Con la 10 en la espalda por primera vez desde que desembarcó en el PSG, Lionel Messi no consiguió evitar la eliminación de su equipo ante el Olympique de Marsella en los octavos de final de la Copa de Francia. En el Velodrome, el local se impuso por 2 a 1 y dejó al poderoso elenco de la capital gala con una chance menos de campeonar en la temporada.
Es que la Copa de Francia representa tal vez la última cuenta pendiente de la Pulga, de 35 años, luego de ganar el Mundial de Qatar. No por tratarse de una obsesión del futbolista, sino porque es el único certamen profesional que disputó y aún no logró conquistar. En la edición 2022 celebró el Nantes, tras vencer en la final al Niza, precisamente el rival que sacó del camino al París en octavos de final (6-5 por penales, luego de igualar 0-0 en los 90 minutos). Y en la misma instancia ahora festejó el Marsella, con los goles de Alexis Sánchez de penal y Ruslan Malinovskyi.
Al conjunto dirigido por Christophe Galtier, sin el lesionado Kylian Mbappé, le faltaron luces, como sucedió repetidamente desde el reinicio de la actividad tras la Copa del Mundo. Hasta ahora siempre lo salvaron las individualidades. Esta vez no sucedió. Si bien tanto Messi como Neymar ofrecieron algunos chispazos, no fueron suficientes ante un rival que planteó un duelo serio y ambicioso, con presión extendida y agresividad, y pasó de ronda con justicia.
El delantero argentino intentó asociarse en un elenco sin sorpresa. En la primera parte, dispuso de dos chances: un tiro libre que se fue apenas por encima del travesaño y una apilada que terminó en un remate mordido por el centro, que rozó en un rival. De ese córner provocado por el astro, Neymar ejecutó con pericia y Sergio Ramos firmó el 1-1 parcial.
En el complemento, Malinovskyi volvió a poner en ventaja al dueño de casa con un disparo furioso y, a pesar de que el Marsella retrocedió en el campo, el PSG no encontró los caminos. Dos veces estuvo cerca de los penales, ambas por Messi. Primero, con una combinación entre la Pulga y Neymar, que derivó en un tiro defectuoso del capitán albiceleste de frente a la valla, impropio para su talento, al punto que se tomó el rostro repetidamente, lamentándose por la oportunidad dilapidada. Fue a 12 minutos del epílogo.
Y ya en tiempo de descuento, con el equipo desesperado en busca de la paridad, volcado sobre la derecha, envió un centro-pase gol para Sergio Ramos en posición de 9. Tan preciso fue que superó a todos los marcadores y le cayó en la frente a su compañero. Sin embargo, el cabezazo resultó muy al centro y se encontró con la resistencia del portero Pau López.
El PSG tendrá pronta revancha y representa una buena y una mala noticia. Positiva, por la celeridad: el sábado se medirá ante el Mónaco por el Ligue 1 y el 14 de febrero se cruzará por el duelo de ida de los octavos de final de la Champions League contra el Bayern Múnich. Negativo: por el irregular momento que encuentra al conjunto en un trance decisivo de la temporada. Deberá mejorar su nivel para aspirar a quedarse con la Orejona, el trofeo que desvela a los dueños y a los fanáticos de la institución.
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