La última vez que hubo pistas sobre él fue hace 76 días cuando se tomó una cerveza en un pub de Barcelona al mismo tiempo que se enfrentaban Liverpool y Leeds por la Premier League. Caminó hasta el Hard Rock de plaza Cataluña cuando ya eran las 22, chequeó su teléfono y luego se sumergió en la calle en dirección al Café Zurich. Las antenas que captan la señal de celular ubicaron a su móvil en la estación de Sants, pero las cámaras del lugar no pudieron capturar su imagen. Desde entonces, lo sucedido con el rugbier británico Levi Davis en España es un enorme misterio.
La familia inició una campaña para intentar conseguir datos sobre Levi Simeon Davis, que con 24 años es conocido tanto por su carrera deportiva, como también por su faceta artística. En el 2017 saltó al equipo profesional de rugby Bath Unión y tiempo después se presentó al programa de televisión X Factor para intentar destacarse a partir de su pasión por la música. Quedó en la quinta posición del concurso aquel y cuando buscó retornar a su institución deportiva, no tuvo más espacio y debió continuar en equipos de menor nivel.
“Urgente: Persona desaparecida. Levi Simeon Davis es de Reino Unido. Sólo tiene 24 años. Visto por última vez en The Old Irish Pub el 29 de octubre. Si lo han visto o han escuchado algo, por pequeño que sea, comuníquense”, pide un cartel que circula desde hace semanas en redes sociales con su rostro y una dirección de email.
El misterio en torno a su situación creció hora a hora desde entonces. En diciembre, el detective privado celebridades, Gavi Burrows, arribó a Barcelona con un equipo compuesto por una docena de investigadores. La compañía Line Of Enquiry se puso al frente de la búsqueda con la anuencia de su familia: “Estoy muy agradecida. Ofrecieron su tiempo, experiencia y el fondo de recompensas para ayudar a encontrar a Levi. Estamos muy preocupados por él y solo lo queremos en casa a salvo. Con suerte, este apoyo adicional alentará a las personas que tengan cualquier información a presentarse”, declaró tiempo atrás su madre, Julie, a la cadena Sky News según replicó el diario británico Metro.
Burrows puso sobre la mesa una recompensa de 12 mil dólares para aquellos que aportaran datos significativos con el fin de encausar la investigación. Una línea de hipótesis que siguieron es que su desaparición haya sido por propia voluntad, aunque también se centraron sobre un viaje desde Ibiza en octubre: creen que pudo haber hablado concertado una cita en Barcelona durante el viaje en ferry que se extendió por más de seis horas.
“Tenemos algunas pistas importantes, que estamos siguiendo en este momento y localmente”, aclaró el detective a GB News, dejando expuesto que esta supuesta reunión que concertó –y que nunca se habría llevado a cabo– sería una de las puntas principales del ovillo que persiguen.
El viaje a España lo había planificado porque su carrera atravesaba un mal momento. Una lesión en los ligamentos de la rodilla puso en jaque su carrera deportiva y su madre reconoció que estaba preocupada por su hijo. Confesó que temía que su salud mental se hubiese “deteriorado” a partir de este problema. El paso por la televisión, en el 2019, lo había convertido en una celebridad, pero también había decantado en algunos problemas de adicciones.
Su madre explicó que en estas últimas semanas había decidido tomarse unos días alejado de su Shirley (Birminghan, Inglaterra) natal porque lo estaban extorsionando con unas fotos. Durante las horas que se desarrolló su desaparición, su cuenta de OnlyFans se activó con unas imágenes de un desnudo.
Richard, su amigo que compartió el viaje por Ibiza, aseguró a los investigadores que Levi le dijo que iría a “visitar a alguien” a Barcelona. Los Mossos d’Esquadra hallaron su pasaporte en la zona portuaria de la ciudad, pero no tuvieron ninguna pista sobre su paradero. El enigma cada vez más creciente tomó una nueva ruta en las últimas horas: siguen de cerca una supuesta conexión con mafiosos británicos.
El diario catalán La Vanguardia informó que el equipo de detectives que trabaja sobre el caso “sospecha que fue secuestrado por mafiosos británicos”. El medio indica que las investigaciones están dirigidas a un posible conflicto con un grupo de personas que ya arrastraba de “unos años atrás”. Inclusive aseguran que durante el 2020, tiempo después de su salto al rugby y su aparición en la TV, Davis tuvo “serios problemas con unas cuantas malas compañías” y apuntan a una deuda como posible móvil del secuestro. La madre del deportista aseguró, incluso, que su hijo tuvo una intromisión sospechosa en su piso de Londres en alguna ocasión.
“Hay personas tanto en Londres como en Barcelona que saben bien lo que le ha pasado a Davis. Estamos siguiendo todas las pistas que encontramos”, afirmó el detective privado. Esta nueva orientación de la investigación dio un giro radical al hecho, aunque hasta el momento el caso se sigue “tratando como una desaparición”. Sin embargo, desde la compañía de investigación empiezan a acercarse a la teoría de que Davis conocía a sus raptores desde hace tres años, cuando militaba en el equipo de rugby Ealing Trailfinders. Su carrera se inició para el Bath en el 2017, lo que le permitió militar en la Premiership de rugby hasta 2020. Emigró al Ealing en esa temporada y un año más tarde desembarcó en los Worthing Raiders.
La madre del deportista de 1.75 afirmó que la pista llegó al detective privado que contrataron por intermedio de un llamado anónimo. “Necesitamos desesperadamente saber más porque esto podría cambiar toda la naturaleza de la investigación”, pidió su madre Julie según compartió el DailyMail. “La persona fue muy cautelosa y reveló muy pocos detalles aparte de decir que ‘personas en el Reino Unido están involucradas en la desaparición de Levi’ y que se deriva de una pelea que aparentemente tuvo con una pandilla en Londres cuando jugaba al rugby allí. Sé de algunas dificultades que tuvo con algunas personas que se presentaron en su departamento en Ealing, pero no sé de qué se trató el desacuerdo o qué tan serio fue. Pero esta es una información muy importante que debe salir a la luz y la policía de Barcelona está al tanto”, agregó la mujer.
La policía local gira todavía en torno a sus últimos movimientos. Llevaba apenas tres horas en tierras catalanas cuando arribó a aquel pub. Estuvo alrededor de media hora, se tomó una cerveza y envió dos mensajes en formato video a su madre durante ese lapso. Vestido con una remera blanca, una mochila negra y pantalones negros, se marchó del lugar. Aquella escena que captaron cámaras de seguridad ubicadas en la zona son las últimas imágenes de él. Tras haberse activado la señal de su celular cerca de la estación de tren horas más tarde, sólo localizaron su pasaporte tirado en el puerto. En estos casi tres meses no volvió a usar su móvil, ni realizó movimientos en sus dos cuentas bancarias. Eso, para los investigadores de las fuerzas de seguridad, indica que no pudo haber viajado o alquilar un hospedaje. Nunca más se supo de él.
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