Un nuevo extraño episodio sacude al fútbol argentino. En este caso se dio en el Ascenso. Es que Javier Balbuena, arquero Puerto Nuevo, que milita en la Primera C, realizó una grave denuncia en sus redes sociales relacionada al amaño de partidos. El experimentado futbolista con pasado en Yupanqui, Muñiz, Alem y Centro Español, entre otros, se convirtió en el centro de la escena mediática luego de una publicación que realizó en su cuenta oficial de Instagram.
“No soy de hablar, el que me conoce sabe cómo soy. Pero este triunfo se lo dedico a esa persona que ayer (por el fin de semana) me llamó y está metido en las apuestas. Lo peor es que fue técnico de un equipo grande de zona Sur, me ofreció dólares para que me tire para atrás, encima sigue dirigiendo en el exterior… Increíble que un actual DT esté metido en las apuestas y ofrezca esto a los jugadores”, comenzó su narración el golero de 31 años.
En la imagen se observa la continuidad del texto con la foto del plantel festejando el resultado obtenido, que significó la primera victoria del certamen ante Leandro N. Alem por la mínima diferencia gracias al gol convertido por el volante Alex Penoni. “Ayer me reservé la respuesta cuando me ofreciste eso, pero te respondo por acá. Seremos un equipo humilde, con carencias como todos los del Ascenso, pero jamás aceptaría algo que perjudique al club que tanto quiero, en el que me siento un hincha más. Vamos a dejar el nombre de Puerto Nuevo bien alto. Te recomiendo no llamar más a ninguno de los míos porque ahí si tiro tu nombre y apellido. Vamos Puerto carajo. Dios es fiel”, cerró el mensaje Balbuena, dejando en claro su postura ante la propuesta indecente que recibió en la previa del compromiso.
Con cuatro unidades en sus cinco presentaciones previas, el conjunto de Campana se encuentra penúltimo en la tabla de posiciones y su futuro está comprometido con el posible descenso. De todos modos, sus simpatizantes confían en revertir el mal comienzo de la temporada, dado que sólo se han disputado 6 fechas de las 38 que componen el campeonato doméstico.
Puerto Nuevo debutó con una goleada adversa frente a Claypole por 3 a 0, luego empató 2 a 2 con Midland, en la tercera jornada quedó libre (el certamen lo disputan 19 equipos), más tarde cayó con Yupanqui por 1 a 0 y perdió como local contra Atlas por 2 a 0. Por lo tanto, recién en la sexta logró su primera alegría en su visita a General Rodríguez.
Hay un antecedente de 2022 que expuso el mundo de las apuestas clandestinas y su espurio lazo con el fútbol. Fue cuando el presidente de El Porvenir, Enrique Merelas, decidió despedir a ocho futbolistas luego de realizar una denuncia, tras una pelea entre miembros del plantel después de una derrota ante Berazategui por 1 a 0 en condición de visitante.
Según la denuncia policial a la que accedió Infobae y que está bajo investigación en curso, “se provocó un disturbio en el vestuario entre los jugadores del plantel, debido a una recriminación masiva hacia los involucrados que cobraron una suma de dinero para que el equipo fuera para atrás”.
El delito en el que la fiscalía número 6 de Lanús (que tiene además todo lo referente a violencia en el fútbol en la zona desde el mes de abril) enmarcó la causa es el artículo 24 de la Ley del Deporte que pena con hasta tres años de prisión a todo aquel que por sí o tercero entregare una dádiva o promesa remuneratoria a fin de facilitar el resultado irregular de un partido o desempeño anormal de un participante. Misma pena que se aplicará a quien aceptare esa dádiva. Pero este es el menor de los delitos por el que va: el fiscal busca una red que podría enmarcarse en la figura de la asociación ilícita, que tiene penas de hasta 15 años de prisión.
Este caso en apariencia fue apenas la punta de un iceberg que involucra a un pool de representantes, varios directivos de instituciones y muchos jugadores, según la línea que siguió el fiscal, en base a las declaraciones de los jugadores de El Porve primero, y a algunos documentos encontrados en los allanamientos posteriores después.
Un representante llamado Brian S. fue el primero que quedó en la mira. Varios jugadores aseguraron que era él quien los convocaba y que después de seducirlos con pases a destinos exóticos o fútbol del Ascenso latinoamericano con paga en dólares, les decía que a cambio debían hacer un favor para demostrar lealtad. Y ahí aparecía la oferta de ir para atrás o producir determinado tipo de jugadas cuyo valor estipulado estaba entre los 10.000 y 30.000 pesos por partido. Pero además el gancho como varios ya admitieron en la Justicia era un futuro en verde con el rostro de Washington en el medio del billete.
Este representante para la Justicia es sólo la cara de un pool de no menos de seis hombres vinculados a los derechos económicos y federativos de futbolistas de más de 20 equipos en todo el ancho y largo mundo del Ascenso. Cuando los coletazos del caso El Porvenir habían perdido repercusión, surgió la denuncia del arquero de Puerto Nuevo para probar que la red sigue intacta y peligrosamente operativa.
LA DENUNCIA QUE JAVIER BALBUENA HIZO EN SUS REDES SOCIALES
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