Argentina estaba camino al estadio Lusail para enfrentar a Países Bajos por los cuartos de final de la Copa del Mundo. El duelo previo a ese, correspondiente a la misma llave, fue el que jugaron Brasil y Croacia. A minutos de saltar al campo de juego, los futbolistas albicelestes recibieron una dura reprimenda de Lionel Scaloni. Rodrigo De Paul, que en la entrevista que realizó con TyC Sports también se refirió a un enfado personal que Lionel Messi tuvo con él, relató la secuencia con lujo de detalles.
“Estábamos llegando en el micro y ganaba Brasil 1-0. Creo que yo estaba dentro de la cancha comiendo caramelos y la gente gritó el gol (del empate de Croacia). Está bien que nos tocaba Países Bajos, que no es nada fácil, pero parece que iba todo para ese lado la semifinal (por Argentina-Brasil). Sin desmerecer a Croacia, enfrentar a Brasil en semifinales era adelantarse a una final, siempre y cuando nosotros ganáramos. Podía haber suspendidos, echados y un desgaste mental muy grande. Cuando uno de los favoritos o el favorito -para mí- quedó afuera, para nosotros se desbloqueó el segundo, que éramos nosotros. Ahí dijimos somos nosotros”, fue el preámbulo de Rodrigo que dio pie al estado de furia del DT.
El número 7 de la celeste y blanca prosiguió: “Los penales los vimos en el vestuario, con los teléfonos. Y escuchábamos algún gol o si erraban por la gente. Cuando erraron el último penal, en el vestuario lo gritamos como diciendo ‘¡vamos!’. Entró el técnico recontra caliente, nos cagó a pedos mal. ‘¿Qué festejan? Ahora tienen que salir a ganar’. Y nosotros ‘sí, Leo, bueno. Perdón’. Al fin y al cabo, creo que eso despertó algo en nosotros. Fue una motivación extra”.
Finalmente, apreció: “Capaz lo hizo a propósito. Él es un tipo muy inteligente y capaz pensó que festejando eso íbamos a salir relajados. Venía Croacia, que venía de jugar la final del Mundial pasado. Por ahí lo hicimos un poco más fácil, pero andá a enfrentar a un equipo que venía de ser finalista del mundo y de eliminar a Brasil. No iba a ser fácil”.
Seguramente el momento más crítico de Argentina en Doha habrá sido luego del tropiezo en el debut ante Arabia Saudita. Las críticas abundaron y las dudas aparecieron. De Paul, con la fe intacta, se atrevió a entrometerse entre las pertenencias de Messi pese a que el clima estaba caldeado, con una premonición que se cumpliría.
“Después de Arabia, en una de las tantas rondas de mate que hacíamos con el Enano, con Leo, quedamos los dos solos. Él en un momento va a hablar con Marito (el utilero) o va al baño. Yo tenía un cuadernito arriba de la mesa. Le escribí que el 18 de diciembre íbamos a ser campeones. Se lo firmé en una de las últimas hojas como para que él no lo vea. Me aguanté, me aguanté, pero después de octavos de final le dije que abriera el cuadernito que tenía en la pieza”, relató De Paul, uno de los más cercanos al rosarino.
La reacción del capitán albiceleste fue impensada, al menos para él: “Yo pensé que se iba a poner contento, pero me dijo ‘¿para qué me lo decís?, sos un boludo, ahora ya lo leí’. Le digo ‘perdoná, no me aguanté’. Después me olvidé de llevarme el cuadernito. Habíamos dicho que si se cumplía nos lo íbamos a llevar, pero salimos campeones, con los festejos, volvimos y no me acordé”.
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