¿Juego mental o casualidad? El increíble detalle en el ritual de los penales atajados por Dibu Martínez en el Mundial de Qatar

El arquero argentino, elegido como el mejor del torneo, sigue dando de qué hablar gracias a la aparición de imágenes inéditas que develan más curiosidades de su estrategia en los remates desde los 12 pasos

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La mirada intimidante de Dibu durante la tanda de penales frente a Francia (REUTERS/Hannah Mckay)
La mirada intimidante de Dibu durante la tanda de penales frente a Francia (REUTERS/Hannah Mckay)

La selección argentina sigue disfrutando de la consagración en Qatar y uno de los grandes héroes de la conquista fue sin dudas Dibu Martínez. El arquero volvió a destacarse en las dos tandas de penales que tuvo el equipo albiceleste, ante Países Bajos en cuartos y frente a Francia en la final, y su estrategia aún es fenómeno de estudio. Mientras psicólogos europeos analizan su comportamiento y algunos ex jugadores critican su estilo, se conoció un nuevo detalle en sus atajadas que no se sabe si es casualidad o parte de su juego mental.

Es que el guardameta de 30 años no sólo les habla a los pateadores adversarios antes de que ejecuten la pena máxima, sino que en los videos filmados por fanáticos desde las tribunas se pudo apreciar un gesto llamativo que se repitió en las dos tandas que le tocó afrontar durante el Mundial. En esas grabaciones se puede ver un detalle que permite deducir que Dibu ya sabía a dónde iban a patear sus rivales.

La primera imagen de esto se da durante la definición contra Países Bajos. Después del 2 a 2 en los 120 minutos los seleccionados dirimieron su suerte en los penales y Martínez tapó dos: a Virgil van Dijk, a su derecha, y Steven Berghuis, a su izquierda. Fue en esta segunda atajada en la que se puede apreciar un momento clave de su “juego mental” previo al disparo.

Dibu agarra la pelota y se la acerca a Berghuis, pero antes de dársela, la arroja hacia su izquierda. El número 11 de Países Bajos, fastidiado, va a buscarla y luego, al momento de patear elige justamente ese lado. Martínez vuela hacia su izquierda y tapa entonces el disparo. Podría tratarse de una mera casualidad, pero esto se repitió en la final.

La secuencia de Dibu Martínez contra Berghuis

Dibu Martínez le tira la pelota a Berghuis hacia su izquierda
Dibu Martínez le tira la pelota a Berghuis hacia su izquierda
Berghuis patea hacia ese lado
Berghuis patea hacia ese lado

Contra Francia luego del 3-3 en los 120 minutos, Dibu hace exactamente lo mismo cuando llegaba el turno de Aurelien Tchouameni. Incluso, se puede ver cómo el arquero argentino se desespera por agarrar la pelota para ser él el que se la lleva al joven mediocampista galo. Nuevamente, en lugar de entregárselo, se lo arroja hacia su derecha. Tchouameni va en busca de él, como si se tratara un acto inconsciente, patea justamente hacia ese lado. En este caso, el argentino adivinó nuevamente la dirección, pero no necesitó atajar el esférico porque se fue afuera.

La secuencia de Dibu Martínez ante Tchouameni

Dibu arroja la pelota hacia su derecha
Dibu arroja la pelota hacia su derecha
Tchouameni patea hacia ese lado
Tchouameni patea hacia ese lado

Cabe señalar que en sus otras dos atajadas, frente a Van Dijk contra Países Bajos y ante Kingsley Coman en la final con Francia, el arquero argentino no tuvo la posibilidad de darles la pelota a sus rivales, sino que fueron los árbitros de cada partido los que lo hicieron. Por eso, el hecho de arrojar el balón hacia un costado no es vital en su estrategia de desconcentración que aplica ante sus adversarios y que tan bien le ha funcionado en el Mundial y, previamente, ante Colombia en la Copa América 2020.

Hace algunas semanas, el psicólogo danés Geir Jordet, que estudia el comportamiento de los futbolistas en el campo de juego, había hecho un profundo análisis del juego mental de Martínez. Incluso, dedicó unas palabras al momento en el que toma el balón y lo arroja hacia un costado antes del turno de algún rival: ”Lo tiró a un costado, obligando a su oponente a buscarlo. La falta de respeto es clara y obvia. Sin sanciones del árbitro. Esto les dice a todos quién está a cargo”.

“Sus juegos mentales son impredecibles y calculados. Es el Maquiavelo del fútbol y ha estimulado a otros a copiarlo y crear contraataques en su contra. Con esta exhibición en el escenario más grande del mundo, tengo curiosidad por ver cómo evolucionará en el futuro”, había concluido el experto.

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