Guillermo Coria se defendió de las críticas y salió al cruce de Batata Clerc: “Las cosas se hacen frente a frente”

El capitán del equipo argentino de Copa Davis mostró la sensibilidad para con los jugadores que acuden a las convocatorias y la pena por la agresividad en las críticas que le realizaron José Luis Clerc y Daniel Orsanic

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 Guillermo Coria, actual capitán
Guillermo Coria, actual capitán del equipo argentino de Copa Davis REUTERS/Ciro De Luca

El actual capitán del equipo argentino de Copa Davis y ex N°3 del mundo Guillermo Coria pasó por el Argentina Open, en Buenos Aires, y aprovechó para ver la actualidad de los jugadores argentinos, charlar sobre la visita a Finlandia y para mostrar su preocupación por las críticas que recibió por parte de José Luis Clerc y Daniel Orsanic, luego de la derrota del equipo argentino en el país europeo.

Clerc, en la señal ESPN, criticó fuerte al Mago y a Gaudio al decir que Coria no le transmitía nada, a él, desde la silla de capitán. “No tiene carácter, como el caso de Gastón Gaudio, que no me hacen sentir al equipo bien unido”. Además, el ex N°4 del mundo se preguntó: “¿Qué le puede transmitir Coria a un jugador si sólo jugó cuatro Copa Davis, porque no soportaba la presión?”. Estas y otras frases fueron tomadas como agraviantes y desmedidas por parte del actual capitán, quien trató de alejarse de la polémica, algo difícil cuando se intenta dar una respuesta. “Yo no criticaría nunca públicamente a un colega o a un capitán, porque te juegue o no un jugador, y menos si no está presente. Pero es mi posición”.

- ¿Te dolieron las críticas que te hicieron después de la derrota en Finlandia?

- Bueno, ha pasado siempre. Con el tema de la convocatoria de jugadores, hay que hablar con los jugadores y con su cuerpo técnico, uno no puede obligar a alguien a jugar si no quiere. Yo lo entiendo, porque fui jugador también, pero hay que hablarlo bien, frente a frente. Porque esto pasó varias veces, acordate que Argentina pasó de ser campeón un año a descender en el siguiente y con el mismo capitán, que no pudo volver a tener a los jugadores a su disposición y tuvo que armar el equipo con quienes estaban a su alcance.

Coria hacía referencia a las críticas recibidas, también, por Daniel Orsanic en el mismo programa de televisión. El ex capitán condujo a la selección argentina de tenis a la obtención de la Ensaladera de Plata en 2016, pero en la primera serie de 2017 no sólo no pudo contar con ninguno de los campeones, sino que tampoco terminaron siendo parte del equipo ni Diego Schwartzman ni Horacio Zeballos. En ese momento, Guido Pella decía: “Estoy quemado y soy el único que vino a poner el pecho”. También apareció a último momento Leonardo Mayer, quien acababa de ser padre, “pero sólo voy a jugar el dobles”, le dijo a Orsanic. Peor aún resultó cuando se descendió ante Kazajistán. Nuevamente, Pella fue el único de los campeones que acompañó el regreso de Peque, Machi y al debutante Molteni.

“Es difícil cuando el capitán no tiene a su disposición a los jugadores. Yo tengo una buena comunicación con los jugadores, se charla con ellos, se ven sus momentos y después se toma una decisión. Pero, también el jugador puede decidir no jugar”, comentó Guillermo.

Durante la misma intervención, Batata Clerc, quien nunca consiguió llegar a ser capitán de Copa Davis, le reprochó a Coria que le haya echado la culpa de la derrota a los jugadores, algo que que fue negado por los propios jugadores. “Yo me preocupé mucho por esa acusación, es muy dura, y empecé a buscar en mi memoria si yo había dicho algo que había sido mal interpretado”, dijo el santafesino.

En otra de las punzantes críticas que realizó, Clerc se preguntaba: “¿Qué le puede transmitir Coria a un jugador si sólo jugó cuatro Copa Davis, porque no soportaba la presión?”. Apelando a la memoria y consultando a los capitanes de la época en búsqueda de precisiones, Guillermo fue convocado 2 veces en 2003, 2 en 2004 (Gustavo Luza) y 3 en 2005 (Luli Mancini). El Mago debutó recién en Marruecos, en febrero de 2004, y de las 7 ocasiones en que fue convocado faltó a 3: en River Plate contra Rusia (2003), dijo problemas físicos para justificar su “baja de confianza”; en Málaga ante España (2003), por un desgarro de 5 centímetros, y ante Belarús (2004), por los famosos cólicos renales que lo hicieron abandonar la final del Miami Open frente a Andy Roddick. “Me sacaron del estadio y me llevaron a una sala de emergencias de un hospital y me dejaron al lado de gente que estaba muriendo. Me hicieron el estudio, me dijeron que era una hernia de disco. Vine a Buenos Aires y me fui al Hospital Alemán, no podía más, ahí descubrieron que tenía piedras en los riñones. Me acuerdo patente cuando comenzaron los dolores muy fuertes, sacaba 4-3, 30-15, caigo y se me pone todo duro. Yo ya le había dicho que sí a Luza para ir a Belarús”, comentaba Guillermo. “Su papá, Cacho, me llamó después de la consulta médica en Buenos Aires para comunicarme el resultado”, recordaba el por entonces capitán sobre la ausencia del Mago.

En la serie ante Rusia, Guillermo le pidió a su entrenador, por entonces Luli Mancini, que le dijera al capitán que no lo convocara, que no estaba con confianza. “No estoy para jugar, decile que no lo quiero comprometer”, explicaba el Mago y desistió de la convocatoria. Ese mismo año, y también bajo la capitanía de Gustavo Luza, Coria no participó de la semifinal en Málaga ante España. “En el US Open no jugué un partido desgarrado, ¡fueron 3!”, pone énfasis Guillermo, y agrega: “El fisio del torneo me decía que era contractura y me elongaban, me hacían todo lo que no había que hacer en una situación de desgarro. Terminé jugando con una venda bien fuerte para para no sentir dolor en la pierna, hasta que perdí con Agassi en cuartos. Cuando llegué a Buenos Aires, fuimos tenía un desgarro gigantesco y no podía recuperarme en 10 días, era imposible”.

Cler sobre Coria “no tiene
Cler sobre Coria “no tiene carácter, como el caso de Gastón Gaudio, que no me hacen sentir al equipo bien unido” (Guillermo Llamos)

A partir de 2004, Coria fue convocado en cinco ocasiones de las cuales participó en cuatro de ellas, sólo faltó ante Belarús por los cólicos. En 2006, Guillermo arrastraba sus problemas de lesiones en el hombro y comenzaba con la falta de confianza, por lo que dejó de ser convocado a Copa Davis.

- Otra de las críticas que te hicieron fue que nunca fuiste entrenador. ¿Tenés que haber sido entrenador para ser capitán de Copa Davis?

- Yo creo que tenés que tener conocimiento y tenés que estar. También es importante cómo le llegás a los jugadores y qué mensaje le transmitís. Cuando me retiré, decidí tomar el camino de la formación de un jugador y de invertir un montón de dinero en mi club. Me llamaron de diferentes federaciones del exterior, pero decidí quedarme acá y apostar por mi país. Y hoy estoy feliz de ser capitán de jugadores a los que vi, con 10 años, competir en los G1, G3, G4 y en los Futures. Los acompañé a Renzo (Olivo) y a mi hermano Federico cuando ganaron sus primeros puntos, también lo acompañé a Dante Genaro y a varios jugadores más. Yo me decidí por eso, estar más cerca de la formación de los jugadores y así fuimos a los Juegos de Medellín sacamos medalla de oro y bronce con Argüello y Vellotti, el Peque también estuvo ahí y perdió con Clezar (Brasil). En dobles también se sacaron medallas. Pero es muy importante saber qué se va a comunicar.

- La crítica también apuntó a tu capacidad de seducir a los jugadores que querés convocar

- Yo no entiendo esa crítica, porque fueron sólo dos jugadores los que dijeron que no, Zeballos y Schwartzman. ¿Cómo hago para exigirle a un jugador que vaya si me plantea una situación personal, como lo hizo Horacio? Con Peque fue distinto, el año pasado decidió, por su momento tenístico y su falta de confianza, que iba a jugar el circuito en Sudamérica y que no formaría parte del equipo. El resto estaba dispuesto. A Báez lo esperamos. Hablamos con su equipo y acordamos que lo íbamos a preservar si era necesario. Teníamos un jugador sin confianza, que venía de un montón de partidos sin ganar y siguió trabajando, volvió en Córdoba y hoy tenemos a otro jugador. ¿Cómo no lo vamos a cuidar? Otros se hicieron estudios y tenían molestias (N de la R: Etcheverry), mi hermano con el problema del ingreso a Europa, pero igual fuimos con un equipo competitivo, con todos jugadores entre los 100 y con dos de los mejores tres doblistas de la Argentina.

- Pero el año pasado, en Bolonia, habías logrado llevar a todos los que pretendías y no se logró ningún triunfo, por lo que te responsabilizaron de cometer errores tácticos en las formaciones contra Italia y Croacia ¿Qué pasó realmente?

- Hay cosas que yo las puedo justificar y otras que yo no las puedo hablar, las guardo para nosotros, para los jugadores y el cuerpo técnico, porque yo fui jugador. A Bolonia fuimos con un equipazo, pero nos tocó un momento que, tal vez, no era el mejor para nosotros. Jugamos contra Suecia y éramos favoritos, nosotros teníamos que ganar sin dejar un set, teniendo en cuenta lo que se venía después contra Italia y Croacia. Pero nos encontramos con dos jugadores que estaban con mucha confianza (los hermanos Ymer), aprovecharon el momento de ellos y el nuestro y nos ganaron. Yo no podía poner a Fran para abrir la primera serie del torneo (Schwartzman salía como N°1 y jugaba el segundo match) si nunca había jugado Copa Davis y tenía jugadores de un nivel similar que sí lo habían hecho. Yo no podía exponerlo, lo tenía que cuidar y ver los momentos. Todo esto los hablamos entre nosotros, tenemos al campeón de Copa Davis Leo Mayer y al Tero, un gran doblista. Somos tres ex jugadores que vivimos diferentes situaciones y entendemos, hablamos y cuidamos a los jugadores. Y si armamos de determinada manera al equipo es porque vemos en el día a día quién está mejor.

- ¿Por qué se dieron esas modificaciones ante Italia y Croacia?

- Yo tengo mi justificación. Antes de enfrentar a Italia, Leo Mayer y yo tuvimos una charla con Peque, porque los dos habíamos vivido una situación similar a la que él nos planteó y ahí se tomó una decisión. Tuvimos que buscarle la vuelta. Fran había estado entrenando todo el tiempo para debutar contra Berrettini (segundo singlista), en la serie contra Italia, pero nos vimos obligado a modificar la formación y terminó jugando contra Sinner (singlista N°1). Y fue un debut complicado, porque lo habíamos estado cuidando, para que debute dentro del mayor confort posible. Pero se la bancó. Además, le tuvimos que decir a Báez que él debería jugar contra Berrettini. Esto se jugaba todos los días, no había respiro, no había casi tiempo para evaluaciones intermedias, pero una vez terminada la serie sí se hacen las evaluaciones de cómo estuvo el entrenamiento, de cómo se armaron los entrenamientos.

Guillermo Coria "El capitán de
Guillermo Coria "El capitán de la Copa Davis tiene que aprender a manejar los egos de los jugadores" (Twitter / @AATenis)

A pesar de lo que dice Guillermo Coria de que cuando toman “una decisión, esa ha sido muy pensada y muy hablada, evaluando y mirando a cada jugador” o que siempre van “a poner al mejor equipo que tengamos, con los jugadores que tengamos”, en Bolonia no había chance para la estrategia. Cuando se tienen tres singlistas, se puede pensar en una estrategia de partidos y descansos, pero cuando sólo se tienen dos a disposición, como ocurrió después de la serie con Suecia, no hay posibilidades de maniobra. El jugador con el ranking más alto va de single 1 y el de más bajo con el 2 y juega primero. A partir de esa situación, por los gestos y comentarios de algunos jugadores durante las conferencias de prensa, fue que se notó que se jugaba más con las necesidades que con las estrategias y llegó el rumor de que Diego Schwartzman no querría jugar más la Copa Davis.

- ¿El capitán gana Copa Davis?

- El capitán tiene un rol importantísimo. Debe saber cómo administrar los egos, cómo llevar el día a día y darse cuenta de cómo llegarle a los jugadores. Yo creo que el capitán no es decisivo en decirle a un jugador cómo le tiene que jugar al rival, sería una falta de respeto meterte sin haber hablado con su entrenador, tiene que existir esa charla previa trabajar mucho con el jugador y el entrenador. De esa manera, uno transmite lo que llega de esas conversaciones. Y el jugador le debe decir al capitán qué le gusta, qué no le gusta, si se le puede hablar en determinados momentos, si le molesta el silencio, lo que necesite. El capitán tiene que saber en qué momento hay que apoyarlo y en qué momento hay que pegarle un grito. Porque vos, como jugador, querés estar tranquilo en el cambio de lado, a veces, no querés que nadie te hable. Por eso les dije que yo siempre voy a estar dispuesto a que se descarguen conmigo, que no se descarguen con alguien de afuera, conmigo. Yo me la banco y lo voy a entender, porque ya lo tenemos hablado. Yo quiero que el jugador se sienta como si estuviera jugando un torneo más, con el compromiso que es jugar por la camiseta. Pero tratar de quitarle esa presión al jugador y que le caiga al capitán, para eso está ahí, en la silla.

- ¿Y cómo fue la experiencia Finlandia? Una fecha difícil que hasta Del Potro evitaba.

- Una fecha complicada, ITF tendría que rever este tema, porque si a Finlandia le tocaba venir para acá, el quilombo era de ellos. En cuanto a la experiencia, (se ríe por primera vez en la charla) espero no volver nunca más a Finlandia. Por la fecha y las condiciones, todo es totalmente diferente. A pesar de la derrota, volvimos con la frente en alto, por el compromiso de los chicos. Dejaron un montón de cosas de lado para estar ahí, de hecho, tuvieron sus consecuencias. Fran (Cerúndolo) regresó con molestias, Pedrito y Facu Bagnis le costó readaptarse al polvo, los chicos del dobles empezaron Córdoba Open el jueves y se pudieron acomodar. La serie fue como esperábamos, durísima, y sí que dolido, porque estuvimos cerca con el dobles, más allá de 1-3, siento que se define por detalles. Nos ganaron bien. Fuimos un equipo competitivo, luchamos y no se puede recriminar nada.

- Hablando con los jugadores, en Córdoba, decían que era bueno que les reconozcan el esfuerzo que hicieron. Y Fran decía que, “aún sabiendo lo que me pasó, iría de vuelta igual”. ¿Notaste ese compromiso en los jugadores?

- ¡Sí! Y para nosotros era muy importante remarcárselo allá y hacérselo sentir. Por eso, la segunda o tercera noche, salimos para para distender un poquito, para no estar todo el tiempo del hotel, y les hablé, les agradecí por estar ahí. También les dije que no tenían que demostrarle nada a nadie y que jugaran como lo hacen habitualmente. Porque en Italia perdimos y nos fuimos con una mala sesión y que ahí teníamos una revancha. También les dije que no importaba el resultado con que nos fuéramos de Finlandia, que lo importante era que nadie tuviera nada que reprochar, pero a uno mismo y no al compañero, porque eso no lo iba a permitir. Que ellos, con lo que hicieron, se habían ganado el respeto de todos sus colegas, de los periodistas, de sus familias y de sus amigos. Yo les insistía en que estaban ahí, en la loma del culo, con otras condiciones y dejando todo de lado todo. Pero quise agradecerles en la cara. Ellos se lo merecían, por cómo se emocionaron y cómo se pusieron cuando les dije de la convocatoria y eso, para un capitán, no tiene precio.

- ¿Estás conforme con tu trabajo?

- Seguramente tengo mis errores, todos los tenemos y yo no soy perfecto. Lamentablemente, los resultados no acompañan, de lo contrario nadie estaría hablando. A mí me tocó hacerme cargo de un equipo de transición y yo lo sabía cuando me hice cargo y lo asumo con toda responsabilidad. Por eso, mi intención siempre fue sembrar para que al próximo capitán le quede un árbol, para que le sume al próximo capitán. La que trato es cuidar a los que están dando sus primeros pasos, cuido el vestuario, trato de que para ellos sea una experiencia buena, agradable, pero los resultados no me acompañan. Y por eso me critican.

- ¿Tu intención es dejar el cargo de capitán?

- Es que ya llevo dos años como capitán y en cualquier momento se tiene que empezar a hablar. Después de Lituania vamos a hablar y vamos a dejar que evalúen tranquilos. Yo siempre les digo que les pregunten a los jugadores, que ellos den su opinión de cómo se sienten. Porque si los dirigentes y yo estamos para seguir, pero ellos dicen que no les aportás nada, ¿de qué sirve que insistamos? Pero la sensación que me dan es que se abren con nosotros, que sus entrenadores nos permiten el intercambio. Y siempre teniendo en claro que los importantes son los jugadores y su cuerpo técnico, porque ellos son los protagonistas. Yo, como capitán, quiero dejarle al próximo que venga muchos jugadores formados, con varias series encima, pensá que en tres series hicimos debutar cuatro jugadores, de los 88 en nuestra historia, y siendo protagonistas.

La dirigencia de la Asociación Argentina de Tenis ya está pensando en las alternativas de continuidad en la capitanía, en la que suena fuerte la posibilidad de que, si no se llega a renovar con Coria, el próximo capitán no sea un ex integrante de la Legión y designar a algún ex jugador que se haya de dedicado a ser entrenador jugadores.

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