(Desde Arabia Saudita) Hace una década Augusto Sanz se iba con su padre Héctor a la ruta y seguía el Rally Dakar. En ese momento no se imaginaba que algún día iba a poder participar de la carrera más dura del mundo y a sus 26 años su máximo sueño se hizo realidad. A un mes y medio del arranque de la 45° edición en Arabia Saudita, el joven bonaerense, que es bombero voluntario en Exaltación de la Cruz, recibió un llamado que le dio una alegría inimaginable y que fue el prólogo de una experiencia única en su vida.
Augusto heredó la pasión por la velocidad de su padre quien es un entusiasta de las dos ruedas y suele hacer travesías. En algunas de ellas se enganchó a seguir el Rally Dakar en la década que corrió en Sudamérica. En los años en los que la competencia terminó en Buenos Aires ambos fueron a recibir a los pilotos a la vera de la Ruta 9.
Aquel adolescente que miraba a sus ídolos hoy se convirtió en protagonista de “La Odisea”, como se lo conoce al Rally Dakar. Luego de competir a nivel nacional en el Campeonato Argentino de Rally Cross Country y en el Campeonato Argentino de Navegación, en el que logró el título este año, a mediados de noviembre fue invitado para ser navegante del portugués Ricardo Porem en la categoría de los UTV o Side by side, que son los vehículos tipo areneros. Compiten con un Yamaha YXZ 1000R turbo atendido por el equipo X-Raid, uno de los más fuertes y experimentados.
La llamada fue por parte de Marcelo Carballar, un corresponsal uruguayo de la empresa que es dueña del Rally Dakar, Amaury Sport Organisation (ASO). Caballar es gran amigo de Héctor, pero también a la hora de ofrecerle esta posibilidad la organización de la carrera consideró los antecedentes de Augusto, que recibió la noticia mientras estaba trabajando en su empresa de energías sustentables. En ese momento estaba instalando una pantalla solar y tardó una hora en creer que su sueño se haría realidad.
“Empecé a correr en moto en el Campeonato Argentino de Rally Cross cuando tenía 18 años y corrí en el Desafío Ruta 40 y en el Desafío Guaraní. Hace dos años empecé como navegante en el Campeonato Argentino de Navegación y este año nos coronamos en la categoría T3. También conseguimos un quinto puesto en el South America Rally Race (N. de la R: carrera que se disputa en la Argentina tipo Rally Dakar, pero más corta)”, le cuenta a Infobae.
La categoría de los vehículos areneros es la que más creció en los últimos años porque se convirtió en una buena alternativa para quienes no pueden correr en autos por motivos económicos. “A nivel camiones o autos, para pelear adelante, esto cuesta tres veces menos”, le aseguró a este medio Juan Manuel Silva, el chaqueño campeón del TC (2005), TC 2000 (1999) y Fórmula Renault (1993) que correrá la divisional T4 que son los vehículos de serie de los UTV mientras que Augusto lo hará en la T3, que son prototipos.
A la hora de describir sus sentimientos afirma que “la verdad es que estoy exaltado, emocionadísimo, cumpliendo este sueño que estoy viendo. Con muchas ansias y expectativas por lo que se viene. Es una experiencia única la que voy a vivir. Seguirlo por televisión o seguir lo la radio es distinto. Después un trabajo de muchos años se pudo dar”.
Sostiene que su objetivo es “dar el máximo, aprovechar la oportunidad y tratar de llegar lo más adelante posible”.
Sobre el papel que cumple el navegante explica que “somos un poco psicólogos del piloto (risas). Tratamos de motivarlo o calmarlo en los momentos que corresponda y después guiarlo por el camino lo más rápido posible, cuidando el auto y teniendo conocimiento de mecánica ante algún inconveniente técnico, sea eléctrico o mecánico”.
Aunque la adrenalina no viene solo por la velocidad y la pasión por el deporte motor. Augusto también es bombero voluntario y cuenta cómo es esa experiencia. “Soy bombero voluntario en Exaltación de la Cruz. Presto servicio en el Destacamento 1 de Parada Robles, que es mi pueblo, que queda a 80 kilómetros de la Capital Federal. Hace cinco años que se abrió el destacamento y junto con la gente del pueblo, al pie del cañón cuando se necesite”, relata.
En tanto que recuerda un episodio que lo marcó: “Estuvimos en un siniestro hace unos tres años el Día del Padre. A eso de las tres de la tarde nos llamaron por el vuelco de un colectivo. Para sorpresa de todos nos encontramos con que eran chicos extranjeros, entre 14 y 19 años. Ese día se trabajó bastante, como unas cinco horas”.
“Muchas veces se pide colaboración de otros pueblos. Por ejemplo, se suele ir a los incendios de islas o en Corrientes y Córdoba. En esos dos incendios yo no estuve, pero fueron mis compañeros de la brigada forestal. Por lo que me contaron se unió el país ‘bomberil’ y se trata de sacar lo más rápido posible los problemas”, agrega.
Respecto de las causas por las que ocurren los incendios forestales indica que “en la mayoría de las veces es por irresponsabilidad de la gente. Muy pocas veces es por factores de la naturaleza, que a lo sumo puede ser por un rayo, por ejemplo”.
Se lo nota exultante y emocionado por la experiencia que está viviendo a 13 mil kilómetros de su casa. En Arabia Saudita se estrena en el Rally Dakar, esa carrera que soñó y que de adolescente siguió con su padre. Hoy su máximo sueño se hizo realidad y está listo para la gran aventura.
Seguir leyendo: