Joana Sanz, la esposa de Dani Alves, visitó por primera vez al futbolista en la cárcel de Brians 2, donde se encuentra desde hace 20 días, acusado de abuso sexual a una mujer en el baño de una discoteca de Barcelona. Llegó acompañado de Bruno, un chef amigo del lateral del polifuncional jugador de la selección brasileña, al que señalan como uno de los hombres que estuvieron con él la noche en la que resultó denunciado.
Según puntualizaron los medios españoles, estuvo durante 50 minutos cara a cara con su pareja y se vio rodeada por los micrófonos que la aguardaban. Allí sólo dejó dos sentencias. Primero, desmintió que Alves se haya negado al encuentro (”es mentira”) y, luego, se refirió al pedido formal de divorcio que ya habría cursado. Si bien no lo desmintió, a juzgar por sus palabras, ante la coyuntura cuanto menos aguardaría a la resolución del caso “No lo voy a dejar solo en el peor momento de su vida”, remarcó la modelo.
El sábado, en El programa de Ana Rosa, de la TV ibérica, habían develado parte de una de las últimas conversaciones telefónicas entre el deportista y su esposa. “Dura muy poco, apenas se pueden explicar las cosas porque en este caso el tiempo es oro”, contaron en el show. “Esa llamada es la típica de la que no ‘me dejes solo en estos momentos’”, agregaron.
Si en efecto ese fue el contenido, la visita no hace más que ratificar que tuvo efecto. La situación de Dani Alves es delicada. Hay que recordar que en su declaración, el brasileño indicó que la relación sexual que tuvo con la joven había sido consentida entre ambos y que cambió hasta en tres ocasiones su versión de lo ocurrido para ocultarle la infidelidad que cometió a Joana Sanz. Sus abogados buscan probar que la denunciante ingresó al tocador por su propia voluntad y no forzada por el futbolista. Y presentaron distintos recursos para lograr que aguarde por el juicio en libertad condicional.
En las últimas horas, ocho testigos que estuvieron aquella noche en la disco Sutton dieron su testimonio frente a la nueva jueza del caso María Concepción Cantón Martín -reemplazó a Anna Marín, quien determinó que el jugador fuera detenido- y dos de las que hablaron fueron las otras dos mujeres que estuvieron en el lugar junto a la joven que habría sufrido la agresión por parte del defensor de 39 años.
Según lo expresado por las citadas declarantes, una vez que las tres salieron del lugar bailable, la chica de 23 años rompió en llanto y dejó una frase escalofriante. “Me ha hecho mucho daño”, fueron las palabras de las mujer que estuvo en el baño del sector VIP durante unos 16 minutos junto a Alves, según indicó un video que es parte de la investigación en el caso.
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