El River Plate de Martín Demichelis: las novedades tácticas de un equipo que crece en los cimientos de la era Gallardo

Llegó al fútbol argentino tras una enriquecedora primera experiencia en el Bayern Múnich y paulatinamente empieza a instalar su filosofía en un plantel ganador que necesitaba reestructurarse

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Martín Demichelis debuta oficialmente este sábado como DT de River Plate.
Martín Demichelis debuta oficialmente este sábado como DT de River Plate.

A Martín Demichelis le llegó la hora de su reestreno en el fútbol argentino, que mucho ha cambiado desde que él se marchó para dar el salto a Europa. Su debut oficial como director técnico de River Plate será este sábado frente a Central Córdoba en Santiago del Estero por la primera fecha de la Liga Profesional (LPF). Es también su primera prueba como DT a cargo de un plantel de Primera División, ya que viene de trabajar con juveniles en Alemania, donde se radicó tras finalizar su carrera como jugador. Su experiencia hasta aquí es poca pero muy enriquecedora: fue ayudante de campo de Míchel González en el Málaga y trabajó en las juveniles del Bayern Múnich, donde alzó 10 títulos nacionales en su etapa como futbolista y se ganó una posibilidad de dirigir al Bayern II tras un par de temporadas satisfactorias al mando del equipo Sub-19.

Su desembarco en Núñez es un desafío mayúsculo. Demichelis ha asumido la titánica tarea de reemplazar a Marcelo Gallardo, el gran artífice de la última etapa dorada que tuvo el club, quien dejó su cargo el pasado mes de noviembre tras haber conquistado 14 trofeos en poco más de ocho años. Aunque en la pretemporada que inició con un amistoso en San Luis y continuó con varios partidos de exhibición en los Estados Unidos, ha demostrado que puede encabezar esa necesaria reestructuración y aprovechar la base futbolística que tiene el plantel para instalar su estilo de juego.

Sus años como jugador lo vieron integrar planteles de clubes de élite como Bayern, Atlético Madrid o Manchester City; además de disputar dos Mundiales y una Copa América con la Selección. Puntualmente en la Bundesliga, Micho estuvo a las órdenes de varios estrategas ilustres del fútbol germano como Jupp Heynckes, Felix Magath, Ottmar Hitzfeld, Jürgen Klinsmann o Louis van Gaal, quienes influyeron mucho en la construcción de su perfil como DT. “Magath era un entrenador duro, me enseñó que no se puede ganar sin disciplina. Hitzfeld siempre mantuvo la calma, eso es muy importante como entrenador. Van Gaal me enseñó la importancia del control, el pase y el movimiento de la pelota”, reconoció en una entrevista con el portal SPORT1 en abril de 2020, en la que también dijo que siempre tuvo claro que quería ser entrenador. Además, trabajo con otros técnicos prestigiosos como el chileno Manuel Pellegrini (lo tuvo en tres equipos, incluído River), Quique Sánchez Flores o Cholo Simeone; y su formación académica fue en Italia, donde obtuvo la Licencia UEFA Pro. Es decir, su camino previo a convertirse en el sucesor de Gallardo le dio herramientas suficientes para asumir semejante compromiso en la institución donde creció como futbolista.

Martín Demichelis conoce a la perfección los pasillos de Estadio Mâs Monumental y ha tomado el cargo de entrenador con la confianza con la que alguien regresa a su casa; además de que su cuerpo técnico lo ha conformado con dos ex caudillos del técnico saliente: Poroto Lux, muy cercano a él porque fueron compañeros, y Javier Pinola, quien también ha pasado gran parte de su carrera en el fútbol alemán y fue rival suyo en el derbi bávaro.

Bajo su ala, River Plate ha completado una etapa de preparación de menor a mayor. Hay un abismo entre el rendimiento del empate 0-0 contra Unión La Calera en San Luis y el sólido triunfo por 3-1 ante Racing de Montevideo en Ezeiza; pasando por las victorias sobre Monterrey (1-0), Millonarios (2-0) y Vasco da Gama (3-0) de la gira de amistosos por los Estados Unidos. En cinco partidos, el River de Demichelis no sufrió derrotas –con el equipo chileno cayó por penales tras la igualdad sin goles– y su defensa no fue vulnerada. Ha comenzado a trazar una línea de juego bien definida y su balance de la pretemporada tiene más aspectos positivos que negativos.

Demichelis empieza a desarrollar sus ideas en un plantel acostumbrado a la máxima exigencia con Gallardo.
Demichelis empieza a desarrollar sus ideas en un plantel acostumbrado a la máxima exigencia con Gallardo.

Más allá de que reemplazar a Gallardo le propuso un gran reto en su primera gran experiencia como técnico, también está claro que le ha dado cimientos firmes para desarrollar su modelo de juego. Tiene a su disposición un grupo de jugadores acostumbrados a la exigencia máxima en los días de entrenamiento y que juegan a muy alta intensidad durante los partidos. Se ha marchado Juanfer Quintero pero regresó Nacho Fernández, quien se quedó con el número 10 y expuso su liderazgo dentro de la cancha en los amistosos. También volvió Matías Kranevitter pero sufrió una grave lesión de tobillo en el primer compromiso de la pretemporada que lo tendrá inactivo por un largo tiempo. Enzo Díaz fue el último refuerzo en sumarse y se aguarda por la contratación de Salomón Rondón, quien llegará desde la Premier League sin demasiado rodaje –no juega oficialmente desde octubre– pero siendo el máximo goleador histórico de la selección de Venezuela (hizo 7 goles en 10 partidos con la Vinotinto en 2022) y con la expectativa de aportar mucha jerarquía en el ataque si recupera su ritmo. Estos jugadores atraviesan un lógico proceso de adaptación a las nuevas directivas pero es evidente que empiezan a incorporar automatismos colectivos y a funcionar cada vez mejor. La rigidez se diluyó con el correr de los partidos, comenzaron a tener cada vez mayor naturalidad en las distintas fases del juego.

El 4-1-3-2 parece ser su esquema predilecto, aunque también ha utilizado otros dibujos tácticos (4-2-3-1 o 4-1-4-1) en los duelos de preparación. Después de un deslucido y friccionado partido contra Unión La Calera, donde hubo muchas faltas sistemáticas que boicotearon la construcción del estilo, vino el triunfo frente a Rayados de Monterrey en Austin, donde el equipo demostró mucho más dinámica que en el estreno y expuso los primeros brotes verdes con secuencias de pases interesantes. Una tendencia que se extendió luego a los compromisos contra Millonarios y Vasco Da Gama, convirtiéndose en una de las principales novedades estratégicas con respecto al ciclo de Gallardo. Este River apunta menos al juego directo, prefiere tener más control de pelota y construir sus ataques con mayor paciencia. Demichelis le ha quitado cierta verticalidad pero con la idea de dominar el juego desde la tenencia y sin dejar de ser audaz en la presión. La intención del nuevo entrenador es dividir lo menos posible la pelota e intentar imponer condiciones desde la posesión.

“Vamos a tratar de ir en busca de los partidos y de alguna manera tener el control del partido. Tener el control no significa a los 5 minutos ponerse en ventaja de 2-0 o 3-0. Pero sí sentirnos cómodos dentro del partido, con las dos estructuras, las cuales defino yo en fase ofensiva y fase defensiva. Tener ese control y esa seguridad, o esas buenas sensaciones que te hacen sentir vivo en los partidos; incluso quedó demostrado en la pretemporada que le fuimos encontrando la vuelta con el correr de los minutos a cada partido (...) Dentro de ese protagonismo que vamos a buscar, hay que intentar leer, los jugadores ese día tienen la posibilidad de disfrutar de un partido, donde hay millones de tomas de decisiones”, explicó Demichelis en su rueda de prensa previa al viaje a Santiago del Estero.

Nacho Fernández ha regresado al club para liderar al equipo de Demichelis en el campo de juego.
Nacho Fernández ha regresado al club para liderar al equipo de Demichelis en el campo de juego.

En este sentido, será importante para sus jugadores empezar a comprender el libreto y aclimatarse a la nueva dinámica, que implica menos golpe por golpe y más compostura para conseguir la superioridad. Los movimientos sin pelota pueden resultarles más familiares porque ejercen la misma presión alta y apuntan a recuperar el balón lo más rápido que se pueda tras la pérdida como lo hacían con Gallardo, pero con la tenencia ahora tienen que ser más metódicos y salir de atrás con la pelota al ras del césped siempre que sea posible. Es lógico que todavía esos mecanismos no están bien aceitados, que River cometió muchos errores no forzados durante los partidos de pretemporada que le permitieron a sus rivales de turno generar peligro con mucha facilidad. Las estadísticas dirán que solamente recibió un gol en 450 minutos pero las sensaciones en el plano defensivo no han sido tan buenas.

Hubo reiterados errores en la línea de fondo que seguramente hayan generado preocupaciones en Demichelis y su cuerpo técnico. La imposibilidad de afianzar a cuatro jugadores se sumó a los desajustes típicos de cualquier inicio de ciclo, lo que fue quizás lo más preocupante dentro del funcionamiento del equipo. Afortunadamente, los arqueros Ezequiel Centurión y Franco Armani estuvieron en buen nivel para sostener la valla invicta en cuatro de los cinco amistosos. Demichelis dejó en claro ante la prensa que confía en que sus jugadores puedan adaptarse a construir el juego desde atrás y también dejó en claro que la dinámica del fútbol argentino y determinados rivales pueden generar más opciones para las salidas desde el fondo con pelota.

“Yo propongo, entrenamos, intentamos buscar una evolución, que las cosas salgan, y después los jugadores deciden en el campo. Sí que estoy 100% convencido que si un rival te viene a presionar con tres, hay que salir jugando; si viene a presionar con cuatro, hay que salir jugando. Si viene a presionar con cinco, hay que prestar más atención. Y si viene a presionar con seis, ya no hay más pase corto, el pase es más largo. Ya es matemática. Con los tres de arriba, más uno más, seguramente es un mano a mano. Uno contra uno. Depende de la fase del partido, depende también del rival. Ahora, si vienen a presionar con tres y tenemos la línea de cuatro, más un volante o dos volantes (seis), más el arquero (siete); si la tiro larga, tengo tres arriba o cuatro, contra seis o siete jugadores del rival. Yo trabajo en todas las probabilidades. Si la tiramos larga, créeme que vamos a hacer goles. Y alguno de esos tres le van a ganar a los siete rivales, la van a pelear, y se la van a quedar, van a tener suerte… es poco probable. Tampoco vamos a ser tontos. Te vuelvo a repetir: tenemos plan A, plan B y plan C. Después los jugadores tienen sus sensaciones de seguridad, confianza o desconfianza, está el pasto alto o bajo, hay barro, lluvia, rival. Si Franco Armani no tiene la sensación de salir jugando, no va a salir jugando. Le doy las opciones para que tenga pases para salir jugando, después decide él en el campo. Y si por rival, por tiempo o por sensaciones propias, no hay plan A, plan B y plan C; no funciona, no hay buenas sensaciones o no hay seguridad, no hay problema. Pero en algún momento de la temporada la vamos a encontrar. No les pido nada que no hayamos entrenado. Si viene un equipo como el que me imagino del Gringo Heinze haciéndome uno contra uno en toda la cancha, ¿para qué vas a salir jugando ahí? Si no hay pase. Está el uno contra uno allá tres, hay tres contra tres”, aclaró el flamante DT del Millonario.

Una de las variantes tácticas que ha elegido Demichelis para fomentar esos avances progresivos con pases cortos es que laterales, quienes solían dar la amplitud y ser profundos durante la etapa del Muñeco, ahora pisan los carriles interiores y se posicionan habitualmente más cerca de los mediocampistas. Los extremos son quienes hacen ancho el terreno de juego, transformándose en los nuevos encargados de desbordar para generar peligro por fuera. “Los laterales tienen que saber leer, la toma de decisiones es la que va a marcar la diferencia. Jugando con extremos nos da posibilidad de posicionarnos por dentro con los laterales y si los extremos se meten entre el central y el marcador de punta, pueden ir por afuera. Vamos mutando”, sintetizó Demichelis tras el partido contra Rayados.

Demichelis asume el desafío de ser DT con el valor agregado de conocer a institución en la que creció como futbolista.
Demichelis asume el desafío de ser DT con el valor agregado de conocer a institución en la que creció como futbolista.

Este River Plate ha logrado recuperar algunos jugadores que fueron mayormente baja el año pasado como Robert Rojas, Rodrigo Aliendro o Emanuel Mammana, ya reincorporados en la dinámica competitiva; mientras que hubo rendimientos destacados de futbolistas que no venían en buen nivel como José Paradela, quien parecía que iba a salir del equipo pero terminó siendo uno de los jugadores más destacados al asumir un papel más creativo, pone su calidad técnica y su lectura al servicio del resto. O también Miguel Borja, autor de 11 goles los últimos 11 partidos entre oficiales y amistosos, un delantero de jerarquía que empieza a ser cada vez más determinante. Cuando se sume Salomón Rondón, habrá otro delantero con las características físicas y técnicas de un 9 clásico. Demichelis ya adelantó que podrían compartir ataque en algún momento. “Borja y Rondón pueden jugar juntos, no tengo dudas. Tienen jerarquía y una contextura física importante. También puede jugar cualquiera de los dos con (Lucas) Beltrán, la competencia interna de ellos tres dirán para qué están y para qué estamos”, indicó. Y hay que sumarle la aparición del juvenil Franco Alfonso, otra de las caras más refrescantes que tuvo River en la pretemporada. Es un volante ofensivo de solamente 20 años que tiene mucho talento y ha demostrado personalidad para empezar a entrar en la rotación de un plantel que necesitaba cambiar de aire tras un desgaste natural de ocho temporadas con Gallardo.

Hace dos décadas, Martín Demichelis tuvo que dejar esa institución en la que creció como futbolista para comenzar a escribir sus primeras páginas en el fútbol de Alemania, donde dio sus primeros pasos como DT. La expectativa de los fanáticos de River Plate es alta porque el equipo ha dejado una imagen positiva en la preparación y porque saben que su nuevo entrenador entiende la idiosincrasia del club. “Yo tengo mis gustos, algunos sistemas pasan mejor que otros para las características del jugador de River, pero está claro que no vamos a resignar lo que marca la historia de River. El protagonismo, la disciplina, el respeto, el deseo de superación. La idea de River no es una forma de jugar sino un estilo de vida”, consideró Demichelis en la previa a su debut oficial en el fútbol argentino, donde solamente disputó 52 partidos como jugador pero aspira a recorrer un camino más largo como técnico.

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