La histórica gesta de la selección argentina en el Mundial de Qatar rompió una racha de 36 años sin Copas del Mundo, pero también fue la culminación de un ciclo iniciado sobre la marcha al mando de Lionel Scaloni. “Era agosto y en septiembre había dos partidos en Estados Unidos. Me dicen: ‘tenés que decidir hoy si vas a dirigir esos dos partidos’ y yo ni lo dudé”, revivió el entrenador en una entrevista reciente sobre su inicio en el banco con victoria ante Guatemala y un empate a cero ante Colombia.
En una profunda charla con Jorge Valdano en el programa Universo Valdano emitido por el canal español Movistar+, Scaloni se refirió al llamado recibido por parte de un directivo de la AFA en medio del torneo de l’Alcúdia, donde fue campeón con la categoría sub 20: “Estábamos con mi staff y les pregunté qué pensaban. Les dije ‘vamos a estos dos partidos y después creo que se termina, van a buscar a otro entrenador’”. Junto a Pablo Aimar definieron sus primeros convocados a la Albiceleste en un lugar paradisíaco: “Me acuerdo hasta el día de hoy estar con él en una playa de Valencia caminando y yo pensando la lista. Es un recuerdo imborrable. Estaba feliz”.
“A la Selección le iba bien porque había perdido dos finales de Copa América y una de un Mundial con una generación de futbolistas irrepetibles. Había que refundar la Selección o traer gente que sintiera que la posibilidad era cercana”, aseguró con la mirada puesta en lograr un título después de la Copa América 1993, que había sido el último trofeo conseguido por el elenco nacional.
En este sentido, blanqueó cuál fue su primer mensaje a sus nuevos dirigidos: “Empezamos a llamar nombres que por el momento eran desconocidos, pero que nosotros veníamos viendo porque nos gustaba el fútbol. A cada uno que venía le decíamos: ‘queremos que te pongas la camiseta mañana en el partido y que no te la saques más. Depende de vos’”. Su inexperiencia como entrenador principal fue una de las críticas más escuchadas en sus inicios: “En ese momento yo tenía que convencer a la dirigencia y a la opinión pública. Al jugador creo que fue lo más fácil, siendo sincero. La opinión del jugador al final convenció a la dirigencia”.
Los primeros ocho encuentros de su ciclo contaron con un ausente de lujo: Lionel Messi. Pero en la mentalidad de Scaloni estuvo presente desde el minuto cero: “En Alcúdia le hicimos una videollamada, sabiendo que él no iba a venir a los primeros amistosos. Le dijimos ‘Leo, sos el capitán, en estos partidos no vas a estar y nos gustaría que estés en el futuro. Te cuento lo que vamos a hacer, vamos a estar en la Selección y vamos a hacer esto, es el momento del cambio’. Nos dijo que se alegraba mucho, no sabía qué iba a hacer. Nosotros lo primero que pensamos fue en involucrarlo”.
“Le han puesto durante muchos años una mochila que no era suya. Le decían que las finales eran un fracaso y le echaban la culpa a él. Había que desterrar todo eso, sacarlo y pensar solo en el fútbol. Cuando sólo piensa en eso, es el mejor”, relató el hombre de 44 años sobre el máximo emblema del plantel. Tenía decidido su lugar dentro de esa formación: “Le dije que le íbamos a poner un equipo en el que estuviera cómodo y sus compañeros estén cómodos con él”.
Luego de vencer a Francia en la final disputada en el Estadio Lusail, el DT manifestó que “para ganar el Mundial necesitas que se alineen un montón de cosas”, remarcó que aún no se da cuenta de la magnitud que tuvo este título y puso en común una opinión frente a Valdano, campeón del mundo en México 1986: “No sé si alguna vez ha pasado esto. Es difícil de explicar lo que ha sucedido con la selección argentina. Vos fuiste jugador y ganaste el Mundial. Esa comunión que se logró entre los jugadores, la gente, la directiva, el cuerpo técnico… se ha logrado algo que es difícil de explicar. Lo sentíamos estando en el Mundial y al final salió bien”.
“En la selección todos vienen con buena gana. Todos nos apoyan. A lo mejor en un equipo puede ser diferente. Al final es el sueño de pibe. No todos los jugadores son iguales, a no todos les afecta de la misma manera. Nuestra idea fue siempre el poder brindarle que jueguen en la Selección a todos los que creamos que tienen el nivel y darle esa posibilidad y ahí empezar a elegir. En cuatro años los jugadores fueron los mismos, entre comillas, pero la base era la misma”, manifestó.
El ex jugador, que inició su carrera infantil en Rosario Central y se mudó a Newell’s, detalló la importancia del invicto, que llegó hasta 36 partidos sin perder al frente del campeón de América, que venía de vencer a Italia en la Finalissima: “Ahí empieza todo porque sentimos el espaldarazo, después de la Copa América. Te da fuerza de seguir en lo que estaba. Han visto algo que funcionaba”. En este sentido, trajo a colación una vieja frase del entrenador de Real Madrid para ponderar cómo construyó su idea futbolística: “Miraba una entrevista de Carlo Ancelotti y decía: ‘los jugadores hablamos con ellos y me dicen que les gusta esto o lo otro. Si yo veo que es así, yo no voy a obligar a jugar mi juego si para ellos es mejor lo otro’. Esa fue una de las claves”.
En esta extensa entrevista en Mallorca, donde vive con su esposa Elisa Montero y sus dos hijos, también hubo lugar para referirse a una insólita situación que podría haber impedido conocer a su pareja. El 13 de mayo de 2006 fue titular en la final de la FA Cup con el West Ham ante Liverpool. Su equipo ganaba 3-2, pero un rechazo defensivo generó una serie de eventos desafortunados: “Mi etapa fue muy buena hasta el último partido, que cambió toda mi historia: tengo dos hijos por ese partido”.
Un choque protagonizado con el delantero de los Reds, Djibril Cissé, lo obligó a despejar la pelota afuera para que lo atiendan: “El lateral del Liverpool saca y me la da a mí directamente. Me vinieron a presionar, le pego hacia arriba y cae en mitad de la cancha. La agarra Riise, el noruego, lateral izquierdo, centra y la agarra Gerrard de 40 metros y 3-3. Y perdimos la FA Cup en penaltis”.
“¿Qué hubiera pasado si hubiera ganado la FA Cup? Seguramente habría seguido en el West Ham. Viene el técnico, Allan, que más o menos habíamos arreglado seguir. Y me dice ‘cualquier cosa volvemos a hablar’. Ya entendí que no seguía. Yo no la habría conocido, no habría tenido estos hijos. Fui a Mallorca y ahí conocí a mi esposa”, sentenció el ídolo de la entidad española.
OTRAS FRASES DE LIONEL SCALONI
• La influencia de sus padres: “Todo lo que soy es por ellos. Mi padre fue mi primer entrenador, de los 4 a los 6 años. Él era todo amor, todo ánimos. Eso me marcó como técnico. Yo, a pesar de que no era superdotado, no bajaba los brazos. Los entrenadores siempre me dijeron que era bueno por eso”.
• Por qué comenzó a ser entrenador: “El primer curso, el UEFA B, lo hice en 2011. Lo hice sobretodo porque me estaba adelantando, me quedaba poco la verdad. Creo que esa es una de las claves que deberían tener los jugadores. Esto se acaba. Los jugadores son reacios a hablar de esto, es como hablar de la muerte. Siempre incitaba a mis compañeros a hacer el curso”.
• ¿Considera estar al mismo nivel de Bilardo y Menotti, los otros DTs campeones del mundo? “No me siento cómodo. Tendría que ser así por respeto a la trayectoria. Me llena de orgullo porque todos crecimos con ellos”.
• El debate generado por Kylian Mbappé por una supuesta supremacia de Europa a Sudamérica: “Las palabras de Mbappé se tergiversaron un poco. No hay fútbol ni mejor ni peor, tienes que enfrentarlos para saber. Ecuador le plantó cara a Países Bajos, Uruguay, Chile… son rivales diferentes al europeo, pero muy competitivos. Sí, es verdad que el toque es diferente, la pelota va más lenta. Las Eliminatorias Sudamericanas son extremadamente difíciles, como con la altura. Añoro jugar contra los europeos”.
• La venta prematura de jóvenes promesas de Argentina al Viejo Continente: “Ojalá me equivoque, pero ojalá que podamos sacar a jugadores del fútbol argentino para la Selección. Los jugadores se van cada vez más joven y la capacidad económica de los clubes europeos hacen que estén todos acá”.
• La captación de talentos en las categorías formativas: “Se está haciendo bien en Argentina. Antes lo que más salían eran los enganches, se sacaban a dos o tres de encima y ahora te sacas dos de encima y te dicen que la pasen. Si tienen que hacer cuatro goles, que lo hagan porque ese va a marcar la diferencia. Nosotros venimos de una cultura futbolística que es esa, la picardía, tirar un caño, buscar una pared. Tiene que haber gente capacitada en los juveniles”.
• La satisfacción de la final y la relación conflictiva entre el Mundial y la política: “Los problemas van a seguir estando y nosotros no estamos para solucionarlos. Al menos nosotros le dimos una alegría al pueblo por unos días. En la conferencia de prensa previa dije que la sensación era nos jugábamos más que un partido de fútbol porque eso nos hacía entender la gente. Ubicarlo de manera exacta fue difícil”.
Seguir leyendo: