Rossi no será el único de los Agustines que se despedirá de Boca Juniors a la brevedad. El arquero, con precontrato firmado con el Flamengo de Brasil, dirá adiós el 30 de junio al igual que Almendra, quien continuará marginado del plantel profesional y cambiará de equipo el próximo semestre.
¿Qué ocurrió para que el talentoso mediocampista surgido en la gran Categoría 2000 de Boca y por el que el Napoli de Italia llegó a ofrecer nada menos que 18 millones de dólares se vaya por la puerta de atrás? El gran quiebre de su relación contractual con la institución que lo formó y vio nacer fue tras el exabrupto con Sebastián Battaglia, quien tomó la determinación de marginarlo del grupo profesional a principios de 2022 y con la venia de los referentes.
El volante de 22 años que desde niño fue comparado con Juan Román Riquelme debutó en la Primera de Boca de la mano de Guillermo Barros Schelotto, quien estuvo cerca de mandarlo a la cancha nada menos que en la revancha de la final de la Copa Libertadores 2018 que iba a disputarse en el estadio Monumental y finalmente fue trasladada a Madrid. Al año siguiente, Almendra estuvo en la consideración de Gustavo Alfaro y se dio el gusto de jugar el Mundial Sub 20 con la selección argentina en Polonia. Tras su participación en el certamen internacional, varios equipos europeos de renombre se interesaron en sus servicios, aunque tal era la proyección del juvenil que la anterior gestión decidió no venderlo. Roma, Barcelona, Valencia, Sevilla y Atlético Madrid, Manchester City y Porto aparecieron en el radar. Inclusive medios italianos especularon con la idea de que abonaran su cláusula de salida, tasada en 30 millones de euros.
Desde la asunción de Miguel Ángel Russo en la conducción técnica, Almendra perdió protagonismo y se desmoronó anímicamente por algunas cuestiones personales que arrastraba del pasado, más precisamente por problemas con la Justicia de algunos familiares cercanos. Como para casi todos por la pandemia del coronavirus, el 2020 fue casi un paréntesis para Agustín, que demoró su reincorporación a los entrenamientos y tiempo después confesaría que estuvo cerca de abandonar el fútbol. Desde el Consejo de Fútbol trataron de convencerlo de que la mejor opción era seguir ligado a su profesión, pero a tal punto llegó el límite de desobediencia que lo multaron económicamente.
“Pensé en dejar, fue una mala decisión, pero ahora estoy muy contento”, confesó después de retomar la actividad en 2021 el chico que fue titular en el Superclásico contra River válido por la revancha de las semifinales de la Libertadores 2019. El Patrón Bermúdez ilustró su realidad: “Lo acompañamos, estuvimos con él. Le pusimos la mano en el hombro. Yo en su momento me lo llevé para un lado y le hablé un poquito fuerte. No pasa nada, somos amigos. Lo quiero mucho”.
Cuando asomaba la cabeza, otro golpe: una lesión de tobillo en plena pretemporada invernal de 2021 le impidió estar presente en la serie eliminatoria ante Atlético Mineiro por la Libertadores. Almendra quedó nuevamente relegado de las canchas cuando había obtenido la titularidad de forma continua por primera vez como profesional. Se recuperó, batalló y volvió a jugar. Retomó la actividad pese al cambio de entrenador (Battaglia reemplazó a Russo) y cerró su muy buen año siendo titular en el amistoso contra Barcelona por la Maradona Cup en Arabia Saudita.
Al margen de ser arropado por los integrantes del Consejo de Fútbol, Almendra contó con la contención de un compañero que fue trascendental para que diera vuelta la página: Marcos Rojo. El hoy capitán xeneize ofició de tutor y consejero tanto dentro de la cancha, como en el vestuario y fuera del club. El ex Manchester United compartió vacaciones familiares y se hizo íntimo del chico que parecía retomar la redituable senda del fútbol. Inclusive pasaron a compartir la misma agencia de representación. Pero una bomba estallaría a principios del año pasado.
Almendra ya había tenido algún cortocircuito con el DT Sebastián Battaglia durante la pretemporada. Aunque fue previo a un partido contra Independiente por la liga local que directamente fue separado del plantel profesional. Un insulto al técnico tras la agresión a un compañero en plena práctica de fútbol fue la gota que rebalsó el vaso. El entrenador citó a los referentes y recibió su apoyo para que fuera relegado a la Reserva. Darío Benedetto, entre otras palabras, declaró públicamente: “Más allá de ser titular o suplente, siempre tiene que estar sumando. En este caso no era así, nunca entendió Agustín la camiseta que tenía puesta. Es una decisión correcta y hoy estamos muy contentos”. Esta vez ni Rojo pudo tenderle la mano.
El último partido oficial que disputó fue en febrero de 2022 frente a Rosario Central en cancha de Vélez (ingresó 8 minutos desde el banco de suplentes). Tras un mes y medio, recién pudo reaparecer en la Reserva y se mostró en gran nivel. Por ese entonces, Battaglia continuaba al frente del primer equipo y eran justamente Hugo Ibarra y Mauricio Serna los que comandaban al segundo equipo. No obstante, Battaglia fue tajante y le planteó al Consejo de Fútbol que era Almendra o él. Si lo indultaban, estaba dispuesto a dejar su cargo.
Cuando parecía que la situación de Almendra iba a modificarse con la asunción de Ibarra al primer equipo, fue el propio jugador el que le avisó a la directiva que no quería renovar el vínculo que expirará a mediados de 2023 por su aspiración de probar suerte en el fútbol europeo. Llegó a ser mencionado como posible refuerzo de Racing en el mercado pasado, pero la tratativa no llegó a buen puerto. Por su foja como profesional y el hecho de no aceptar una reunión para rever las condiciones de su contrato y reflexionar sobre la idea de continuar en el club, Agustín Almendra seguirá entrenándose apartado del plantel profesional y su destino estará lejos de Brandsen 805 a partir del 1° de julio.
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