La primera semifinal del Mundial de Clubes que se disputó en el Stade Ibn-Batouta comenzó con una sorpresa inesperada. Es que a los 2 minutos de iniciado el encuentro, Luciano Vietto fue derribado dentro del área y el árbitro István Kovács no lo dudó: penal para Al Hilal. Desde los doce pasos Salem Al Dawsari, la figura de Arabia Saudita que había marcado en el histórico triunfo de su selección sobre la Argentina en la Copa del Mundo que se disputó en Qatar, sentenció el 1 a 0 con un potente remate que dejó sin posibilidades a Santos.
El grito prematuro hizo reaccionar de inmediato al Flamengo, que a través de la jerarquía de sus intérpretes se adueñó del pleito hasta llegar al empate. Los conducidos por el portugués Vítor Pereira llevaron el duelo a la zona defendida por Abdullah Al-Mayoof hasta que Pedro expuso una muestra de talento con una definición exquisita que selló el 1 a 1.
Con la igualdad en el marcador todo suponía que el choque iba a estar a favor del combinado brasileño. Sin embargo, antes de la finalización de la etapa inicial, Gerson volvió a cometer una dura infracción sobre el ex delantero de Racing y la asistencia del VAR remarcó el peor panorama para el Mengao. Otro penal y expulsión para el volante carioca. En la pena máxima se repitieron los protagonistas, pero Salem Al Dawsari modificó su ejecución con un toque sutil con la cara interna para engañar al arquero rival y celebrar el 2 a 1.
La disconformidad del entrenador lusitano fue tan notoria que en el descanso optó por realizar dos variantes. Los ingresos de Erick Pulgar y Fabricio Bruno en reemplazo de Giorgian de Arrascaeta y Léo Pereira intentaron resolver la pobre producción de la potencia de Sudamérica. Pero los de Ramón Díaz continuaron con su fórmula amparándose en la técnica individual del Pibe Vietto y la potencia del nigeriano Odion Ighalo.
Todo fue desconcierto en el Flamengo. La acción que improvisó Moussa Marega contra la vulnerable defensa del elenco de Río de Janeiro expuso las limitaciones de un equipo que sufría la inferioridad numérica y la desesperación por el empate. Tal es así que Khalifah Al Dawsari no logró capitalizar la asistencia de su compañero al terminar la jugada con un disparo que rebotó contra el travesaño y hubiera podido liquidar el compromiso.
De todos modos el tercer gol de Al Hilal llegó en los pies de su máxima figura. La triangulación ofensiva que comenzó Marega, continuó Ighalo y concluyó Lucho Vietto derivó en una obra magnífica que significó el 3 a 1. A partir de ese instante el combinado asiático se encargo de bailar al Fla para continuar su camino rumbo a la final del certamen internacional.
El descuento de Pedro para imponer el suspenso en el cierre de la jornada cargó de tensión al estadio, pero a pesar del 3 a 2 la hazaña del representativo de Arabia Saudita ya estaba escrita.
Con la clasificación garantizada, los del Pelado Díaz buscarán dar un nuevo golpe frente al ganador de la otra llave que animarán el Real Madrid y Al Ahly de Egipto. Más allá de lo que ocurra en el encuentro decisivo, los del riojano hicieron historia. Y el máximo responsable de la gesta fue el delantero surgido del Tita Mattiussi, Luciano Vietto.
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