“No necesito más aplausos. Los bajos se convirtieron en más bajos y los altos cada vez son más escasos”.
Con esa frase Andre Schürrle anunció en julio de 2020 que ponía punto final a su carrera como futbolista profesional, pese a que apenas tenía 29 años. Ahora, el ex delantero de la selección alemana ha dado un giro a su vida y se animó a realizar uno de los desafíos de resistencia más difíciles que existen.
El ex delantero de Chelsea y Borussia Dortmund, entre otros clubes, abrazó el Método Wim Hof, que lleva justamente el nombre de su creador, un atleta neerlandés que ha demostrado que a través de métodos de respiración y concentración el cuerpo es capaz de tolerar temperaturas extremas. Así, por ejemplo, ha escalado el Everest con el torso desnudo, corrió una maratón en el desierto de Namib sin hidratarse y corrió una carrera en el ártico sin calzado, entre otros desafíos.
Luego de varios meses de entrenamiento, siguiendo las reglas del atleta conocido como Iceman, Schürrle realizó su primer gran reto para poner aprueba el método y su fortaleza física y mental: subir a la cima de la montaña Sniezka.
El ex delantero alemán compartió en sus redes sociales algunos videos y fotografías de la expedición que compartió junto a otros aventureros que, con el torso desnudo y pantalones cortos, consiguieron con éxito subir los 1.603 de la montaña, que es además el punto más alto de República Checa. “¡La cosa mental y física más difícil que he hecho! ¡Los últimos minutos no podía sentir nada y tenía que encontrar algo muy dentro de mí para seguir adelante! ¡Una experiencia que nunca olvidaré! -19 grados, ráfagas 100 km/h de viento en la cara, mucha nieve y lluvia”, escribió en su cuenta luego de varios días de esfuerzo.
“Lo que aprendí... Mi cuerpo y yo somos más fuertes de lo que pensaba, si pongo mi mente y mi alma puedo hacer todo”, reflexionó después de que terminara el desafío. A su posteo, reaccionó Didier Drogba, ex compañeros suyo en Chelsea: “Orgulloso de ti, hombre. Mi cuerpo habría dejado de funcionar de inmediato”.
Schürrle fue una de las principales figuras de la selección de Alemania que ganó el Mundial 2014. Tenía solo 23 años y era recambio en la ofensiva, pero marcó dos goles en el 7-1 a Brasil en las semifinales y también uno a Argelia en octavos. También dio la asistencia a Mario Götze en el 1-0 a Argentina en la final. Pero su carrera comenzó a decaer después de esa coronación y eligió colgar las botas antes de cumplir 30. El futbolista alemán rompió su contrato con el Borussia Dortmund al regresar de una cesión en el Spartak de Moscú y eligió retirarse, una decisión que fue “madurada durante largo tiempo”, según explicó en su momento.
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