Después de estar casi 8 meses en la cárcel y ser deportado del Reino Unido tras quedar en libertad, el ex tenista y tres veces campeón de Wimbledon, Boris Becker, rompió el silencio con un video que publicó en su cuenta de Instagram para recibir el año nuevo.
El alemán, que fue liberado tras cumplir poco más de medio año de prisión de una condena de 2 años y medio que le fue impuesta en abril del 2022 por haber ocultado activos y préstamos por un valor de 2,9 millones de euros, se pronunció desde una playa situada en la isla africana de Santo Tomé y Príncipe.
“Es el último día del año y quiero decir unas palabras”, comentó Becker en un video que compartió con sus más de 300 mil seguidores. “Para todos los que me quieren, me respetan y estuvieron junto a mi en el año más difícil de mi vida”, continuó.
“Sali vivo, creo que terminé más fuerte. Creo que mi salud mental está mejor que nunca. Creo que sin el amor y el apoyo de tanta gente no lo habría hecho”, afirmó sobre el tiempo que pasó encerrado en las prisiones de Wandsworth y Huntercombe.
“El 2022 está terminando, muchas gracias y hasta el año que viene. Dios los bendiga”, sentenció el ex tenista, que recibió cientos de comentarios positivos en los que le desearon muchas felicidades y buena suerte para éste 2023.
Becker, de 55 años, filmó el video desde la isla africana de Santo Tomé y Príncipe en donde pasó las fiestas con su novia Lilian de Carvalho Monteiro.
Cabe recordar que el que supo ser el número 1 del mundo, y comentarista de la cadena pública británica de la televisión BBC, fue condenado en abril del 2022 a 30 meses de prisión por transferir ilícitamente grandes cantidades de dinero y ocultar activos tras declararse insolvente el 21 de junio del 2017 con una deuda que alcanzaba los 58 millones de euros.
Tras pasar 8 meses en prisión, el seis veces campeón de un Grand Slam estaba cualificado para una deportación automática debido a que era considerado un ciudadano extranjero en un país en el que no poseía la ciudadanía británica.
Durante su estancia en la cárcel Becker confesó su desolación. “Fue el momento más solitario que he tenido en mi vida”, dijo en una entrevista con la emisora alemana SAT.1, recordando cómo horas antes no había podido despedirse de sus seres queridos antes de que lo llevaran escaleras abajo para la cárcel de la sala de audiencias.
Al llegar a Wandsworth, Becker, de 55 años, dijo que temía los ataques de otros reclusos. “Las muchas películas que vi antes no ayudaron”, comentó y agregó: “Sentí hambre por primera vez en mi vida”.
Para Becker, quien saltó al estrellato en 1985 a los 17 años cuando se convirtió en el primer jugador no cabeza de serie en ganar el título individual masculino en Wimbledon, la sentencia de prisión fue un duro golpe.
Preguntado por la declaración del juez de que Becker no había mostrado “humildad”, reconoció en la entrevista que “tal vez debería haber (sido) aún más claro, más emocional” durante el juicio.
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