Fue una de las escenas más emotivas de la final del Mundial de Qatar. Lionel Scaloni se persigna, levanta la cabeza y explota en llanto. La escena se hace viral. El que viene corriendo para darle un abrazo es Leandro Paredes, uno de esos nombres que se convirtió en pilar de su ciclo pero que llegó físicamente tocado al Mundial y no tuvo el protagonismo que se esperaba de él. Ambos celebran emocionados, pero ese video quedará para la historia. El entrenador, literalmente, parece detonar su emoción cuando ve a su dirigido.
“En ese momento decís... Uf, se acabó, qué alivió, lo conseguimos pero que alivio”, reflejó sobre las sensaciones que recorrieron su cuerpo en una entrevista con Universo Valdano que se emite por el canal Movistar. Aunque fue visualizar al mediocampista de Juventus lo que terminó por hacerlo llorar: “Lo veo venir a él llorando de frente. Había sufrido Leandro, había entrado al equipo, salido del equipo”.
“Tiene algo de simbólico eso. Un jugador que empieza la final de suplente venga y te diga gracias”, le comentó en la entrevista Jorge Valdano, el campeón del mundo en 1986 que actualmente tiene un programa de entrevistas. “Sí, increíble... Él llegaba justo, había tenido una lesión, verlo a él emocionado, a mí me hizo emocionar también. Fue un abrazo muy lindo”, reconoció. “Hubo un momento clave en el que me largo a llorar porque me di cuenta lo que hicimos. Tenía la cabeza en el Maracaná en 2021, cuando ganamos la Copa América. Me senté en el banco, 20 o 30 segundos y fueron los mejores desde que estoy en la Selección, junto a los de Maracaná”, agregó.
No fue del único video viral que habló, ya que también hizo referencia a las lágrimas de Pablo Aimar, su ayuante de campo, tras el gol ante México en el segundo partido. “Hubo mucha lágrima en el Mundial, las de Aimar en el partido con México. Pablo venía con un problema familiar, la distancia y la importancia del partido que íbamos empate con ellos. Pablo viene de festejar el gol y emocionado, agitado; yo solo quería hablar del cambio que íbamos a hacer porque no me di cuenta que lloraba. Yo le contaba el cambio y después me di cuenta. En el segundo gol me pasa a mí, yo me emociono”, detalló.
En esta extensa entrevista en Mallorca, donde vive con su esposa Elisa Montero y sus dos hijos, Scaloni también habló sobre el liderazgo de Lionel Messi: “Es un líder, lógicamente futbolístico, pero cuando habla te puedo garantizar que dice las palabras justas. Y lo que le transmite al compañero yo no lo vi nunca, en ninguna persona. No futbolística eh, en ninguna persona vi todo lo que puede transmitir”.
“Increíble. Es difícil. Te lo puedo contar, pero tendría que vivir la gente lo que él transmite cuando habla, cómo lo miran los compañeros, la manera que lo miran, con admiración. Es muy difícil de explicarlo”, resumió.
Entre otras perlitas que reveló en esta entrevista, recordó cuando fue compañero de Messi durante el Mundial de Alemania 2006 y contó el reproche que le hace hoy en día la Pulga: “En el mundial de 2006 estaba Leo. Yo ya mayor y él un joven. A día de hoy me dice que no lo trataba bien, pero en plan broma. Le abrimos las puertas porque veíamos lo que era. Siempre fue un chico muy educado, muy callado. El día de su debut que lo expulsan estaba indignado. El primer pase que recibe la selección Argentina con Leo es mío y al minuto y medio lo expulsan”.
También expresó por qué desea verlo dentro de las canchas durante el Mundial del 2026 que se celebrará en Estados Unidos, México y Canadá: “Sabiendo que él es feliz adentro de una cancha y feliz con la camiseta de la Selección. Y que la edad para todos, e incluso para él es un handicap, pero seguramente tenerlo adentro de un grupo y que tenga la 10 en un Mundial generará algo. Yo se la dejaría ahí, después ya veremos”.
Scaloni comentó que decidió mantenerse en Europa a pesar de tomar el mando de la selección argentina y aclaró que es una “suerte” tener su hogar en Mallorca porque allá “se está tranquilo, se vive bien”. Y explicó que fue la esposa de Alejandro Sabella quien le dio un consejo al respecto: “Hablando con la mujer de Sabella, ella nos aconsejó vivir a fuera. Eso se la guardó Alejandro por el “qué dirán” y fue una de las cosas que la esposa nos dijo a nosotros. Sería bueno que el cuerpo técnico estuviera fuera del país por la experiencia que había vivido. Estamos más cerca del jugador y esa fue una de las claves del proceso. Creo que tiene todo positivo”.
Sin embargo, el cuerpo técnico divide sus tareas para tener presencia permanente en el país: “En Argentina están Pablo Aimar y Ratón Ayala. Pablo trabajando en las juveniles. Son buena gente. Aunque hablemos de futbol, al final eso influye si sos buena gente, si todo lo que haces lo haces con el corazón, eso al jugador llega. A Walter Samuel le conozco de toda la vida, a Pablo igual. Al futbolista podes mentirle una vez, pero ya a la segunda no te cree. En cambio si le decís la verdad, puede que le duela al primer partido, al primer entrenamiento y ves que actuamos de la manera que actuamos el jugador lo entiende”.
El líder de la Scaloneta rememoró que hizo su primer curso de entrenador en el 2011 mientras jugaba en Lazio y contó la experiencia trunca que tuvo en el colegio de sus hijos con 8 años: “Yo quería hacerles jugadas, triangulaciones... Me tuvieron que venir a decir que no hiciera eso. Me di cuenta que no era para mí. Me fui a otro club con chicos de 14 años y ya sí me sentía muy cómodo”.
También repasó cómo se dio el desembarco al cuerpo técnico de Jorge Sampaoli en Sevilla: “Mi papá y Sampaoli eran muy amigos. Él siempre ayudaba a mi padre en el banco, porque Jorge trabajaba de banquero. Cuando surge que va a Sevilla, yo me ofrezco a ir, inclusive gratis, porque me gustaba la experiencia. Él venía a Europa después de estar siempre en Sudamérica y le podía dar una mano, porque conocía España y empezamos ahí en Sevilla. Pasa que después lo llaman de la Selección y nos vinimos”.
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