Alejandro, el hermano de Dibu Martínez, de las picadas a debutar en el automovilismo: “Soy muy competitivo, como Emi”

Se luce en el cuarto de milla en la Argentina y Brasil. Se estrena en las carreras en la Copa Bora. Es un apasionado de los fierros al igual que el arquero de la Selección, que tiene un secreto para ganarle las carreras de karting en una pista en la que se entrenó Lewis Hamilton

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Alejandro junto a su hermano
Alejandro junto a su hermano el día de la consagración en Qatar (@alemartinez_1990)

Alejandro Martínez habla rápido, suena intenso y transmite adrenalina, como su hermano Emiliano “Dibu” Martínez. Dos años más grande que el arquero campeón mundial con la selección argentina en Qatar 2022, este fin de semana vivirá una experiencia muy especial ya que debutará en el automovilismo y será en la Copa Bora en el Autódromo Provincia de La Pampa, en Toay. Es un especialista en el cuarto de milla, pero ahora tendrá un desafío ya que por primera vez correrá en pelotón, saldrá de su hábitat de una recta, deberá sortear curvas y medirse con más de un rival.

En diálogo con Infobae cuenta que “jugué al fútbol de chico, pero de hobby nomás. Era delantero”. Se dedica a su empresa exportadora de pescado y en su tiempo libre se dedica a atender la cupé Chevrolet Chevy que usa para competir en las picadas en las que corre desde muy joven. Mar del Plata integra una de las regiones más fuertes del automovilismo en la provincia de Buenos Aires, como Necochea, Balcarce, Lobería y Tandil.

“Con mi hermano siempre mirábamos las carreras de chico. Pero no éramos de ir a los autódromos, sí al safari donde mi primo corrió unos años. Después teníamos un grupo de amigos con los que íbamos a los encuentros de autos, de seis y ocho cilindros y me compré una cupé Chevy. Empezamos a armar para la calle y después me empezó a gustar el cuarto de milla y a los 18/19 comencé a correr. Íbamos a los picódromos en Mar del Plata, Olavarría y después empezamos a viajar a Buenos Aires y corrí en el Autódromo y luego en Wilde. Cada vez crecimos más y nos fuimos a Mendoza, Córdoba y ahora vamos a correr directamente a Brasil, en Velopark”, cuenta. El escenario brasileño de Porto Alegre es uno de los mejores del mundo para las picadas. “En Brasil corrí una sola vez y terminé segundo porque se me trabó la caja así que vamos por la revancha ahora. Es una pista rankeada mundialmente y es una de las mejores. Tiene pegamento en el asfalto para evitar que el auto se corra. Tené en cuenta que son 1.500 caballos de potencia”, apunta.

Alejandro en acción en el
Alejandro en acción en el picódromo de General Lavalle, Mendoza (@picadas_de_lavalle_oficial)

Explica que en el ámbito de las picadas hay “200/300 coches en cada encuentro sumando todas las categorías. Cuando tengo tiempo libre le metemos mano al auto. A la tardecita o los sábados nos juntamos con los chicos. A la Chevy la preparamos en el galpón de casa con dos amigos que son mecánicos, ‘El Barba’ Martín y Gonzalo Cruz. Con ellos lo armamos, todo a pulmón”.

Cuenta que “corro cada quince días y campeonatos no puedo correr porque viajamos mucho. En Brasil son cuatro veces al año y la próxima fecha es el 17 de abril”.

Sobre qué se siente cuando corre en el cuarto de milla, describe que “es una adrenalina bárbara. Tiene 1.6 de gravedad en la salida. Son autos muy fuertes. Acá tenés que ir derecho y lo que menos hacen es ir en esa dirección, pueden llegar a ser indomables. Es una euforia muy rápida porque son solo seis segundos en 200 metros y tenés que estar muy pulido tanto el auto como uno”.

Suele obtener buenos resultados y confía que “ganamos tres veces la Copa de las Naciones que se hace una vez por año”. Revela que para poder vencer es clave “desarrollar el auto y trabajar como hacen todos los equipos. En la suspensión, en la aerodinámica y el grip (adherencia) cambia en cada pista”. Aunque más allá del resultado subraya que “el cuarto de milla es un ambiente familiar, pero en los últimos años se hizo muy competitivo. Los autos van muy parejos y mucha diversidad de autos”.

Alejandro Martínez en una picada con la cupé Chevy

Pide pista

Este fin de semana desde Inglaterra el Dibu seguirá la actividad de Alejandro. Salvo el mediodía del sábado en el que deberá jugar para el Aston Villa ante el Leicester City por la fecha 22 de la Premier League, el guardameta de la Selección estará pendiente de su hermano que tendrá su bautismo en el automovilismo. La chance se dio en el equipo Daebak Group que está a cargo de su amigo Matías Chas, quien también es piloto corre en el Turismo Pista, una categoría nacional que suele tener más de 100 autos entre sus tres clases. “Con Matías Chas hemos trabajado juntos y él me dijo ‘te voy a invitar un día’ y le dije ‘me subo para probar un auto’. Después se olvidó de avisarme y ahora llegó la primera fecha así vamos directamente al autódromo. Es un circuito rapidísimo. Va a estar divertido, en la recta voy a andar bien, me tengo fe”, afirma.

Según su primera experiencia analizará la posibilidad de hacer todo el año: “Voy a ver cómo me siento, cómo anda todo, pero trataré de hacer toda la temporada. Uno tiene la pasión y si fuese por mí correría todos los fines de semana”.

Si bien confiesa que “yo soy muy competitivo, como mi hermano. Crecimos juntos”, aclara que “estoy ansioso, con ganas de correr, pero voy con la idea de tratar de aprender lo más rápido posible para poder avanzar. Pero principalmente pienso en participar y divertirme, que es fundamental en este deporte. Trataré de llegar. No digo ganar porque tendría una autoestima muy alta”.

Alejandro rumbo a la recta
Alejandro rumbo a la recta para largar una picada junto a impecable cupé Chevy (Alejandro Martínez)

Recuerda que junto a su hermano “seguimos muchos años la Fórmula 1 y el TC, pero una vez que él se fue no siguió mirando mucho”. Cuando se juntan suelen despuntar el vicio en el karting, actividad que arrancaron en el kartódromo de su ciudad y luego siguieron en el Reino Unido: “Le gustan los karting y siempre vamos a correr y nos divertimos. Hemos ido muchas veces en Inglaterra en un circuito en el que se entrenaba Lewis Hamilton. Es karting con dos motores, ¿sabés cómo van? Sacamos turno y vamos cuando hay carrera y nos divertimos con gente común. Emi me caga porque tiene 15 kilos menos y me saca ventaja en las curvas”.

En tanto que es posible que el Dibu se ponga al volante de un auto de carrera en un tiempo y revela que “cuando venga en junio capaz que se sube a alguna categoría o algún auto. Lo que pasa es que cada vez que viene nos tocaron días fríos y nos vamos para otro lado”.

El Volkswagen Bora de Alejandro
El Volkswagen Bora de Alejandro lleva el número de su hermano (Carburando)

Al ser hincha de Chevrolet, Alejandro indica que sus ídolos en el automovilismo son “Marcos Di Palma, Juan María Traverso y en los últimos años Agustín Canapino (15 títulos nacionales y debuta en IndyCar este año), por la marca. También Christian Ledesma (campeón de TC 2000 en 2004 y de TC en 2007) que es de acá y Lionel Ugalde (ex piloto de TC que corrió con Ford y Torino). Suma a ‘Lalo’ Ramos (campeón de TC en 1994), que ha venido al taller a tomar mate”.

Su bautismo de fuego es este viernes en los primeros entrenamientos. El sábado se llevará a cabo la clasificación y el domingo a las 12 la final. El circuito de Toay tiene dos rectas largas y curvas rápidas. Allí Alejandro Martínez fue con las ganas de aprender y terminar lo más adelante posible. En el Mundial Qatar 2022 acompañó y alentó al Dibu y ahora éste le hará el aguante desde Inglaterra.

Agradecimiento: Julián García

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