Lionel Messi se quedó con el premio principal de la gala de The Best: así como la española Alexia Putellas se alzó con el galardón a mejor jugadora del mundo en 2022, el campeón con la selección argentina en Qatar fue reconocido en la rama masculina por segunda vez en su carrera (la anterior, en 2019) e igualó a Cristiano Ronaldo y Robert Lewandowski en cantidad de estatuillas en la ceremonia que organiza la FIFA. Fue Gianni Infantino, titular de la entidad que rige el fútbol en el planeta, quien le entregó el lauro. Y el el rosarino, de 35 años, fue el más vitoreado de la velada.
“Bueno”, llegó a pronunciar y una ovación no lo dejó hablar. “Me hacen poner nervioso”, reaccionó. Y habló del honor de haber compartido “con Kylian (Mbappé), que tuvo un año grandísimo” y Karim Benzema la terna. “Quiero agradecerles a mis compañeros. Con Scaloni, Dibu, estamos en representación de ellos. Sin ellos no estaríamos hoy acá. Es parte de ellos, un reconocimiento a todo el grupo por lo que hicimos”, prologó.
“Este año fue una locura para mí, pude conseguir mi sueño después de tanto pelear, buscar, insistir. Al final llegó y es lo más hermoso que me pasó en mi carrera. Para cualquier jugador, son muy pocos los que lo pueden conseguir y gracias a Dios se dio”, continuó, y arrancó otra tanda de aplausos de la platea llena de leyendas del deporte.
* Una porción de la alocución del astro
“Quiero agradecer obviamente a mi familia, a la gente de Argentina, por haberlo vivido de manera especial y va a quedar de por vida en los recuerdos nuestros. Un beso grande a mis hijos Thiago, Mateo y Ciro que están mirando, vayan a dormir ya. Gracias”, concluyó con la humorada. Es que lo acompañó su esposa Antonela Roccuzzo y los pequeños, a diferencia de otras galas, esta vez lo siguieron desde su casa en París.
La Pulga fue el último de los nominados en llegar a la gala y quien más expectativa concitó. Se sentó junto a Mbappé, su rival por el cetro y compañero en el PSG, y mostraron complicidad, como dentro del campo de juego, algo que se vio en la goleada del domingo ante Olympique de Marsella, donde anotó un gol y regaló dos asistencias. Subió al escenario primero como integrante del 11 ideal. Y, luego, para su gran momento.
“Hacía dos años que no estaba en esta gala. Muy feliz por cómo se dio todo. Conseguí mi sueño. El premio que todo jugador quiere, porque es el más importante. Ya había logrado todo, pero era el único que me faltaba. Fue muy especial. Estuve nervioso cuando me tocó subir. Fue imponente estar ahí, pero se disfruta mucho. Me gustó ver a otros ex jugadores como Ronaldo y Roberto Carlos. Si bien no tengo una relación con ellos, siempre que nos vemos me demuestran mucho cariño”, dijo después, ya en la Green Carpet.
“Tengo muchas ganas de reenocontrarnos con el pueblo argentino. Nunca me imaginé la locura que hicieron después de ganar el Mundial y la Copa América. Seguramente, vuelva a ser algo hermoso”, se anticipó a los amistosos del 23 y 28 de marzo ante Panamá y Curazao durante la fecha FIFA; el primero, en el Monumental, el siguiente, en el Interior (con el estadio Mario Alberto Kempes como candidato a albergarlo).
“Ya son muchísimos años de mi carrera y terminar de esta manera es ideal. Tengo todos los trofeos que se pueden jugar. Y disfruté cada momento”, puso en valor su vitrina ante los micrófonos de la FIFA, en otro hito de su espectacular trayectoria.
“Para mí fue mi último Mundial y quería disfrutarlo al máximo con la gente, que llenó todos los estadios durante los siete partidos”, señaló. ¿Habrá sido su última Copa del Mundo? ¿O el 2026 aparecerá en el horizonte?
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