Fue la gran polémica del fin de semana e incidió en el resultado final entre Boca Juniors e Instituto, que terminó con victoria del equipo cordobés 3-2 en La Bombonera. La jugada en la que Miguel Merentiel disputó la pelota con el arquero Jorge Carranza ameritó la sanción de un penal a favor del Xeneize, pese a que el árbitro Jorge Baliño consideró lo contrario. Fue en el final del encuentro jugado este domingo. Para su decisión tuvo el asesoramiento del VAR y analizó lo ocurrido en el monitor. Si bien el juez argumentó su criterio este lunes, hay elementos para refutarlo.
“El contacto se produce por una acción normal del juego, como tantas que se producen dentro de la cancha durante el partido. El arquero se arroja hacia adelante intentando cortar el centro. Merentiel juega el balón libremente antes de que se produzca el contacto. Él saltó, intentó controlar el balón y no lo logró hacer. El balón se va hacia afuera, no tenía una segunda chance de jugar el balón. Se produce el contacto natural. No me parece que ese choque normal y por acción de juego en la que el arquero también va a disputar el balón e intentar cortar el centro, merezca ser sancionado como penal”, esgrimió Baliño en diálogo con ESPN.
También le respondió al entrenador de Boca Juniors, Hugo Ibarra, quien afirmó que fue un penal no cobrado: “Es respetable. Yo respeto todas las opiniones. Si él considera que es penal, está en su derecho”.
“El fútbol siempre es discutible y cuando no había VAR te decían ‘mirá por lo poquito que está adelantado’, entonces tenías que dársela a favor, y después cuando tenés el VAR te dicen ‘mirá la puntita del pie que está adelantado’. Eso depende de a quién le convenga y a quién no, y según ese caso lo va a refutar o no. Pero (el VAR) trae transparencia, justicia”, agregó.
Sin embargo, ante sus declaraciones, sería bueno recordar que la falla cometida al no sancionar el penal nace de una errónea interpretación de la regla. A partir del nuevo siglo la International Football Association Board (ente que se encarga de reglamentar el fútbol) en conjunto con la FIFA, dio a conocer las nuevas directivas que se debían tomar cuando un árbitro tiene que evaluar falta física contra un adversario.
Lo primero que desterró es la “intención a la hora de las tomas de decisiones en las disputas”, diciendo, “Señor, juzgue a través de un nuevo concepto, que es la acción y las consecuencias”.
¿Cómo considerar falta para sancionar un tiro libre directo?
Medir la acción por la fuerza aplicada, el punto de contacto y el riesgo que provocó al adversario en la disputa, sin considerar si tuvo o no una conducta deliberada en ese contacto y, a los fines disciplinarios, que la valore denominándola por su naturaleza como imprudente (sin tarjeta), temeraria (tarjeta amarilla) o con uso de fuerza excesiva (tarjeta roja). Sin afectar si al momento del contacto el jugador tenía en su poder el balón o posibilidad de acceder al mismo.
¿Cómo conceptualizar el contacto físico entre el jugador de Boca, Merientel, y el guardameta de Instituto?
Briasco desbordó por izquierda y envió el centro para el ingreso de Miguel Merentiel, quien se encontró con el balón, intenta controlarlo y un Jorge Carranza lanzado hacia adelante, con la aspiración de cortar el centro (acción) y sin medir las consecuencias, impacta con sus piernas en el adversario, haciéndolo caer al tratar de apoderarse del balón.
¿Quiso el guardameta de La Gloria golpear al adversario?
No. Solo intentó apoderarse del mismo. Pero el legislador no me solicitó esa respuesta, sino si tuvo contacto físico con el adversario y hubo alguna consecuencia. Sí lo hizo caer por el golpe, porque en esa acción (Carranza) actuó sin preocupación al disputarle el balón de una forma imprudente, golpeándolo con unas de sus piernas.
¿El VAR por qué solicita la presencia de Baliño y le ofrece revisar la jugada?
Consideró que en la velocidad del juego el juez principal no midió o no observó el contacto acertadamente y lo consideró un error claro obvio y manifiesto, ofreciéndole la oportunidad para corregirlo.
Lamentablemente el juez, luego de observarlo, insistió en su primera visión, conceptualizó erróneamente y decidió reanudar el encuentro, sin sancionar lo que debió ser tiro penal sin tarjeta disciplinaria.
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