Durante la noche del agasajo a los hijos de la casa campeones mundiales y del regreso de Daniel Passarella al estadio Monumental, River sacó adelante su compromiso con Argentinos Juniors y ganó por 2 a 1, en un duelo que estuvo marcado por las polémicas. Con los penales anotados por Miguel Borja y Esequiel Barco, el Millonario se quedó con los tres puntos en una jornada histórica por el récord de público en el estadio de Núñez.
El juego del combinado liderado por Martín Demichelis ofrecía un elemento adicional con ribetes morbosos: ¿Cómo sería recibido el Kaiser después de pasados muchos años de su pésima presidencia rubricada con un inefable descenso a la B Nacional?
Por lo tanto, cuando el ex central entró a la canchano recibió ningún repudio (tampoco fue ovacionado, por cierto) y se perdió en el tumulto de los aplausos al Pato Fillol, al Ratón Ayala, Pablo Aimar, Franco Armani, Oscar Ruggeri, el Beto Alonso, Héctor Enrique y Cinthia Luque en representación post mortem de su padre, Leopoldo Jacinto, figura destacada del Mundial 78.
En medio de la multitud, una bandera de Oasis acaparó la atención de Liam Gallagher, el artista británico que lideró la banda de rock. El estandarte además contaba con el escudo del club porteño, el Manchester City y la selección argentina. De modo que a través de las redes sociales, el músico inglés se refirió al trapo que lo cautivo: “Biblical”, fue la respuesta que brindó la estrella internacional mediante su cuenta oficial de Twitter cuando un usuario le consultó si había visto las imágenes en el Monumental con el nombre del grupo que conformó entre 1991 y 2009.
Después hubo un partido, difícil, como todos los que La Banda disputa con el Bicho de Gabriel Milito, cuyo empate transitorio fue señalado por Kevin Mac Allister, pero al cierre fue perjudicado por las polémicas decisiones del árbitro Fernando Rapallini y del VAR.
Argentinos sufrió la anulación de dos goles legítimos y luego fue castigado por un penal inexistente, cuando Enzo Pérez, tras una escandalosa zambullida en el área rival, provocó la confusión y creó la pena máxima que compró el colegiado.
Cabe señalar que el juez acertó en la mano del segundo penal, dado que se hallaba en posición antinatural la mano de Mac Allister, tras el centro de Barco. Pero todavía le restaba una discutida jugada más al árbitro en el último suspiro del encuentro: Ávalos mandó a correr a su compañero a espaldas de Enzo Díaz y con un sutil toque dejó en el camino a Franco Armani que salió lejos. José Herrera aprovechó la ocasión y empujó el balón al arco vacío. Rapallini nuevamente recibió información desde el VAR y anuló erróneamente lo que era el 2-2 definitivo.
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