Kylian Mbappé fue uno de los principales protagonistas de la final entre la Argentina y Francia por la final del Mundial de Qatar. Junto a Lionel Messi y Emiliano Dibu Martínez, mantuvieron la llama prendida para ambos equipos hasta los instantes finales del duelo que se definió por penales. El último tanto a los 118 minutos por mano sancionada dentro del área a Gonzalo Montiel dejó escapar la victoria para la Selección en los 120 minutos, pero Cachete tuvo su propia reivindicación personal a través de la misma vía.
El futbolista con pasado en River Plate brindó algunos detalles sobre el momento posterior al pitazo final de Szymon Marciniak. Allí, se dio un llamativo diálogo con el entrenador de la Albiceleste, quien le espetó en dos ocasiones si, en verdad, quería ser el cuarto ejecutante de la serie: “Lionel Scaloni me preguntó si estaba para patear, porque me vio que estaba llorando. Tenía mucha bronca porque mis compañeros habían hecho un esfuerzo enorme para estar arriba en el marcador y faltando cinco minutos hice el penal que fue el empate de Francia en el final del suplementario”, contó en charla con el canal de Twitch AFA Estudio.
“Yo le dije que sí, después me preguntó otra vez. Le dije que ‘seguro’ y ahí dio la lista”, confesó Montiel, quien nunca falló un penal como profesional. Y agregó: “Nunca me imaginé salir campeón de esa manera, haciendo el penal definitivo. Se me pasaron mil cosas por la cabeza. Pensaba todo el sacrificio que hice de chico, en mi familia... Pero estaba muy tranquilo, tenía el respaldo de mis compañeros y del cuerpo técnico. Tuve mi revancha”.
El jugador de 25 años, que ingresó por Nahuel Molina para jugar el tiempo extra, fue consultado por su remate final. Ya habían pasado Lionel Messi, Paulo Dybala y Leandro Paredes. Dibu Martínez le había tapado el penal a Kingsley Coman y Aurélien Tchouaméni había definido afuera. Si anotaba, Argentina era campeón del mundo: “Estaba tranquilo cuando iba caminando. Estoy feliz por meter el gol y porque pudimos salir campeones. Esta felicidad es incomparable”.
En compañía de Marcos Acuña, se refirió a la elección optada para realizar el disparo y sorprendió al revelar que modificó su colocación cuando estaba frente a la redonda. Además, desmintió que haya tenido la intención de pegarle a la pelota sin mirar el balón: “No, justo miré al arquero (Hugo Lloris), vi que se tiró para un lado y la crucé. Parece que lo hago, pero la cambié justo a último momento. Pensé patear fuerte al medio”.
A poco más de un mes de la consagración en Lusail, Montiel narró sus sensaciones tras haber jugado cuatro partidos en esta Copa del Mundo, que engrosaron su registro a 22 duelos sin goles en el tiempo reglamentario con la camiseta nacional: “Es algo único. Una felicidad enorme porque llevamos la copa a la Argentina”. A su lado, el Huevo evitó hacerse el distraído ante la pregunta respondida por su ladero en el Sevilla: “Es algo soñado. Ocurrió muy de pronto. Ganar la Copa América, después la Finalissima y después el Mundial. Fue una locura. Recién estaba cayendo de la Copa América y llegaron las otras dos copas. Es algo increíble. Todavía no caigo”.
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