La Argentina culminó con derrota ante Finlandia su excursión a la fría ciudad de Espoo, por los Playoffs de Copa Davis clasificatorios a la fase de Grupos en el mes de septiembre. Y no hay nada para reprochar. Se viajó con lo que el capitán tuvo disponible y, lo disponible, fue el recambio que atraviesa el tenis argentino, un recambio que puso en la cancha a dos jugadores debutantes en Copa Davis, ambos con más de 27 años, porque antes no tuvieron esa posibilidad, ya sea por su ranking o por los jugadores que tenían por delante.
El capitán del conjunto argentino, Guillermo Coria, había estado en permanente contacto con todos los jugadores que tenían posibilidades de ser convocados. Tanto con aquellos que querían ir como con quien no quisiera ser citado. Llegado el momento de dar el sí, la lista comenzó a acortarse. Ya sea por lesión (Tommy Etcheverry), como por baja confianza (trató de preservarse a Sebastián Báez), por decisión propia (Diego Schwartzman) o por razones personales (Horacio Zeballos y Federico Coria), cinco jugadores quedaron descartados para disputar esta serie. Con estas bajas y sin un as en la manga (un Nalbandian, un Del Potro o hasta un mismo Coria), el Mago puso en la cancha lo mejor del tenis argentino. Y para colmo, se lesionó el líder del equipo Francisco Cerúndolo, por una sobrecarga en el isquiotibial derecho que arrastraba desde el final del match con Otto Virtanen, que le dio el único punto a la Argentina.
“Ya se perdió, ahora sólo nos queda hablar entre todos y decidir qué queremos, cuáles son las prioridades y los objetivos, y con esa información armar el mejor equipo posible en el futuro”, dijo el capitán argentino.
Pedro Cachín, quien recién a mitad del año pasado pudo meterse dentro de los 100 primeros del mundo, y Facundo Bagnis, un prolijo y esforzado trabajador que tiene sus mejores resultados sobre polvo de ladrillo, jugaron su primer partido de Copa Davis en un contexto adverso, sobre una superficie que no les resulta tan cómoda ni familiar, pero cada presentación estuvo por encima de sus posibilidades. Además, lo hicieron en condiciones que terminaron favoreciendo al equipo local, porque ambos debieron enfrentar al N°1 de Finlandia, Emil Ruusuvuori, un jugador parejo pero desconcertante, que tan sólo había perdido en 1 de las 8 veces en las que representó a su país jugando de local. Y esa única derrota fue el año pasado frente al belga David Goffin.
Los jugadores argentinos sabían muy bien que iban por una empresa que resultaba difícil, ya lo era en épocas de la Legión, aún más en este momento. Pero la dirigencia y el cuerpo técnico de Argentina eran conscientes de que se ponía en juego algo más que un resultado, en este match en el que se expuso las posibilidades actuales del tenis local en el contexto del tenis mundial. Después de un comienzo de siglo plagado de éxitos que nada tenía de parecido con la historia del tenis argentino, sumado a la estela posterior y a la victoria en Copa Davis de 2016, la selección argentina de tenis entra en esta tercera década del siglo XXI con un recambio en progreso y sin grandes figuras a la vista, al menos en el corto plazo.
Por eso es que, tanto en Bolonia como en Finlandia, el Mago Coria puso en cancha aquello con lo que podía contar y, tal vez, no lo mejor que tenía o quería. Esas circunstancias lo obligaron a hacerlo crecer de golpe a Francisco Cerúndolo, un tenista que siente representar a la Argentina: “Mientras pueda voy a acudir a cada convocatoria, jugar Copa Davis es lo máximo. Todo sea por la celeste y blanca”, le dijo a Infobae. Es que, autoexcluido Diego Schwartzman de los últimos dos encuentros de la fase de Grupos en Bolonia 2022, se rompieron las posibilidades estratégicas del cuerpo técnico y Francisco debió hacerse cargo del equipo como N°1, debutando en Copa Davis ante Jannick Sinner (ITA), undécimo jugador del ranking de ATP en ese momento. No esquivó el sacrificio ni la responsabilidad y viajó a Finlandia para darle el único punto a la Argentina, aunque le costó quedar marginado por lesión.
Por el lado del dobles, si bien la actuación tanto de Machi González y como la de Andrés Molteni estuvo muy fuerte y con posibilidades de alcanzar el objetivo, se extrañó la presencia de Horacio Zeballos, quien tal vez pudo haber inclinado la balanza para el lado argentino.
La pareja albiceleste jugo casi todo el match sin primer servicio y se notaba la diferencia en su favor cada vez que ese saque ponía el punto en juego. Sin embargo, llevaron al límite a la dupla local Harri Heliovaara y Emil Ruusuvuori, sin dudas, la carta del triunfo de Finlandia. “Jugó como un Top 15″, dijo Coria, refiriéndose al N°43 de la ATP.
Esta derrota no sólo significa el lugar incómodo y expectante de cuál es el lugar de pertenencia actual del tenis argentino, sino, también, el de conseguir mayores ingresos para la AAT, que le permita aumentar la cantidad de torneos locales y generar o sostener programas de desarrollo. A pesar de estas posibilidades que le genera al tenis nacional, hay algunos sectores o personas que miran con felicidad esta derrota, pensando en aspiraciones políticas propias o la de alguno de sus afectos cercanos, quienes les han facilitado ciertos privilegios. Porque no existe oposición a la actual dirigencia en la actualidad, sólo algunas individualidades que no por descontento, sino por ambición, buscan reacomodarse en el espectro político del tenis.
Sin embargo, a pesar de la derrota, Argentina se asoma al futuro y no al precipicio, porque tiene muchos jugadores jóvenes que ya son realidad y otras latentes proyecciones para los próximos años. Es por eso que Guillermo Coria y la dirigencia de la Asociación Argentina de tenis no piensan en modificar el proyecto y el Mago le dará continuidad a su capitanía. “Ahora hay que mirar hacia el futuro y ese futuro es el próximo jueves, cuando se sorteen los Playoffs de septiembre. Lo único que espero que tengamos mejor suerte con el rival que nos toque o que podamos jugar de locales”, dijo Coria.
Todavía no está definido qué va a suceder o cómo se va a jugar la edición 2024 de la Copa Davis, tampoco hay definición alguna y no se sabe quiénes son los que van a decidir al respecto, pero los jugadores ya están reclamando un lugar en la mesa de discusiones.
Lo único cierto es que cada serie va a seguir constando de cinco puntos, que los partidos se jugarán al mejor de tres sets (todos con tie break) y, seguramente, en dos días corridos. Probablemente, también se regrese al formato de local y visitante.
Mientras tanto, en septiembre se jugará la fase de grupos que reunirá a los Qualifiers ganadores, a los finalistas 2022 y a los dos wildcards de este año. En esa misma fecha, la Argentina participará de los Playoffs entre los 12 perdedores de Qualifiers y los 12 vencedores del Grupo Mundial 1, para intentar sostener la categoría en 2024. El equipo del Mago Coria saldrá preclasificado y deberá esperar al sorteo del próximo jueves para saber quién será su rival y en qué condiciones lo enfrentará, si como local o visitante.
El equipo argentino evitará a cualquiera de los otros 11 rivales peligrosos que tendrá enese sorteo. Entre los potenciales rivales aparecen Bulgaria, China Taipei, Dinamarca, Grecia, Israel, Japón, Lituania, Noruega, Perú, Turquía y Ucrania.
Contra Israel y Dinamarca, Argentina jugaría de local, pero debería viajar a Perú, en caso de que fuera su rival. En el resto de los casos la localía y elección de superficie irá a sorteo.
El mayor riesgo que deberá enfrentar Argentina será jugar de visitante y en un país, tal vez europeo, que le pueda poner una superficie que les moleste a los jugadores nacionales y que, además, les proponga pensar si el viaje valdrá la pena en esa semana pegada al último Grand Slam del año, el US Open.
Seguir leyendo: