El regreso de Gran Hermano a la televisión argentina captó la atención del público y se volvió un tema de conversación semanal. Restan seis competidores dentro de la casa y en las últimas horas la producción permitió el ingreso de un familiar de cada uno de los finalistas durante siete días. Una de las personalidades que se llevó las miradas de los espectadores al entrar fue Florencia Lattanzio, hermana gemela de Camila, quien actualmente es arquera del primer equipo femenino de Independiente.
Apenas puso un pie en su nuevo hogar temporal, Camila corrió a darle un largo abrazo para arrancar a llorar pocos segundos después. Florencia Saludó uno a uno a los participantes presentes e hizo su presentación. Los espectadores del programa rápidamente buscaron detalles sobre la vida de la nueva inquilina y se llevaron la sorpresa de que defiende con éxito el arco del Rey de Copas.
La primera acción que tuvo la guardameta cuando comenzó a recibir atención por parte de las cámaras fue darle las gracias a Fabián Doman, actual presidente del Rojo, por haberle dado autorización para aceptar la invitación. “Le agradezco que me dejó venir”, repitió en varias oportunidades. La Puma, como le dicen sus compañeras de plantel, se perderá los entrenamientos a lo largo de su estadía dentro de casa y también estará ausente en la segunda jornada del certmamen, en la que sus compañeras recibirán a River Plate en Villa Domínico.
Con 21 años defendió los colores Boca Juniors, Excursionistas, Comunicaciones y, en la reciente derrota 1-0 frente a Huracán en el debut, apareció en el banco de suplentes de Independiente. El cuadro de Avellaneda cambió a más de medio plantel para la temporada que acaba de comenzar y Florencia arribó para defender el arco junto a Florencia Chiribelo y Brisa Río, ambas con experiencia en la selección argentina que actualmente está de gira por Oceanía de cara a la próxima Copa del Mundo.
Apenas se viralizó la entrada de la Puma, apareció en redes una jugada que ocurrió durante su paso por el cuadro de Bajo Belgrano, en la que provocó a una jugadora de El Porvenir y fue la causa de una pelea en el campo de juego. La arquera embolsó la pelota que significó el final del encuentro y en la euforia de la victoria le revoleó el balón a las rivales que se retiraban de la cancha. La reacción fue negativa y se armó un tumulto tras el cual la transmisión captó distintas amenazas hacia a Florencia.
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