Como si se tratara de un juego del destino, el día después de la dolorosa derrota que sufrió en la Champions League frente al Bayern Múnich Lionel Messi apareció levantando la Copa del Mundo en un nuevo mural que se inauguró en la intersección de las calles Avenida Callao y Lavalle, en el microcentro porteño, y se convirtió en un punto más para los fanáticos del fútbol.
Se trató de una iniciativa impulsada por un grupo de artistas conglomerados en el movimiento Mosaico Nacional, fundado en 2009, que realizan obras con temáticas culturales en la vía pública, utilizando la técnica del mosaiquismo, con mosaico veneciano. En este caso, se lo ve al astro rosarino levantando el trofeo más codiciado del planeta a casi dos meses de la hazaña conseguida en el estadio Lusail de Qatar y con una marcada alegría en su rostro.
La obra presenta una altura aproximada de tres metros y se convirtió en una nueva muestra de afecto de los argentinos, dado que La Pulga cuenta con cientos de murales que se fueron realizando en diversos rincones del país, desde que ganó la final del Mundial ante Francia por penales, tras el emotivo empate en tres, con dos tantos suyos.
Otros de los murales emblemáticos se vio en San Telmo, a finales de diciembre, con la frase “Andá pa’allá, bobo”, emitida por la estrella internacional luego de la victoria contra Países Bajos en los cuartos de final del certamen disputado en Medio Oriente y que fue dedicada a Wout Weghorst, el delantero neerlandés que le convirtió los dos tantos del empate que llevó la serie a la prórroga, y luego a los penales.
Otro ejemplo fue el que se mostró a fin de año en el corazón de Palermo, donde se lo ve al ídolo popular levantando la Copa del Mundo, con Emiliano Martínez de fondo, en una emulación perfecta de la escena vivida el 18 de diciembre en Doha.
El autor de este último mural es Maximiliano Bagnasco, uno de los mejores pintores de retrato en tamaño grande, que realizó murales impactantes de Diego Maradona.
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