El recuerdo del día que Platense se quedó sin arqueros y López Turitich se convirtió en leyenda ante Boca

Ayer, a los 62 años, quien fuera lateral derecho en el calamar, River y otros equipos falleció en Vicente López

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Una de las últimas imágenes de Oscar López Turitich
Una de las últimas imágenes de Oscar López Turitich

Con solo 62 años de edad falleció ayer Oscar López Turitich a causa de la diabetes. Tras dejar el fútbol, trabajó como colectivero y remisero, pero sus problemas de salud fueron creciendo en forma paulatina y ya en 2015 había sufrido la amputación de su pierna derecha. Era un apasionado del fútbol y estaba al día de lo que ocurría en la mayor parte de las ligas más relevantes del mundo, porque no se perdía ningún partido por televisión

Comenzó su carrera en Platense, donde se destacó como lateral derecho, al punto que River Plate se mostró interesado y lo contrató en 1985, donde formó parte del plantel que se consagró campeón en forma brillante en la temporada 1985/86. Más tarde actuó en Huracán, Cipolletti y Gimnasia y Tiro de Salta, pero quedó en la historia del fútbol argentino al protagonizar un hecho particular y muy recordado, cuando le detuvo un penal al goleador uruguayo Fernando Morena.

En la lluviosa tarde del domingo 22 de abril de 1984, Platense recibió a Boca Juniors, haciendo de local en el estadio de Vélez por la cuarta fecha del torneo de primera división. Ambos llegaban en un flojo momento, al punto que aún no habían ganado en el campeonato. Los Xeneizes habían ilusionado al quedarse con la Copa de Oro de verano, goleada a River incluida, pero una sorpresiva eliminación en la fase de grupos del Nacional, desató una crisis, en la que en ese momento naufragaba. Para colmo, en la primera fecha, al perder con Estudiantes en La Plata 1-0, Ricardo Gareca fue expulsado por sacarle la tarjeta roja de un manotazo al árbitro Abel Gnecco, lo que valió tener que cumplir 10 fechas de suspensión. Era una baja sensible y por ello los dirigentes fueron en busca de un reemplazante. Contrataron a Fernando Morena, quien contaba con 32 años y era el más grande goleador del fútbol uruguayo.

Platense llegó a ese partido en Liniers con un empate y dos derrotas. Apenas había comenzado el certamen, pero la lucha para engrosar el promedio era su principal objetivo, como lo sería en toda la década. A los 27 minutos, el Gallego Vázquez abrió el marcador para Boca con un gol olímpico y a los 15 del segundo, Morena de penal, puso el 2-0. Por sus antecedentes, nadie podía suponer que ese iba a ser el único tanto del uruguayo con esa camiseta.

Los 13 minutos finales fueron una locura. A los 77, Gabriel Puentedura, arquero de Platense, se retiró lesionado y como su equipo ya había hecho los dos cambios, un jugador de campo debió ir a la valla. Quien tomó la responsabilidad fue Oscar López Turitich, el lateral derecho, de buen desempeño hasta allí. Con 10 hombres, dos minutos más tarde, llegó el descuento con un golazo de tiro libre de Falero, al ángulo de Gatti y 180 segundos después, Alegre de penal puso el inesperado empate. Fiesta y desazón repartidas en las dos cabeceras. Pero había más…

Oscar López Turitich contiene el remate a Fernando Morena, delantero de Boca Juniors
Oscar López Turitich contiene el remate a Fernando Morena, delantero de Boca Juniors

Quedaban tres minutos y en uno de los tantos centros que tiró Boca al área rival, una pelota dio en la mano del zaguero Sánchez Sotelo y el árbitro Juan Carlos Demaro cobró el penal. Se preparó Morena nuevamente, al tiempo que el uruguayo Falero se le acercó a López Turitich para darle un consejo: “A Morena lo conozco, porque jugamos juntos en Peñarol. Si tiene dos penales en un mismo partido, nunca los tira al mismo palo. El primero fue a la izquierda del arquero, tirate a la derecha”. El lateral devenido en golero acomodó como pudo esas mangas del buzo verde de Puentedura que le quedaban inmensas y al escuchar el silbato, le hizo caso a su compañero y no dudó. En ese mismo momento entró en la historia porque contuvo el remate y el posterior rebote del goleador oriental.

Fue final y un empate con sabor a hazaña. Platense, acostumbrado a amargarle la vida a Boca en la década del ‘80, al punto de ser su sombra marrón. Todas las cámaras fueron detrás de aquel pequeño lateral derecho, convertido en un inmenso héroe de buzo verde, aunque ese lugar no era para él, como reconoció en los vestuarios: “Nunca voy al arco, lo de hoy se dio de casualidad. Cuando salió lesionado Puentedura, los hombres designados por el entrenador Albrecht eran Sciagliano o Falero, pero como yo estaba algo resentido del tobillo izquierdo, me mandaron a mí. Scigliano me dijo: Andá que vas a ser la figura”. A pesar de todo, estaba tranquilo”

López Turitich con la camiseta de Platense, a principios de los ochenta
López Turitich con la camiseta de Platense, a principios de los ochenta

Fue un símbolo de aquel Platense luchador, que edificaba año a año un milagro detrás de otro para zafar siempre del descenso. Con esa camiseta disputó 167 partidos entre 1979 y 1984. River lo fue a buscar, pero no logró la continuidad deseada, jugando apenas 5 cotejos oficiales, siendo suplente de Jorge Gordillo. Luego llegó Huracán y más tarde el fútbol de ascenso. La pasión por la número cinco no paró jamás en él, a pesar de todos los obstáculos que la vida le fue poniendo por delante. En 2021 reapareció en el homenaje que los Millonarios le hicieron a los campeones de la temporada 1985/86, donde aprovechó para agradecer la permanente atención que le dispensaban sus ex compañeros.

Oscar López Turitich dijo adiós. Será recordado por los que lo vieron jugar y sobre todo por esa hermosa situación que se da entre los futboleros, de ir pasando la leyenda de generación en generación. Transcurrirán los años y siempre estará latente el día que López Turitich le atajó un penal a Fernando Morena

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