La estrella 74 con una contundente goleada ante Patronato de Paraná fue a principios de mes y parece haber quedado muy atrás en el tiempo. Y es que el Boca Juniors de Hugo Ibarra no da pie con bola, carece de identidad definida y ahora tampoco logra resultados. Después del título ante el Patrón, elenco que milita en la segunda división, llegaron el empate con Defensa y Justicia en un duelo en el que cualquiera pudo salir victorioso o derrotado, y las caídas en fila ante Banfield e Instituto de Córdoba, con enormes falencias en cuanto al volumen de juego, zona defensiva y el plano actitudinal.
El público xeneize nuevamente abarrotó las tribunas de la Bombonera para el cotejo válido por la Fecha 8 de la Liga Profesional que podía llevar al conjunto del Negro Ibarra a acercarse al líder. El aliento fue incesante e incluso se incrementó frente a los dos mazazos que recibió de entrada por parte de la Gloria. “Para salir primero, hay que poner más ¡huevo, huevo!”, fue la enfática canción que bajó de cada una de las gradas de la Bombonera ante el 0-2. El equipo volvió a lucir apático, como en el primer tiempo frente a Banfield, por eso los fanáticos lo remarcaron.
Anoche en la Bombonera pudo haberse batido un récord: el partido en el que más anticipadamente se cantó “movete, Xeneize, movete; movete, dejá de joder...”.
El preludio para los colombianos Frank Fabra y Sebastián Villa se originó cuando promediaba la primera parte. El delantero enganchó para adentro y buscó centrar cerrado, pero el lateral le estaba pasando para buscar un espacio en profundidad y la pelota dio en su humanidad. Los nervios se empezaron a hacer notar, sobre todo, en la zona de plateas. Las fantásticas combinaciones entre los Cafeteros que tanto rédito le dieron a Boca en el pasado, no aparecieron esta vez y tanto Fabra como Villa fueron dos apuntados por el hincha. El marcador de punta, con un par de cortes providenciales en el segundo tiempo, apenas llegó a maquillar un tanto la reprobación de los simpatizantes.
Villa fue reemplazado por Norberto Briasco al minuto 71, al mismo tiempo que Alan Varela sustituyó a Pol Fernández. El capitán boquense fue otro de los que más murmullos generó ayer contra el cuadro cordobés. Errático, cansino, desconectado. El número 8 ya no es el hombre que aporta el equilibrio en el mediocampo y Boca siente mucho su ausencia. Tibios aplausos se acreditaron cuando aguantó un ataque mano a mano con Adrián Martínez, al que finalmente bloqueó. Aunque enseguida un mal control y pase impreciso hicieron que nuevamente bajaran quejas desde la tribuna. La ovación atronadora que recibió Varela cuando entró a la cancha al ocupar su lugar dejó todo dicho...
Chiquito Romero no tuvo su mejor actuación, claro está, pero venía de salvar las papas en varias ocasiones y por ahora goza de inmunidad, al igual que juveniles como Marcelo Weigandt, Equi Fernández y Luca Langoni, tres made in La Boca. Nicolás Figal, con crédito por su buena performance desde su arribo al club, es otro que está fuera del alcance de la lupa. Y el Pipa Benedetto, aunque sabe que tiene competencia de nivel con Miguel Merentiel, dispone de credenciales y favoritismo por su historial con la azul y oro. Martín Payero, con el empuje sobre el cierre de la etapa inicial y su golazo de tiro libre, calló los susurros que se oyeron frente a un mal cambio de frente a Weigandt. El otro reprobado que hasta ahora venía teniendo aceptación fue Bruno Valdez. El paraguayo tuvo el que seguramente haya sido su peor encuentro desde que firmó en la Ribera. Más de uno preguntó cuánto tiempo le faltaba a Marcos Rojo para recuperarse y volver.
La gran mayoría del público no olvida la historia que Hugo Ibarra escribió con los pantalones cortos de Boca. Lo mismo ocurrió con Sebastián Battaglia. Pero las ansiosas nuevas generaciones que no los vieron levantar copas, más algunos hombres que ya peinan canas y no disponen de eterna paciencia, les descubren el manto de piedad y no dudan en cuestionar a grito pelado o incluso silbidos cuando se están por perder en el túnel. Hoy le toca poner la cara al Negro, que sabe que cuenta con el respaldo del Consejo de Fútbol, pero también que se pondrán cosas importantes en juego a la brevedad.
El sábado que viene Boca tendrá la obligación de derrotar a Olimpo de Bahía Blanca por los 32avos de final de la Copa Argentina y a la vuelta de la esquina estará el debut por la fase de grupos de la Copa Libertadores, que se sorteará el lunes 27 de marzo (la primera semana de abril se estrenarán todos los equipos). La Bombonera no deja de alentar, pero ya no se ruboriza si tiene que cuestionar.
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