* El llanto de Mery Perelló en las tribunas
El presente físico de Rafael Nadal conspira contra sus esperanzas deportivas. Los problemas que presentó su cuerpo durante el último tiempo le impidieron dar batalla en el circuito y el Australian Open le dejó un nuevo sabor amargo: perdió ante el norteamericano Mackenzie McDonald en la segunda ronda del torneo y el partido estuvo marcado por su dolencia en la cadera.
Las complicaciones se presentaron claramente ya en el segundo set, pero el tenista de 36 años siguió en cancha peleando contra el rival y contra él mismo. Cayó 6-4, 6-4 y 7-5 en dos y media de acción, pero todo este escenario logró conmover a Mery Perelló, la esposa de Rafa.
Ubicada en la parte de la tribuna del Rod Laver Arena junto con el equipo que acompaña a su marido, Mery dejó caer algunas lágrimas y fue captada por las cámaras de TV. Algunos medios españoles destacaron que su cuñada, Maribel Nadal, fue una de las personas que la consoló al verla golpeada por el sufrimiento del deportista. Nadie mejor que ella para entender todo el esfuerzo que hizo el español durante los últimos años para poder estar en condiciones de competir en la elite.
La pareja tuvo a su primer hijo el pasado 8 de octubre y en la conferencia de prensa previa a este juego Rafa reconoció que estaba muy feliz de que su familia lo acompañe en este evento. Afirmó que no era una motivación extra ser padre para ganar porque “siempre me he mostrado emocionado de ganar cada torneo”, pero aceptó: “No me cambia esto el ser padre o no. Disfruto la vida y de tener un nuevo miembro en la familia. Siempre me han gustado los niños. Es algo maravilloso. Lo negativo sería si estuviera aquí sin él. No sé cómo reaccionaría. Estoy feliz de que mi mujer aceptara estar aquí conmigo”.
Las palabras posteriores en conferencia de prensa no bajaron las tensiones. Rafa reconoció estar “destruido mentalmente” por su nueva lesión. “No quería retirarme, aunque llegué a considerarlo. Lo que intentaba era jugar sin agravar la lesión. No podía golpear el revés ni correr. Intenté terminar el partido por todos los medios”, afirmó.
Actualmente ubicado en el número 2 del ranking ATP, Nadal fue claro sobre este nuevo cachetazo y planteó su temor de tener una lesión grave que pueda dificultar su rápida reaparición: “A veces uno se cansa de tantas lesiones. Es un momento difícil y toca aceptarlo. Espero que no sea nada grave ni que me saque de las pistas mucho tiempo, porque sería complicado pasar otra vez por el trabajo y el tiempo necesarios para la recuperación. No puedo decir que no esté destruido mentalmente. Ya he pasado por esto muchas veces y no es fácil”.
En este 2023, Nadal había jugado la United Cup durante la primera semana de enero y luego venció al joven británico Jack Draper en primera ronda de este Grand Slam que inaugura el calendario, pero su físico le dijo basta en la segunda fase.
Con 92 títulos a nivel singles en la espalda, la última vez que se subió a lo más alto del podio fue en junio del 2022 cuando ganó su 14° Roland Garros. Había comenzado su año con tres coronas, incluida la del Australian Open que tuvo a Novak Djokovic afuera por el escándalo de su deportación.
Sin embargo, su actividad en el circuito luego se redujo a los Grand Slam: fue semifinalista de Wimbledon y perdió en octavos de US Open. Se marchó rápido en el debut del ATP Masters 1000 de Cincinnati y sufrió lo mismo en el Masters 1000 de París. Su última aparición fue para el Masters de fin de año, que lo vio ganar sólo ante Casper Ruud.
EL RESUMEN DEL PARTIDO DE NADAL
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