La desconocida historia del último penal que erró Gonzalo Montiel: se lo atajó un jugador de campo

El encargado de ejecutar el último remate en la definición que le dio el título en el Mundial a la Argentina es una garantía desde los 12 pasos. Fernando Batista, ex DT del seleccionado Sub 20, recordó una anécdota de cuando el lateral ex River Plate era apenas un niño

Guardar
Revelan cuál fue el último penal que erró Gonzalo Montiel

Gonzalo Montiel convirtió el penal más importante de los últimos 40 años en el fútbol argentino. Su conquista ante Hugo Lloris en la final del Mundial de Qatar representó la tercera estrella en su historia para la Albiceleste. Se hizo cargo de la ejecución con convicción, sin temor. Y hasta su festejo resultó sobrio, quitándose la camiseta, hasta que la explosión de sus compañeros y el público arrasó con todo en el estadio Lusail.

El lateral derecho del Sevilla, de 26 años, es una garantía desde los 12 pasos. Lo demostró en River Plate, donde acertó los cinco que shoteó dentro de los 90 minutos a partir de que, en medio de la sequía en el rubro que atravesaba el plantel, Marcelo Gallardo le dio la responsabilidad al advertir su habilidad en los entrenamientos. Desde entonces su efectividad es asombrosa: 10 de 10. En el la Copa del Mundo también firmó el 3-1 parcial ante Países Bajos.

¿Alguna vez falló en duelos formales? En una entrevista en TyC Sports, Fernando Batista, ex orientador de la Selección Sub 20 y actual ayudante de campo de José Pekerman en Venezuela, aportó el dato, basándose en una historia desconocida. “Te voy a contar una anécdota: Montiel erró un penal”, prologó en diálogo con Gastón Recondo.

“Prenovena, la última categoría de Infantiles. Argentinos-River. Echan al arquero de Argentinos Juniors, último minuto, penal para River. Gonzalo agarra la pelota. Patea y lo erra. Se lo ataja el 3 de Argentinos Juniors, que no era arquero, tuvo que ir por el arquero. Gracias a Dios no erró más”, completó la curiosa secuencia.

El remate cruzado de Montiel
El remate cruzado de Montiel para darle el título del mundo a la Argentina (REUTERS/Carl Recine)

En ese entonces, Montiel era volante central. Luego se trasladó al centro de la defensa a partir de su fortaleza en la marca, aunque para ser zaguero le jugó un poco en contra la talla (175 centímetros). Y el Muñeco lo transformó en un marcador de punta con proyección internacional, al que le fue añadiendo responsabilidades, como los penales.

Es un alemán, un alemán entrenando y jugando, un pibe simple, de pocas palabras. Enseguida te das cuenta de que vive para el fútbol. Es una cabeza rara para los tiempos que corren. Muy competitivo, no quiere perder a nada, juega como entrena, esa es la ventaja que tiene. O sea: no es un jugador que se tenga que predisponer mentalmente para jugar porque así como entrena, juega. Es como (Jonatan) Maidana o (Leonardo) Ponzio, con esa mentalidad, pasa que este lo hace con 20 años y no es común”, lo había definido el ex DT del Millonario en una entrevista con El Fráfico en 2017. En su entorno también lo definían como “una esponja”, por su prediposición para absorber conceptos.

Esa personalidad lo llevaron a hacerse cargo de un penal pesado, con todo el kilaje de la gloria. Y a batir al arquero francés como casi siempre que le tocó un remate a 12 pasos del arco, a excepción de aquella anécdota de sus primeros años con la pelota.

Montiel y la Copa del
Montiel y la Copa del Mundo en la premiación (REUTERS/Kai Pfaffenbach)
Montiel, con la camiseta de
Montiel, con la camiseta de River, cuando todavía era un niño

Seguir leyendo:

Guardar