clave para que el jugador no pierda tiempo afuera de la cancha en caso de un golpe. “Tuve problemas con Pablo Zabaleta en el Mundial 2014, le di el tercer juego porque estaba sangrando y tuve que ir a buscar una al vestuario, a lavar la camiseta del primer juego. Eso es algo que no se hace y me lo enseñó Bilardo, que me dijo ‘en el banco tiene que estar siempre el utilero porque si el jugador necesita cambiar los tapones, botines o lo que sea, al primero que busca es el utilero’. Vos no te podés ir’”, recordó. Además, conoce todos los detalles de los futbolistas, como cuánto calza cada uno.

Otra historia inolvidable fue con Juan Román Riquelme en los Juegos Olímpicos de Beijing en 2008. Marito estuvo a punto de no viajar porque tuvo a su madre enferma, pero terminó yendo por pedido de los jugadores. “Iba a ir solo Patricio, pero me agarra el profe Salorio (Gerardo) y me dice que los pibes me querían llevar. Les dije que ‘no podía porque se me estaba muriendo mi vieja’. Hasta que me llamó Julio Grondona y me dijo que me sintiera orgulloso que estaban pidiendo por mí, que lo hiciera por los chicos pese a mi situación”, recordó.

Juan Román Riquelme con la medalla de oro que le regaló a la madre de Marito (Reuters)
Juan Román Riquelme con la medalla de oro que le regaló a la madre de Marito (Reuters)

Después de charla con su madre terminó viajando junto a la delegación y, al llegar a China, Riquelme, que era el líder de ese equipo que dirigió Sergio Batista y que también tuvo a Messi y el Kun Aguero, tuvo una actitud que hasta el día de hoy lo emociona. “En un momento Román me pide que la llamara a mi vieja que quería hablar, y le dijo que me llevó porque íbamos a ganar la medalla de oro y a la vuelta él mismo le iba a colgar la medalla a ella, que se acordara. Cuando volvimos tras haberle ganado la final a Nigeria, lo primero que me preguntó Román fue dónde estaba mi vieja para darle la medalla. No lo podía creer”, reveló con la voz quebrada.

Respecto de Lionel Scaloni, valora que “logró lo de Sabella (Alejandro) en el Mundial de Brasil. Consiguió una unión del grupo y eso se percibe desde afuera. Eso no es fácil de lograr en un grupo numeroso. Con sus 44 años, Scaloni todavía tiene su esencia de joven y eso ayuda. Veo similitudes entre este proceso y el de Pekerman. Scaloni, Ayala (Roberto), Aimar (Pablo) fueron dirigidos por José”.

El próximo jueves 23 de marzo, De Stéfano dirá presente en el estadio Monumental para el amistoso entre Argentina y Panamá. Marito custodiará la primera camiseta oficial de Lionel Messi con el parche de campeón del mundo y seguramente sumará una nueva anécdota a su interminable libro de secretos que todavía no salieron a la luz de los pasillos internos de la Albiceleste.

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