Tras la muerte de su papá, encontró mensajes en su teléfono y vio una señal: la conmovedora historia de un fanático que vibró en Qatar con Argentina campeón

Leandro Mansilla se hizo famoso en Doha gracias a Cristiano Ronaldo y una bandera. Las profundas razones de su viaje al Mundial, en el que fue testigo de la consagración de la Selección

Guardar
Los hermanos Mansilla y una historia conmovedora detrás de una bandera
Los hermanos Mansilla y una historia conmovedora detrás de una bandera

Su historia fue viral durante la Copa del Mundo. En realidad, la cáscara de su historia. El mismísimo Cristiano Ronaldo hizo saltar a la fama a dos hermanos de Banfield que viajaron a Qatar para alentar a la selección argentina. ¿Cómo? En la victoria de Portugal sobre Ghana por la fase de grupos de la Copa del Mundo, CR7 festejó su gol frente a la bandera con la que viajaron Leandro y Federico, que decidieron estamparle la cara de Lionel Messi y el escudo del equipo de sus amores. La ubicación de la estrella lusa para la celebración de su tanto hizo que hasta medios europeos los entrevistaran. Lo que todavía no se había descubierto era el conmovedor relato que cargaban en sus espaldas.

“Vos no te imaginás lo que fue el año para mi hermano y para mí. Cerrarlo así, con una Copa del Mundo, es una locura”. Leandro empieza lentamente a contarle a Infobae por qué terminó en Doha con su hermano Federico, en el que fue “el mejor Mundial de la vida”, según califica. La semilla del anhelo se sembró el día de la conquista de la Copa América en el estadio Maracaná frente a Brasil. Tiempo después de que Ángel Di María alegrara a un país entero con el 1-0 que antecedería a la Finalissima contra Italia y la definición frente a Francia, los hermanos banfileños cargaron con la triste noticia del fallecimiento de su padre, Adalberto Antonio, alias Pato.

De él heredaron el fanatismo por el fútbol, el Taladro y fundamentalmente la selección argentina. Cientos de veces compartieron cancha para ver al equipo de sus amores en el estadio Florencio Sola, pero cuando la agenda lo permitía también se daban el gusto de alentar al conjunto nacional. Quizá por eso fue que Leandro tomó como señal la serie de mensajes con la que se encontró en el celular de su papá luego de la pérdida. Uno por uno, Pato les había enviado un privado a los referentes de la Albiceleste para agradecerles por el título obtenido en Río de Janeiro.

Leandro, de pequeño junto a su papá, Pato Mansilla
Leandro, de pequeño junto a su papá, Pato Mansilla

“Gracias Leo por esta Copa”, a Lionel Messi. “Gracias Fideo por esta Copa”, a Di María, por quien tenía una debilidad especial. “Felicitaciones crack. Gracias por esta Copa”, a Nicolás Otamendi. “Felicitaciones crack, lo tenés más que merecido. Gracias por esta Copa”, a Rodrigo De Paul. Así, como si se tratara de un niño sintiendo de cerca a sus ídolos, se dirigió Adalberto hacia las figuras del seleccionado. “Ese día supe que tenía que viajar a Qatar a ver a Argentina. Primero para darles las gracias a ellos 4 por mi viejo, y segundo porque tenía la seguridad de que íbamos a salir campeones del mundo. Lo sabía. No lo podía decir porque soy muy cabulero, pero estaba seguro”, fue lo que compartió en su cuenta de Instagram Leandro y ratificó en charla con este medio.

El golpe de vista en la pantalla del teléfono celular de su padre fue fuertísimo. La corazonada, también. “Te puedo asegurar que mi hermano y yo éramos los primeros y los únicos, te diría, que sabíamos que íbamos a salir campeones. Hasta después de perder con Arabia Saudita. Es algo difícil de explicar, pero mi viejo está en todos lados”. A puro optimismo, así recorrían las calles de Doha los hermanos que fueron acompañados por un amigo llamado Julián, que también llevó su trapo de Temperley, a pesar del traspié frente a los sauditas en el estreno en Lusail. El autor de esta nota puede dar fe por la entrevista realizada antes del duelo contra México en el que, a dúo, expresaron que estaba más latente que nunca el sueño de ver a Messi levantando la Copa.

La premonición fue más allá, porque Leandro aseguró que “también sabía antes de la final que Fideo iba a jugar de arranque e iba a hacer un gol”. En su posteo, el protagonista de esta emotiva historia calificó al 2022 como el año más triste de su vida pero, al mismo tiempo, vivió como la alegría más grande la conquista del seleccionado nacional. El remate de su carta es una invitación a las lágrimas: “Así como Dibu no le pudo hacer upa al hijo, yo no pude abrazar a mi papá. Pero creo en Dios y tengo la certeza, también, de que va a llegar ese día que lo vuelva a ver y que entre risas y lágrimas, le voy a contar que Messi levantó la Copa, que yo estuve ahí, que vi el gol de Leo a México en Lusail a 3 metros del arco, que llevé una bandera con el escudo de su Banfield querido y se hizo famosa, que pensé en él todos los días y que me pude sentir, por lo menos por un rato, en lo más alto del mundo, bien cerquita suyo. Gracias Messi. Gracias Fideo. Te amo, pa. Te amo Argentina”.

El recuerdo de los hermanos Mansilla, con su papá, en el Lencho Sola de Banfield
El recuerdo de los hermanos Mansilla, con su papá, en el Lencho Sola de Banfield

LA CARTA COMPLETA DE LEANDRO EN LAS REDES SOCIALES

Cuando se murió mi papá y abrí su teléfono me encontré con 4 mensajes que me hicieron emocionar. Le agradecía a Messi, Otamendi, De Paul y Di María un día después de ganar la Copa América en el Maracaná. Ese día supe que tenía que viajar a Qatar a ver a Argentina. Primero para darles las gracias a ellos 4 por mi viejo, y segundo porque tenía la seguridad de que íbamos a salir Campeón del Mundo. Lo sabía. No lo podía decir porque soy muy cabulero, pero estaba seguro. También sabía antes de la final que Fideo, por quien mi viejo tenía una debilidad especial, iba a jugar de arranque e iba a hacer un gol. Estaba convencido, sólo tenía que esperar. Esta es, quizás, la alegría más grande de mi vida y la de muchísimos argentinos más, y es injusto y hasta poético que haya sido en el año más triste de mi vida también. Así como Dibu no le pudo hacer upa al hijo, yo no pude abrazar a mi papá. Pero creo en Dios y tengo la certeza, también, de que va a llegar ese día que lo vuelva a ver y que entre risas y lágrimas, le voy a contar que Messi levantó la Copa, que yo estuve ahí, que vi el gol de Leo a México en Lusail a 3 metros del arco, que llevé una bandera con el escudo de su Banfield querido y se hizo famosa, que pensé en él todos los días y que me pude sentir, por lo menos por un rato, en lo más alto del mundo, bien cerquita suyo. Gracias Messi. Gracias Fideo. Te amo, pa. Te amo Argentina.

Seguir leyendo:

Guardar