Uno de los episodios más significativos vinculado al fútbol argentino fue el accidente que sufrió Huracán en Venezuela el 9 de febrero de 2016 cuando viajó para jugar un partido de Copa Libertadores. El Globo enfrentó a Caracas por la revancha de los playoffs clasificatorios a la fase de grupos y un gol de Diego Mendoza estampó el 1-2 final que significó el pase a la siguiente ronda del torneo. Sin embargo, la alegría de la victoria se diluyó durante el viaje que el plantel realizó a la mañana siguiente: se rompió la caja de cambios y los frenos del micro y el conductor volcó el vehículo barranca abajo.
El más comprometido en ese episodio fue Patricio Toranzo, a quien tuvieron que intervenir quirúrgicamente debido a lesiones en los dedos de uno de sus pies. “Me ha cambiado la vida y me ha cambiado deportivamente. No es fácil. Yo estoy hablando con ustedes y el dolor va conmigo. El dolor va conmigo. Las 24 horas me duele. Yo jugué, hasta 90 minutos me ha tocado, me golpeaban y me levantaba. A nadie se lo conté. Nadie. Conté muy poco de lo que ha pasado. A mí me daban por fallecido y recién a las ocho horas hablé con mi familia. No quería hablar con nadie, yo tenía que estar concentrado con lo que pasaba ahí adentro porque sabía que si yo no tenía la fortaleza y pelear con los médicos de Venezuela, que se han portado muy bien, no estaría hablando de una secuencia en mi carrera”, reveló en charla con Fox Sports sobre cómo supera el dramático momento siete años más tarde.
Además, explicó que estar cerca de la muerte le cambió la perspectiva de cómo ver y tomar el día a día: “Es lo más difícil. Porque vos por ahí me escuchas hablar de fútbol... primero soy un agradecido de que estoy vivo. Dios me regaló 10, 20, 30 años más. Estoy sumamente agradecido. Pero internamente no sabe lo que uno siente. Yo te lo puedo contar pero sentir, no lo vas a sentir nunca. Al segundo de que se me apague la luz. Mirá a lo que uno puede llegar. Uno empieza a valorar un montón de cosas. La vida es una cosa que si no pasas algo traumático o algo grave, no te das cuenta de lo que pasa alrededor”.
La gran pelea que tuvo el Pato en el norte de Sudamérica fue evitar volver a Argentina sin una de sus extremidades. “No lo pude hablar nunca. Creo que es el primer programa que me siento después del fútbol. Peleé para que no me corten el pie. Si era por como estaba la situación era cortar el pie en Venezuela, hacer un doblaje y nos vemos en otra vida. Yo tenía una carrera por delante pero no sabía si iba a volver a jugar, a caminar”, detalló sobre las palabras que cruzó con los médicos locales.
Una vez en el país, volvió a ser intervenido para intentar rescatar su carrera profesional. “Yo pasé tres operaciones, una en Venezuela y dos acá. Yo lo único que le dije a Fernando Locaso antes de entrar al quirófano fue ‘por favor decime si me vas a cortar el pie ahora. Yo no quiero despertarme y que no esté'. Me miró y me dijo: ‘No sé, hasta que no abra no sé qué va a pasar’. Me fui al quirófano sin saber, con anestesia completa. En Venezuela fue local porque yo quería saber qué me estaban haciendo”, concluyó el ex jugador emocionado.
Patricio estuvo los siguientes tres años con contrato en Huracán y regresó a las canchas en 13 de mayo de 2016 frente a Unión. A mediados 2019 rescindió en mutuo acuerdo con el Globo y buscó nuevos horizontes: primero en el ascenso con la camiseta de Almagro y luego tuvo una experiencia internacional en el Ciclón Tarija de Bolivia para cerrar su trayectoria con un cuarto ciclo en Parque Patricios hasta mayo de 2022, cuando anunció su retiro. A lo largo de su vida, disputó un total de 363 partidos y convirtió en 29 oportunidades.
Seguir leyendo: