La situación legal de Dani Alves luego de haber sido detenido acusado de agredir sexualmente a una mujer de 23 años es cada vez más complicada. El futbolista, que fue despedido del Pumas de México tras quedar en prisión, acaba de cambiar de estrategia legal con el fin de conseguir la libertad mientras se lleva adelante la investigación.
Los medios españoles sigue de cerca el caso y en las últimas horas se conocieron más detalles que exponen la versión que realizó el brasileño en el juzgado de instrucción número 15 de Barcelona antes de ser trasladado al centro penitenciario Brians 1. El diario El Periódico reveló hoy que las fuentes judiciales pudieron cotejar la declaración formal de la víctima con su primera declaración informal en la discoteca Sutton por un detalle: uno de los oficiales de los Mossos d’Esquadra llevaba prendida su cámara unipersonal por error.
Esto hizo que, sin quererlo, se obtuvieran las primeras declaraciones de la joven en primera persona durante la madrugada del 31 de diciembre. Si bien las imágenes no trascendieron, el medio español informó que en esa descripción del hecho captada por la cámara se podía ver el llanto desconsolado de la mujer y el estado de nerviosismo que padecía en ese momento. Al mismo tiempo, aseguraron que en la grabación se escuchaba a la mujer decir que se sentía “avergonzada” y “culpable” por lo que había sucedido dentro de la discoteca.
La aparición de los Mossos d’esquadra en el lugar se produjo por el rápido accionar de la discoteca, quien aplicó de inmediato el protocolo contra agresiones sexuales después de que el portero del local encontrara llorando a la víctima. “¿Qué pasa? ¿Mal de amores?”, le preguntó al ver sus lágrimas, según detalló el periódico ABC. Fue entonces cuando alguien le respondió que no, que su llanto se debía a que había sufrido una agresión sexual. Inmediatamente se contuvo a la mujer y se llamó a las fuerzas de seguridad.
Después de ese primer encuentro que tuvo con los Mossos d’esquadra, la denunciante fue trasladada al Hospital Clinic, centro médico al que deben acudir las víctimas de agresiones sexuales en la ciudad condal. Tras los exámenes pertinentes realizados en su cuerpo, se hallaron lesiones similares a las de un forcejo (por sus lesiones en la rodilla), así como también evidencias de un acto sexual (se encontraron restos de fluido seminal). Al mismo tiempo, detallaron que la joven estaba “orientada” y se expresaba con coherencia cuando arribó al lugar.
Cabe mencionar que dos días después de aquella noche de pesadilla, la joven acudió a las autoridades para formalizar la denuncia con el informe médico correspondiente. Luego, el 20 de enero, volvió a presentarse ante la jueza manteniendo siempre el mismo relato.
Esto contrasta con lo sucedido con Dani Alves. El diario Sport asegura que la Unidad de Agresiones Sexuales de las fuerzas de seguridad catalanas emplearon un silencioso plan para detenerlo. Esperaron durante varios días su retorno a España, ya que suponían que iba a viajar a Europa para estar presente en el funeral de su suegra. “El cuerpo autonómico tenía bastante claro que antes o después Dani Alves regresaría a nuestro país”, explicó el citado medio. La noticia sobre la acusación de ataque sexual se había filtrado previamente por un diario, sin embargo el pasado viernes el brasileño viajó a España para estar en el entierro de la madre de su pareja. “Era la oportunidad perfecta para detenerle, trasladarle a comisaría y que prestase declaración”, aclararon en el medio.
No presentó resistencia a la requisitoria policial, pero cuando se sentó ante la jueza, aseguran, planteó una serie de contradicciones en su relato y hasta mostró algunos pasajes que contrariaban con lo que había dicho en un video que difundió la cadena Antena 3. Decidieron dejarlo detenido sin posibilidad de abonar una fianza.
QUÉ SUCEDIO EN LA DISCOTECA
Según explicó la joven, ella había ido a la discoteca con dos amigas. Después de ingresar, subieron a la zona VIP junto a un grupo de chicos mexicanos y fue allí cuando el camarero se acercó a ellas para decirles que “alguien” quería invitarlas a su mesa.
Tras desestimar la invitación en un primer momento, finalmente accedieron. “El grupo de chicos mexicanos que habíamos conocido antes fue el que se dio cuenta de que era Dani Alves. Me enteré por ellos”, contó la víctima a los investigadores según ABC.
Automáticamente, el jugador comenzó a acercarse para bailar y tocar a una de ellas hasta que se puso detrás de la víctima y le dijo cosas que ella no logró entender porque, según aclaró ante las autoridades judiciales, las habría dicho en portugués.
Minutos después, y luego de intentar llevar a la fuerza la mano de la víctima a su pene en varias ocasiones (”Lo hizo dos veces, la segunda con mucha fuerza, y la volví a retirar”, especificó la denunciante). Alves tomó su brazo y la llevó hacia una puerta: “Pensé que detrás habría otra zona VIP”.
A partir de ese momento, no hay evidencia visual de lo que sucedió dentro de lo que terminó siendo un baño VIP, ya que allí no hay cámaras. Ese hecho se deberá reconstruir en base a testimonios. En sus declaraciones, la mujer afirmó que ni bien entró quiso salir pero que el ex PSG se lo impidió: “Le dije que me quería ir y él me contestó que no me podía ir de allí”. Incluso la obligó a hacerle una felación y decirle que era su “putita”, afirmó.
Luego, declaró, le levantó su vestimenta y la forzó a mantener relaciones sexuales: “Me subió el vestido y me hizo sentarme encima de él. Me agarró por la parte de atrás de la cabeza, no sé si también del pelo y me tiró al suelo, me hice daño en la rodilla. Estuvo un rato pegándome en la cara, sentí que me ahogaba, no porque me estuviera apretando, sino por la angustia que estaba sintiendo”.
Finalmente, la mujer detalló que tras el ataque el jugador le dijo que él iba a salir primero del baño: “Él se apartó y empezó a vestirse, así que me levanté yo también y me giré para abrir la puerta, pero me dijo: ‘Tú no te vas a ir de aquí, salgo yo primero’”
Las cámaras volvieron a registrar movimientos 16 minutos después, cuando el brasileño abrió la puerta y salió directamente a pedir una copa. Se quedó solo, alejado de su grupo de amigos y sin conversar con nadie. La joven, por su parte, salió unos segundos después en busca de su amiga y se marchó junto a ella rápidamente.
El diario El Periódico afirmó que la víctima confesó durante el interrogatorio que temía que se filtre su nombre a la prensa o sus datos personales, entendiendo la resonancia que podría tomar el hecho por ser Dani Alves una persona de alta exposición pública. Sin embargo, la Ley de Enjuiciamiento Criminal prohíbe que se divulgue o publique información o imágenes que estén vinculadas a la víctima de los hechos que se denuncian para protegerla.
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