Jelena Dokic fue una de las tenistas más destacadas de su generación. De origen serbio, pero con buena parte de su vida hecha en Australia, se apoderó de cuatro títulos a nivel singles y llegó a ubicarse número 6 del mundo en el 2002, aunque detrás de esa historia de crecimiento deportivo se escondía una dolorosa realidad de maltratos por parte de su padre.
A casi una década de su retiro profesional, la ex estrella del tenis se destaca como comentarista televisiva y con un rol preponderante en el puesto de cronista durante el Australian Open. En medio de una exposición mediática alta, Jelena debió usar su Instagram como plataforma para denunciar los desubicados comentarios críticos que recibió por su imagen.
“El ‘body (cuerpo) shaming’ y el ‘fat (gorda) shaming’ de las últimas 24 horas ha sido una locura. Desde todas partes del mundo, y especialmente desde Serbia”, abrió su posteo en el que compartió distintas capturas con críticas referidas a su físico. Shaming es un término que se utiliza para definir a las críticas dirigidas a alguien que se realizan en público, especialmente en Internet. “Y sí, muchas de ellas también son mujeres. Demasiado para ‘mujeres apoyan a mujeres’”, completó la introducción.
El primer comentario que replicó en su perfil de redes sociales era de una persona que la mencionaba como “ballena” y desprestigiaba su rol de analista con mensajes gordoodiantes: “Todo lo que hace es hablar y decir lo buena que es. Apuesto a que le tomaría 10 minutos correr 100 metros”. La ex jugadora apuntó contra este mensaje: “He aquí algunos ejemplos. Y esta primera foto... Maldito. No hay otra palabra para describirlo. Repugnante. La gente debería avergonzarse”.
“El comentario más común es: ‘¿Qué le ha pasado, es tan grande?’. Te diré lo que pasó, estoy encontrando una manera de sobrevivir y luchar. Y realmente no importa lo que estoy haciendo y lo que pasó porque el tamaño no debería importar”, expresó. Y agregó: “La bondad y ser una buena persona importa. Aquellos de ustedes que abusan de mí y de los demás, claramente no lo son”.
“Lo que importa es su abuso en línea, bullying y ‘fat shaming’. Eso es lo que importa porque aquellos de ustedes que lo hacen son simplemente personas malvadas, agresivas, malas e ignorantes”, reflexionó.
Jelena había dado un verdadero golpe al mundo del tenis con apenas 17 años: llegó hasta las semifinales de Wimbledon y perdió ante Lindsay Davenport. El año previo ya había hecho resonar su apellido con 16 años cuando eliminó en primera ronda a la por entonces número 1 del planeta, la suiza Martina Hingis con un 6-2 y 6-0. Aquella primera experiencia se terminó en los cuartos de final, aunque previamente también sacó del camino a la francesa Mary Pierce, 9ª pre clasificada en el certamen.
“Yo puedo y voy a ponerme en forma por mí y por mi salud pero tu no vas a ser mejor persona. El peso cambiará pero la gente malvada seguirá siendo malvada. Estoy aquí, luchando por todos aquellos que están siendo maltratados, avergonzados por su gordura...”, planteó la ex deportista que a sus 39 años es una de las encargadas de realizar las entrevistas en el court a los tenistas una vez que terminan los duelos del primer Grand Slam de la temporada.
Otros de los mensajes que reflejó en su cuenta con más de 100 mil seguidores decían: “¿Qué demonios te ha pasado? Necesitas reducir los snacks!”; “Tienes que reducir los dulces” o “se ha estado comiendo todo el baklava (un postre popular)”.
Jelena replicó estos despreciables mensajes para enviar una poderosa reflexión: “No puedo cambiar el mundo, pero voy a seguir alzando la voz, denunciando este comportamiento, utilizando mi plataforma para algo bueno y para apoyar a otras personas y darles voz e intentar que se sientan menos solas y asustadas”. En el pasado había usado esta red social para hablar sobre los problemas de depresión que estaba atravesando.
“A todos aquellos que me apoyan, y son muchos, gracias desde el fondo de mi corazón. Y a todos aquellos que son buenas personas de verdad, gracias. También voy a ser amable y una persona más y una persona mejor, a diferencia de ustedes trolls, y no revelaré su identidad. Los quiero a todos, incluso a los trolls, porque me dan mucha motivación e inspiración para hacer lo que hago y luchar contra gente como ustedes”, concluyó su posteo que aglutinó más de 8 mil me gusta y cientos de comentarios de apoyo.
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