A casi 10 días de ser detenido por una denuncia en su contra que lo acusa de una presunta agresión sexual a una mujer en la discoteca Sutton el pasado 30 de diciembre, la vida para Dani Alves cambió de manera abrupta. Después de participar con la selección de Brasil en el último Mundial de Qatar, y mientras seguía activo como jugador de Pumas de México, el histórico lateral brasileño ahora está en prisión.
Detenido en en el centro penitenciario de Brians 2 ubicado en Barcelona, el experimentado jugador de 39 años atraviesa uno de los peores momentos de su vida. A la espera de que su defensa interpongan un recurso para revertir la orden de prisión preventiva que acordó el viernes la jueza “por una causa abierta por delito de agresión sexual” como había solicitado la Fiscalía, se conocieron nuevos detalles de la estadía del defensor en el penal.
Según pudo reconstruir el diario La Vanguardia, Alves jugó su primer partido de fútbol en prisión el pasado jueves. “Se asomaron discretamente funcionarios, profesionales externos, personal de la dirección y la totalidad de los reclusos del módulo vecino, que se pegaron al vidrio para no perder detalle”, indicó el medio español sobre el reencuentro del lateral que supo ser compañero de Lionel Messi en el Barcelona.
El periódico indicó que los directivos de la cárcel en Sant Esteve Sesrovires donde reside el brasileño tomaron la decisión de colocar una tela que impida la visión entre los dos módulos -en el que se encuentra Alves y el contiguo- para que los vecinos del futbolista recuperen su “normalidad” y de esta forma puedan regresar a sus actividades. Del mismo modo para los días futuros de Alves, para que el defensor pueda volver a jugar al fútbol “sin tanto público entusiasta”.
Más allá de las fuentes internas y externas que consultó el medio español, también deja en claro que ningún interlocutor puede dar el mínimo detalle sobre los días de Dani Alves en la cárcel, ya que los responsables de instituciones penitenciarias advirtieron de que cualquier filtración será duramente sancionada.
Después de jugar al fútbol con otros reclusos, el futbolista acusado de violar a una joven de 23 años se reunió con sus nuevos abogados Cristóbal Martell y Arnau Xumetra. El diario detalla que el primer sirvió como presentación y en el que también se le presentaron a Alves los argumentos del recurso. En esa charla, el ex Juventus no le preguntó sobre si había alguna chance de conseguir la libertad provisional. También le aclaró a Martell que no tenía ninguna intención de fugarse.
Además de pautas sobre su defensa, el brasileño dejó en claro con su nuevo letrado su postura sobre recibir a familiares estando detenido. Por el momento, Dani Alves no quiere recibir la visita de sus padres, especialmente de Lucia, su madre, quien está hospedada en un hotel de la capital catalana. El jugador ganador de más de 40 títulos no tiene deseos de que su mamá lo vaya a ver a prisión, ya que “asegura sentir vergüenza” de que la persona que le dio la vida lo visite en la cárcel.
Es importante recordar que Alves fue ingresado a un módulo donde hay denunciados por delitos de índole sexual y cuyas sentencias aún no fueron dictadas, es decir, que todos están en una situación similar. Curiosamente, su compañero de celda es un brasileño a quien apodan Coutinho, aunque nada tiene que ver con su ex compañeros de la selección de Brasil, y que durante un tiempo se desempeñó como seguridad privada del ex jugador Ronaldinho. Por eso el conocimiento previo entre ambos.
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