Escalofriante relato del hijo de un campeón del mundo tras ser atacado a golpes: “Me metió una mano que me dejó dormido, no recuerdo nada”

Daniel Valencia Jr., hijo del ex futbolista de la selección argentina, relató la paliza que recibió por parte de una patota y llamó a la reflexión

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El hijo de la Rana Valencia fue víctima de una salvaje golpiza
El hijo de la Rana Valencia fue víctima de una salvaje golpiza

Un episodio violento tuvo como protagonista al hijo de la Rana Valencia, campeón del mundo con la selección argentina en 1978. A través de las redes sociales, Daniel Jr. relató cómo fue la salvaje golpiza que recibió por parte de una patota a la salida de un bar, cuando se encontraba con amigos: “Bueno ahora me tocó a mí, lo importante es que estoy vivo”.

Todo empezó cuando dos individuos insultaron a un amigo que había gritado con un tono agudo luego de que un auto le pasara cerca al cruzar la calle. “Seguí gritando, trolo, porque te vamos a matar”, fue el improperio. A lo que Daniel Jr. respondió: “Eh, loco... casi me lo mata el auto recién, no lo mates vos porfa”. Sin mediar palabra, uno de los agresores camino para hacerle frente y le acertó una trompada que lo tendió en el suelo: “Yo no recuerdo nada. Caí con la cabeza al borde de la vereda. Dos de mis amigos intentaron defenderme. Se me pusieron los ojos blancos y estuve inconsciente cinco minutos. Uno de los delincuentes agarró un ladrillo y se lo tiró a mi amigo, le pegó en el pecho y ahí aprovecharon para propinarme patadas en el piso y robarme el celular”.

La disputa callejera terminó cuando otros amigos que estaban junto a Daniel Jr. se percataron de la situación y fueron a socorrerlo, provocando la huida de los asaltantes.

Finalmente, el hijo del ex futbolista de Gimnasia y Esgrima de Jujuy y Talleres de Córdoba, entre otros, llamó a la reflexión: “Reconozco estar asustado, pudo ser mucho peor, pero por suerte no lo fue. Me apena mucho que con todo el caso de Fernando (Báez) a flor de piel aún no logremos tomar conciencia. Pensar que las cosas pueden ser distintas por 1 centímetro más o menos es escalofriante”.

José Daniel Valencia, junto a su hijo Daniel Jr.
José Daniel Valencia, junto a su hijo Daniel Jr.

EL RELATO COMPLETO:

Bueno, ahora me tocó a mi... antes que nada lo importante es que estoy bien, que estoy vivo, y toda la mirada que esta sociedad violenta nos ha dado en recibir como consuelo de algo que pudo haber sido mucho peor. El viernes salí a con unos amigos, fuimos a un bar. Saliendo del bar iba caminando con dos amigos, intentamos cruzar la calle y un auto nos pasa bastante cerca. Mi amigo soltó un grito bastante agudo en tono de joda, para reírnos todos y así lo hicimos. Al frente estaban 2 tipos, esperando y viendo la situación, nos miraron. No tardaron en decir algo así como: “¿Que gritas puto de mierda? Seguí gritando trolo porque te vamos a matar”. Literalmente de arriba. Ante la situación y tratando de calmar los ánimos les dije, textualmente:

- Eh, loco... casi me lo mata el auto recién, no lo mates vos porfa.

No me dijo nada, empezó a caminar hacia mi y en 2 segundos inesperados me metió una mano que me dejó dormido. Yo no recuerdo nada, todo lo que a continuación les cuento es relatado por mis amigos. Caí con la cabeza al borde de la vereda. 2 de mis amigos intentaron defenderme. El otro se fue a ver como estaba. Me contó que se me pusieron los ojos blancos y estuve inconsciente durante 5 min. El, totalmente desesperado, tratando de conseguir un taxi para llevarme a hacerme ver, no se percató que uno de los delincuentes estos había agarrado un ladrillo. Nos tiró el ladrillo, impactó en el pecho de mi amigo y ahí aprovecharon - cobardemente- para propinarme patadas en el piso, estando inconsciente para robarme el celular. Lo lograron. La pelea terminó porque llegaron más de mis amigos y los picantes patoteros, escaparon.

Reconozco estar asustado, pudo ser mucho peor, pero “por suerte” no lo fue. Me apena mucho que con todo el caso de Fernando a flor de piel aun no logremos tomar consciencia. Pensar que las cosas pueden ser distintas por 1 cm más o menos es escalofriante.

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