(Desde Arabia Saudita) Trabajar durante todo un año para poder correr el Rally Dakar y hacer solo 75 de los 8.549 kilómetros totales es una gran decepción para cualquier participante. Pero más lo fue para los neerlandeses Michel Kremer y Thomas de Bois, quienes sufrieron el incendio de su auto, que en minutos se desintegró al igual que sus sueños de llegar a la meta, en especial el piloto que se estrenó en la carrera más dura del mundo que por cuarto año al hilo se disputa en Arabia Saudita. Ambos salieron ilesos, pero la amargura es inimaginable.
Las imágenes del auto en llamas se hicieron virales. Se trata del prototipo Century CR6 del equipo de sus compatriotas, los hermanos Tom y Tim Coronel, quienes corren juntos desde 2018 y son muy conocidos por los argentinos porque corrieron en las ediciones sudamericanas y el primero de los gemelos corrió con Norberto Fontana en la Fórmula 3 Alemana cuando el Gigante de Arrecifes logró en título en 1995.
Piloto y navegante saltaron del auto en movimiento mientras las llamas empezaron a consumir el vehículo. Avisaron a la organización y fueron rescatados. Más tarde llegó uno de los Coronel para ver la situación. El dolor fue inmenso porque para esta clase de competidores que son amateurs el poder alcanzar la meta es como ganar el Rally Dakar, debido al esfuerzo que amerita llegar al último día. Esa combinación de supervivencia y deporte, que fue el legado del creador de esta carrera, Thierry Sabine. Por sus actividades principales y temas presupuestarios, nadie ni nada les asegura que vuelvan a participar.
Mientras Kremel volvió a su país, de Bois regresó con la escudería, ya que tiene una gran relación con los gemelos neerlandeses. Se sumó a los campamentos que son los parques de asistencia para los vehículos y es también el lugar de descanso para los equipos, medios, organización y todos los involucrados al evento. En el sector donde se ubican el team neerlandés se respira un buen clima. El navegante aceptó de forma cordial el diálogo con Infobae y contó cómo fue el dramático episodio y de qué manera salvaron su vida.
Thomas relata que “ciertamente hubo un incendio en la parte de atrás. Yo huelo algo extraño. Y abrí mi puerta y vi las llamas saliendo por la parte de atrás. Así que paramos de inmediato. Escapamos del auto. Después de eso, se quemó. Quizá nos hemos topado con algo. No lo sabemos. Nunca lo sabremos”.
Sobre si tuvieron algún problema previo, sostiene que “no, nosotros no tuvimos ningún problema. Pero lo que pensé es que tal vez le pegamos a algo. Nunca sabremos exactamente qué pasó”.
Este es el décimo Rally Dakar para de Bois que en su primera participación fue 60º en Motos, en lo que fue su mejor labor. Ese debut fue en 2005, cuando aún se corría en África. Luego pasó a ser navegante, una vez en Camiones junto al ex Fórmula 1, Jan Lammers (2014) y otras tres en Autos. En 2023 volvió luego de seis años de ausencia y fue de la mano de los hermanos Coronel, quienes tienen su equipo y están corriendo con un prototipo similar.
En tanto que explica cómo salvaron sus vida: “Se puede ver que el coche era muy seguro porque realmente salimos en el momento adecuado. Así que no hubo problema”. Thomas oficia de navegante cuyo rol es clave porque hay que leer la hoja de ruta (o roadbook) y orientar al piloto para que siga el recorrido indicado y hay que pasar por los puntos de control, caso contrario, se penaliza con tiempo al piloto y esto genera un retroceso en la clasificación. Esta clase de competencias se corre a campo traviesa, a diferencia del rally convencional que compite por caminos.
Si bien la integridad física es lo más importante, ver el auto desintegrado es un puñal para cualquier piloto. Asegura que se sintió “muy mal, porque es tu primera etapa. Después de 75 km, se acabó. Para que entiendan, no estamos muy contentos, no estamos muy felices y eso fue un 1° de enero, en año nuevo, en el comienzo”.
Acerca de por qué el coche quedó desintegrado en pocos minutos, responde que “teníamos mucha combustible con nosotros. Porque fue en el comienzo de la etapa. Empiezas con, creo, unos 300 litros de combustible y hemos recorrido 75 km, por lo que fue un incendio muy grande”.
Más allá de la amargura por haber comenzado mal el 2023, apunta a poder regresar en 2024. “El deseo es querer volver y que me pregunten para que vaya con ellos (los Coronel). Y muy bien juntos, como una familia. Entonces te digo, dame más tiempo, una pausa, porque estamos muy decepcionados de que la primera etapa haya sido la última etapa. Y necesito algo de tiempo, porque era para mí. Tuve algunas participaciones en el Rally Dakar, en moto, no fallé en autos y no usé ningún truco. Así que necesito algo de tiempo. Creo que volvemos”, concluye.
Mientras tanto Thomas volverá dedicarse a su actividad principal: es empresario en bienes raíces en su país. Los hermanos Coronel quizá lo convenzan para que lo vuelva a intentar y tendrá otro año para preparar el retorno. Será un volver a probar y dejar atrás el primer día de 2023 en el que su sueño se hizo cenizas.
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