Alejandro Domínguez recordó una anécdota de Tapia y “kiricocho” y propuso cambiarle el nombre al predio de AFA

El presidente de la Conmebol, en el marco del lanzamiento de la candidatura de Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile para organizar el Mundial del 2030, elogió la labor del mandatario de la AFA

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Alejandro Domínguez durante la presentación del Mundial 2030
Alejandro Domínguez durante la presentación del Mundial 2030

En el marco de la presentación oficial de la candidatura de Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile para organizar el Mundial del 2030, llevada a cabo en el predio que la AFA posee en Ezeiza, el presidente de la Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez, quedó en el centro de la escena por su discurso. El mandatario rememoró una graciosa anécdota en el debut de la Albiceleste en Qatar 2022, solicitó el cambio de nombre del complejo deportivo de la selección argentina y propuso premiar al Chiqui Tapia.

“Me siento con mucha alegría de estar acá. A medida que escuchaba los distintos discursos se me venían imágenes a la memoria. Quiero destacar, sobre todo, dos. Cuando Argentina jugó la final contra Chile en 2016, en la Copa Centenario, la delegación argentina se quedó, literalmente, sin dirigentes y el único que estuvo ahí, cuando las cosas estaban mal, fue Chiqui Tapia. Probablemente son cosas del destino. El destino es todo. Yo no tenía a quién invitar a que subiera con nosotros. Le dije que suba con nosotros para entregar las medallas. así empezó mi relación de amistad con Chiqui”, comenzó su relato. Y luego, añadió: “Luego se creyó que Conmebol iba a intervenir la AFA y Chiqui fue elegido. La AFA creció, fue soñando y aggiornándose a los momentos que se está viviendo en el fútbol”.

Durante su momento al frente del micrófono, Domínguez contó una divertida anécdota que tiene como protagonista al presidente de la Asociación del fútbol Argentino. “Todos, cuando vamos a un partido, tenemos un ritual o una cábala. Tengo mi manera de ir al estadio. No conozco la cara de la suerte, no creo en la suerte. Pero si a la inversa, puedo reconocer la cara de la mala suerte. Hay gente que uno la ve y dice ‘para qué vino al estadio, ¿no pudo quedarse en su casa?’. Son las cosas de la vida. Estábamos en el primer partido en Qatar, y sentado al lado estaba Tapia. En 27 años no había escuchado este nombre. En cada ataque en contra de Argentina escuchaba Kiricocho. Yo pensaba que llamaba a un alien. Me quedé callado, supuse que tenía que ver con la mala suerte para el equipo contrario. No vino contra Arabia Saudita. Al segundo partido le digo ‘Kiricocho por favor aparecé, porque te vamos a necesitar. Lo digo de verdad, con sinceridad, de corazón, desde el 2016 tengo el privilegio de ser presidente en Conmebol. Al consejo de la Conmebol, a pedido mío, le voy a proponer que Tapia sea condecorado como el mejor dirigente”.

“De verdad, por mucho tiempo, pensamos que predicamos en el desierto. Pasaron muchos años. Cuando uno se acostumbra a perder, se acostumbra a las excusas, ‘no ganamos por lo que fuere’. Hablábamos mucho que ser campeones del mundo, que son 7 partidos y que se puede perder uno. Y si alguien lo creyó fue el Chiqui. No hay organización ni cuerpo sin una cabeza. Te quiero distinguir a vos, aunque los verdaderos protagonistas son los jugadores y cuerpo técnico. Lograron algo que antes no pasó, que el resto del mundo quiera ser argentino. Estábamos enamorados de esta selección. Se dio la lógica porque fueron el mejor equipo, porque ganaron la Copa América, la Finalísima. Hoy Argentina es la mejor selección del mundo gracias al trabajo de ustedes”, remarcó.

Por último, le hizo un pedido a los dirigentes del fútbol argentino: “Tenemos equipo, creemos en grande. FIFA tiene la obligación de honrar la memoria de quienes nos antecedieron e hicieron el primer mundial. El primer mundial está lejos de ser lo que hoy es un mundial. Hicieron posible que tengamos esta exposición. Hizo que la FIFA sea tan grande e importante. Esos hombres si estuvieran hoy acá se sorprenderían de lo que consiguió el fútbol. A seguir trabajando por y para el fútbol. Con el buen trabajo se consiguen buenos frutos. Acá hay dirigentes y jugadores que lo han ganado todo. Y me atrevo a dar un paso más, luego de leer el cartel del maestro Alejandro Sabella. Voy a ser osado, pero que este predio pase a llamarse ‘Tricampeones del mundo’. Ahí dice ‘Más nosotros y menos yo. Más grupo y menos individuo. Más dar y menos recibir. Hay que reconocer a los que hicieron la historia, y la hicieron los jugadores. Sé que es un tema sensible pero me siento con fundamentos para solicitar que este predio lleve el nombre de los campeones del mundo”. El centro deportivo ubicado en Ezeiza actualmente lleva el nombre de Julio Humberto Grondona.

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