Este año se cumplirán 100 años de la pelea entre Firpo y Dempsey que significó sacar al boxeo del mundo de la clandestinidad. Aquel 14 de septiembre de 1923 fue consagrado como el Día del Boxeador. Y hoy evocamos a quienes fueron campeones inolvidables de la máxima categoría.
Lo único indiscutible es que el mejor de todos fue Muhammad Ali. Y a partir de esta premisa la evaluación objetiva se facilita pues lo tomaremos arquetípicamente para poder ir enfilando a los nueve que le sucedieron al cabo de las diferentes épocas. Que de hecho podrían ser más, pues la categoría de los pesos pesados ha sido pródiga en exponentes inolvidables que brillaron en los diversos tiempos.
Es en estos casos donde la aparición de una figura inigualable como la de Ali escribe, orienta o determina la verdadera historia, Liston era un peleador feroz que reunía todas las condiciones del noqueador implacable y pragmático. Su aparición significó el comienzo de los pesados “mastodónticos”; aquellos atletas que superaban los 100 kilos con una temible pegada de cualquiera de sus puños y una fuerza de ataque frontal y arrollador.
Cassius Clay –luego Muhammad Alí- era un talentoso boxeador con estilo propio y una velocidad inimaginable para la categoría. Por entonces pesaba algo menos de 92 kilos.
¿Quién sería capaz de frenar a una “locomotora” lanzada? Alguien que supiera salir de las zonas críticas valiéndose del prodigio de sus piernas. “Volar como una mariposa y picar como una avispa”. Esta era su premisa y viéndolo desplazarse de manera circular casi con los pies en el aire y la izquierda en jab para castigar en retroceso, generaban una estética tan bella como efectiva.
Muhammad tenía además y siempre el control mental del combate, de ese y de casi todos cuantos realizó. Es por ello que cuando se refugiaba sobre las cuerdas lo que en realidad intentaba y conseguía era propiciar las partidas de sus golpes cortos y ascendentes al cuerpo. Este enorme campeón te lastimaba con la izquierda recta y te noqueaba con la derecha en gancho o en cross. No sólo cambió el destino del temible Sonny Liston, hay otros ejemplos que bien valen la pena recordar. Tales los casos de Joe Frazier y de George Foreman.
Lo “peor” que pudo pasarle al querido Smoking Joe Frazier fue haber derribado a Ali en la primera pelea disputada en el Madison Square Garden de Nueva York, pues tal circunstancia le facilitó un legítimo aunque ajustadísimo triunfo tras 15 dramáticos y tensionados asaltos. Los jurados le reconocieron la victoria y por lo tanto el título mundial. Y esto implicaba una revancha automática y hasta una tercera pelea si es que Ali le ganaba –hecho que ocurrió en otra cruenta batalla– dejando el enfrentamiento uno a uno.
Fue así y Frazier terminó su carrera después del tercer combate en Manila. En realidad los dos llegaron exhaustos y con la voluntad de abandonar al término del 14° asalto. Ali le pidió a su segundo principal, Angelo Dundee, que le quitara los guantes, tal era su agotamiento. Y Frazier se quedó sentado en el banquillo de su esquina con la decisión de no continuar por la misma razón: no daba más. Ante la insistencia de Dundee, Muhammad se puso de pie y Joe no. Ganó Ali y ambos pagaron un alto costo de salud tras haber dejado parte de su vitalidad futura.
Sin Ali en su camino, Frazier hubiera prolongado su reinado. Y con George Foreman se repitió el caso. George era una topadora. Pasó por encima de todos sus rivales. Tras quitarle la corona a Frazier a quien borró del ring con un nocaut implacable y doloroso también minimizó a un gran boxeador como Ken Norton en Caracas.
Cuando Foreman atravesaba su pleno apogeo, cuando pegaba y sus rivales caían indefectiblemente ante tanta potencia, regresó a los rings “el más grande”, Muhammad Ali. No era el mismo tras cumplir con la suspensión por negarse a ir como soldado a Vietnam: había perdido algo de velocidad en las partidas, su peso subió hasta los 96 kilos y las piernas habían resignado parte de su dinámica. No obstante era Ali quien con un menor traslado había afirmado su pegada trabajando la mitad de cada asalto sobre las cuerdas, optimizando las coberturas del cuerpo y los barridos de los golpes rectos que pudiera enviarle George.
La cabeza de Ali estaba más fuerte que nunca. Eso le valió el triunfo inmortal en Kinshasa y la recuperación de la corona mundial. Un mérito sólo alcanzado por Floyd Patterson –el campeón más joven de la historia ya que tenía 21 años en 1959- tras derrotar por nocaut a quien lo había vencido, el sueco Ingemar Johannson.
Foreman recibió una derrota y una lección. Cambió su vida, se acercó a la predicación de la fe en Cristo a través de la Iglesia, ayudó a los niños pobres y abandonados como él, volvió al boxeo y ya veterano se consagró otra vez campeón del mundo. Extraordinario lo de Big George.
Hoy el campeón del mundo es el inglés Tyson Fury; un temerario y valiente peleador de 34 años, 2.06 de estatura, 122 kilos de promedio, quien permanece invicto pues ha realizado 34 peleas de las cuales se impuso en 33 y logró un empate frente a uno de sus más prestigiosos derrotados: Deontay Wilder. Su estilo es del peleador callejero y su estética la de un gigante que a pesar de su adiposidad no deja de moverse todo el tiempo sobre el ring. Tyson –nombre que le puso su padre ex boxeador por su admiración a Mike– es el campeón reconocido por todas los organismos que regulan al boxeo y seguramente ingresará a esta lista histórica cuando se haya retirado del boxeo.
Deporte que va teniendo menos cultores. Se trata de una cuestión multifactorial. La primera que aparece en la superficie es que los jóvenes prefieren iniciarse en la UFC (Ultimate Figthing Championship), una lucha en la jaula que combina las destrezas de diferentes artes marciales más algo del boxeo. También aunque en menor medida va ganando adeptos el Kick Boxing.
Esta actividad en notable crecimiento les permite a sus jóvenes vocacionales desarrollar un cuerpo más marcado desde la adolescencia. No faltan en la mayoría de sus gimnasios los anabólicos que les permitirán lograr un biotipo diferente al de los boxeadores con una masa muscular más delineada aunque menos potente y flexible. Asimismo el universo de este espectáculo fue creciendo de tal manera desde que los hermanos Lorenzo y Frank Fertita compraron la licencia de la empresa LLC que se percibe un fuerte acento marketinero administrado estratégicamente por el norteamericano Dana Frederick White que les ha resultado altamente positivo.
Es así que en la actualidad la UFC tiene 549 luchadores de los cuales 42 son del peso pesado, cifra que el boxeo no alcanza mínimamente en sus exponentes de primer nivel.
Probablemente encontremos allí la respuesta a la falta de los grandes peso pesados. Y en el sentido inverso podría decirse que que para construir un ranking en el marco de la mayor objetividad la referencia más cercana sea Evander Holyfield, retirado en el 2011.
No hay más Rocky’s Marcianos (49 triunfos, de los cuales fueron 43 por K.O, ninguna derrota), ni Joe’s Louis (52 victorias por KO en 66 peleas). Esos eran peleadores de línea ofensiva que esquivaban mientras buscaban el vacío para sorprender. Podían hacerlo con una mano en gancho al hígado o con una descarga de varios golpes combinados. Peleadores de raza que subían al ring dispuestos a pagar el costo que demandare el triunfo. Ellos sólo caían en estado de inconciencia. Louis lo experimentó con el alemán Max Schmeling en el primer enfrentamiento (en la revancha lo puso nocaut) y Marciano contra Archie Moore, el viejo Archie, a quien terminó poniendo nocaut deformándole la cabeza hasta convertirla en una figura geométricamente ovoidal.
No llegan los feroces Mike Tyson (44 nocauts en 50 combates) cuyos golpes al ser lanzados provocaban un sonido de ráfaga. Tyson constituye en sí un fenómeno subjetivo. Pegaba más fuerte que cualquier pesado de la época que fuere y hubiese sido mucho más si su carrera hubiera armonizado con una vida más ordenada. Su caso es particular por cuanto puede ser juzgado por lo que hizo –que no es poco- y proyectarlo a lo que no llegó a ser con unas condiciones infinitas. Pero tampoco existen los ortodoxos, estilistas e inteligentes como Evander Holyfield o Larry Holmes, capaces de dibujar el jeroglífico más complicado para atar a los noqueadores y castigarlos de contra sin renunciar jamás a la pelea razonada.
No hay historias como la de Jack Johnson, el Gigante de Galvestone, Texas, quien le ganó a la esclavitud, a la discriminación, a la clandestinidad, a la injusticia jurídica y se convirtió en el primer campeón mundial negro con 13 exitosas defensas de su corona (bajo registro oficial) realizando 101 combates con 73 victorias (40 nocauts), 13 derrotas ,10 empates y 5 combates nulos. O como la de Jack Dempsey quien se convirtió en leyenda al pasar toda la transición del boxeo clandestino al oficial garantizando la entrega total hasta obtener la victoria. Aquellas batallas llevadas a la ficción cinematográfica en las que el público se emocionaba al ver cómo el caído, herido y extenuado sería capaz de reincorporarse y revertir la pelea hasta ganar por nocaut como lo hiciera Jack Dempsey contra el Toro Salvaje de las Pampas, Luis Ángel Firpo.
Este es el ranking que engloba a toda la historia fehaciente del boxeo mundial. Y podrá advertirse que no figuran boxeadores europeos. Esta categoría de los pesos completos ha sido históricamente de prevalencia norteamericana. Desde el francés George Carpentier que siendo medio pesado alguna vez lo intentó subir de categoría sin éxito cayendo ante Jack Dempsey pasando por los vascos Paulino Uzcudun o José Manuel Urtain, los italianos Primo Carnera o Giulio Rinaldi, los británicos Henry Cooper y Frank Bruno.
Quienes lograron la corona mundial de los pesados tales como Lennox Lewis (inglés) o Vitali Klischko (ucraniano) no alcanzaron la dimensión que pueda incluirlos objetivamente entre los diez mejores de todos los tiempos… Y si hubiese que mencionar a algún destacado pensamos más en el británico Fury –ganador de Vitali Klischko– que en Lenox Lewis o en Antony Joshua, campeónes de reducido corazón .
De manera que el siguiente es el resultado de una evaluación objetiva que admite, como en cualquier caso, todos los debates que suelen suscitar la memoria, las predilecciones y la pertenencia a las diferentes generaciones.
El siguiente es el ránking de los diez mejores pesos pesados de toda la historia:
1. Muhammad Ali (Cassius Clay)
Fecha de Nacimiento: 17 de enero de 1942
Lugar de Nacimiento: Louisville, Kentucky, Estados Unidos
Fecha de retiro: 11 de diciembre de 1981
Fallecimiento: 3 de junio de 2016
Altura: 1,91 metros
Récord: 56 victorias (37 nocauts), 5 derrotas
Defensas realizadas: 19
2. Joe Louis
Fecha de Nacimiento: 13 de mayo de 1914
Lugar de Nacimiento: La Fayette, Alabama, Estados Unidos
Fecha de retiro: 26 de octubre de 1951
Fallecimiento: 12 de abril de 1981
Altura: 1,88 metros
Récord: 66 victorias (52 nocauts), 3 derrotas
Defensas realizadas: 26
3. Rocky Marciano (Rocco Francis Marchegiano)
Fecha de Nacimiento: 1 de septiembre de 1923
Lugar de Nacimiento: Brockton, Massachusetts, Estados Unidos
Fecha de retiro: 27 de abril de 1956
Fallecimiento: 31 de agosto de 1969
Altura: 1,80 metros
Récord: 49 victorias (43 nocauts), 0 derrotas
Defensas realizadas: 12 (Lo que significó dos defensas por año)
4. Mike Tyson
Fecha de Nacimiento: 30 de junio de 1966
Lugar de Nacimiento: Brownsville, Nueva York, Estados Unidos
Fecha de retiro: 11 de junio de 2005
Altura: 1,78 metros
Récord: 50 victorias (44 nocauts), 6 derrotas – 2 combates nulos
Defensas realizadas: 9
5. Jack Johnson
Fecha de Nacimiento: 31 de marzo de 1878
Lugar de Nacimiento: Galveston, Texas, Estados Unidos
Fecha de retiro: 27 de noviembre de 1945
Fallecimiento: 10 de junio de 1946
Altura: 1,88 metros
Récord: 73 victorias (40 nocauts), 13 derrotas y 10 empate – 5 combates nulos
Defensas realizadas: 13 (bajo registro oficial)
6. Jack Dempsey
Fecha de Nacimiento: 24 de junio de 1895
Lugar de Nacimiento: Manassa, Colorado, Estados Unidos
Fecha de retiro: 22 de septiembre de 1927
Fallecimiento: 31 de mayo de 1983
Altura: 1,85 metros
Récord: 54 victorias (44 nocauts), 6 derrotas y 9 empates
Defensas realizadas: 5 (Oficialmente institucionalizadas, pues hasta 1920 no existían
registros y Dempsey llevaba mas de 20 combates considerados empíricamente por
“titulo mundial”)
7. George Foreman
Fecha de Nacimiento: 10 de enero de 1949
Lugar de Nacimiento: Marshall, Texas, Estados Unidos
Fecha de retiro: 22 de noviembre de 1997
Altura: 1,92 metros
Récord: 76 victorias (68 nocauts), 5 Derrotas
Defensas realizadas: 5
8. Joe Frazier
Fecha de Nacimiento: 12 de enero de 1944
Lugar de Nacimiento: Beaufort, Carolina del Sur, Estados Unidos
Fecha de retiro: 3 de octubre de 1981
Fallecimiento: 7 de noviembre de 2011
Altura: 1,82 metros
Récord: 32 victorias (27 nocauts), 4 derrotas y 1 empate
Defensas realizadas: 4
9. Larry Holmes
Fecha de Nacimiento: 3 de noviembre de 1949
Lugar de Nacimiento: Cuthbert, Georgia, Estados Unidos
Fecha de retiro: 27 de julio de 2002
Altura: 1,91 metros
Récord: 69 victorias (44 knockouts), 6 Derrotas
Defensas realizadas: 19
10. Evander Holyfield
Fecha de Nacimiento: 19 de octubre de 1962
Lugar de Nacimiento: Atmore, Alabama, Estados Unidos
Fecha de retiro: 7 de mayo de 2011
Altura: 1,85 metros
Récord: 44 victorias (29 nocauts), 10 derrotas, 2 empates – 1 combate nulo
Defensas realizadas: 14
Finalmente expresaremos un concepto muy conocido en el mundo del boxeo que es fácilmente aplicable a la vida: “Entre los pesos pesados no gana quien pega más fuerte, sino quien más los aguanta”.
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