Dolor en el fútbol argentino: murió el Hacha Ludueña, una gloria de Talleres y del deporte cordobés

El ex futbolista de la T falleció a los 69 años. La historia de uno de los mejores volantes de Argentina y sus problemas con las adicciones

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Luis El Hacha Ludueña murió a los 69 años
Luis El Hacha Ludueña murió a los 69 años

El fútbol argentino está de luto por la muerte de Luis Antonio Ludueña. Mejor conocido como El Hacha, aquel jugador que brilló en Talleres de Córdoba fue uno de los mejores volantes de la Argentina. A sus 69 años, falleció en la mañana de este jueves 9 de marzo luego de luchar contra una grave enfermedad.

Ludueña jugó toda su vida en Córdoba. Surgió en el club San Lorenzo de su provincia, pero dejó una huella imborrable con la camiseta de la T durante parte de la década del 70 y 80. Apodado por muchos como “el Dios del fútbol”, el Hacha fue parte de las convocatorias que realizaba César Luis Menotti de cara a la conformación del plantel para el Mundial 1978 que coronó a la selección argentina como campeona del mundo, pero una lesión lo dejó afuera de la Copa del Mundo en Argentina.

“Se me cortó el tendón del dedo gordo del pie izquierdo. Estaba en la casa de un amigo cerca de la pileta. La empleada doméstica me empujó al agua. Me volví loco, me saqué los zapatos, y me miré enseguida. Tenía un tajito chiquito. El pie se me había ido y me corté con el borde. Al otro día tenía el pie hinchado. Hugo Velázquez, médico en su momento del seleccionado nacional, se larga a llorar y me dijo: ‘Te perdiste el Mundial, te cortaste el tendón’. Lloré mucho. Dios sabrá por qué no lo jugué”, le contó a Infobae en una entrevista que se publicó el año pasado.

Gracias a su despliegue, Ludueña estuvo en la mira de grandes del fútbol argentino como Boca Juniors, Independiente y San Lorenzo. Es más, el Málaga español también quiso hacerse de sus servicios, pero algunos problemas personales marcaron la vida de El Hacha. Tanto que hasta pensó en quitarse la vida.

Pensé en suicidarme cuando estaba sumergido en el alcohol y la joda. ¡Ahora no! Porque todos mis hijos son muy buenos y tengo nietos bárbaros. Pero si no fuera por ellos no sé qué hubiera pasado con mi vida, no estaría en este mundo”, confesó el ex mediocampista.

Una postal con la número 5 de Talleres de Córdoba
Una postal con la número 5 de Talleres de Córdoba

Tomaba mucho alcohol. Hace 24 años que lo dejé, pero era un adicto. Hay días que la pasaba muy mal en todos los sentidos y se me notaba en lo físico, en la salud por todo lo que consumía. Pero cuando dejé el alcohol recuperé a mis hijos porque estábamos distanciados. ¿Qué cosa puede ser más importante que eso? Recuperé el amor y el cariño de ellos”, dijo en relación a cómo dejó las adicciones para reencontrarse con sus seres más queridos en el mundo.

El Hacha marcó historia con la casaca de Talleres. Gracias a sus goles, ocupa el cuarto puesto en la tabla general de goleadores de la institución con 113 conquistas. Fue goleador del Nacional ´76. Después de retirarse de la práctica profesional, comenzó a trabajar como empleado de la Legislatura de Córdoba. Allí pasó 30 años, hasta que se jubiló.

“Me gustaba salir de noche con ‘amigos’ y despilfarrar dinero en mujeres, alcohol, e iba de boliche en boliche. Cuando sos reconocido te vienen a buscar de todos lados para salir de juerga y no te das cuenta de qué ese tipo de amistades son las que te arruinan la vida. Cuando me quedé en bancarrota, porque había malgastado mi plata, pedí ayuda, pero esos ‘amigos’ se borraron””, recordó en un mano a mano con Infobae en el que abrió su corazón y contó detalles de los momentos más duros que vivió mientras era un ídolo para gran parte de todo el pueblo cordobés.

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