El diálogo ocurrió en el aire de ESPN, antes de la final que Argentina le ganó por penales a Francia en el Mundial de Qatar. Fue inmediatamente después del 3-0 ante Croacia, con dos goles de Julián Álvarez y uno de Lionel Messi, quien además asistió al ex River en una jugada memorable, de las mejores de la competencia, sacando a pasear a Joško Gvardiol. “Hay algo que tampoco quiero decir, pero a él le gustaría darse un gusto si todo sale bien. Si todo sale bien, a él le gustaría darse un gusto. No voy a decir dónde”, reveló Sebastián Vignolo sobre la Pulga. La frase generó la sorpresa de sus colegas que estaban en el piso excepto Sergio Agüero. El Kun confirmó la noticia que soltó el conductor: “Sí. Yo lo sé también”.
El Pollo se apuró para descartar una posibilidad que iba a aparecer rápidamente en la cabeza de los fanáticos de Messi. “¿Puedo aclarar? No es volver a Barcelona. Yo no voy a decir nada”, añadió al respecto. Hernán Crespo, también presente en la mesa, buscó predecir la decisión de Lionel y lo vinculó al fútbol local: “Yo no lo sé, pero adivino. Es un deseo también, pero va a tener que hablar con Chiqui Tapia porque va a tener que reestructurar todos los estadios”.
Del tema no hablaron más. Todo salió bien: Argentina se consagró en el estadio Lusail, se bordó la tercera estrella. Muchos vincularon rápidamente aquel anticipo con la confirmación de que el capitán postergó su retiro de la Selección para disfrutar de las mieles del hito con sus compañeros, sin fecha de cierre. Pero la sentencia quedó dando vueltas. Y algunos gestos y señales de los últimos días abonan la teoría de una aventura soñada, por el mismo Messi, y también por todos los fanáticos del fútbol argentino, especialmente los de Newell’s. ¿Puede jugar en la Liga Profesional antes de retirarse?
Todo indica que el delantero, de 35 años, renovará por otro año su vínculo con el PSG, que finaliza en junio de 2023. “París Saint-Germain llegó a un acuerdo verbal con Lionel Messi para extender el contrato. Es un pacto para seguir juntos. No hay decisión aún sobre la duración del contrato y el salario, se decidirá en una nueva reunión pronto. (Nasser) Al Khelaifi y (Luis) Campos -presidente y director deportivo-, trabajando en ello”, escribió en Twitter Fabrizio Romano, gurú de las transferencias en Europa. Fue Le Parisien el que le agregó la extención de la nueva relación. Los contactos entre el entorno del astro y la institución se dieron en Doha, con el balón rodando en la Copa del Mundo. El atacante regresaría a Francia el 1° de enero y el 3 ya se pondría a las órdenes del entrenador Christophe Galtier -volverá a jugar el 11 por la Ligue 1 ante el Angers-.
Esta definición relegó las chances de una excursión en la MLS (en Inglaterra y Estados Unidos habían publicado que era inminente un acuerdo con el Inter Miami) y de un regreso al Barcelona, tras una salida inesperada e indeseada que dejó heridas aún no cicatrizadas con el presidente Joan Laporta, que intenta maquillar en cada aparición mediática. ¿Y la de jugar oficialmente con la camiseta de Newell’s, el club de sus amores, el hogar de sus regates a máxima velocidad antes de su mudanza a Cataluña?
Allí, en el club de campo Kentucky de Funes, donde descansa y recibe familiares y amigos que comparten con él la felicidad por el título en el Mundial, cavila si desbloquear un nuevo anhelo: jugar en la máxima categoría del país. “Ya lo dije muchas veces, obviamente que me encantaría pero no es fácil, por todo lo que rodea volver a Argentina, a mi familia”, fue la respuesta que repitió cada vez que le preguntaron en los últimos años. Es decir: el impedimento máximo es el impacto de la revolución que se generaría en Rosario y en el día a día de su círculo íntimo. Claro, la libertad que encuentra en Europa se vería limitada por la pasión que genera su figura en Argentina.
No obstante, en Funes halló respeto por parte de los vecinos, más allá de la recepción del primer día que bajó del helicóptero junto a Di María y los abrazó el Kily González, otro habitante del barrio. Y allí se reencontró con Maxi Rodríguez, por caso, ex compañero de la Selección y referente indiscutido de la Lepra. Ya en el Mundial el ex mediocampista del Atlético Madrid y el Liverpool había deslizado que lo dicho por Agüero y Vignolo tenía sustento, aunque buscó bajar la espuma para seguir tejiendo en el silencio. “El Kun es el Kun. No se puede quedar callado. Vamos a ver. Es difícil hablar esto porque después se hace una pelota gigante. Esperemos a ver qué es lo que pasa, no nos adelantemos a los hechos”, expresó la Fiera.
Hubo incluso rumores de un cónclave con el Gringo Heinze, hoy entrenador de Newell’s, aunque no hubo confirmación. Lo que sí fue concreto es el diálogo (abierto) con Maxi Rodríguez. Y el operativo seducción que lleva largo tiempo en acción, incluso desde el episodio burofax con el Barcelona a mediados de 2020. En ese momento, el entonces director deportivo Sebastián Peratta, y el vicepresidente de ese momento Cristian D’Amico, viajaron a España y volvieron a tender puentes, abrieron la puerta. Hoy la Comisión Directiva es otra, pero la intención se sostiene, el altar en su nombre va más allá de los colores políticos.
Y quienes estuvieron cerca de Messi y Maxi dejaron una sentencia: “Es la primera vez que dice que lo va a pensar”. No como una declaración para salir del paso, el “vamos a ver” que se había hecho más común en su discurso. Inevitablemente, el título en el Mundial eliminó todos los temores que pudieran surgir. La Pulga es Argentina, más allá de que se ponga la camiseta de NOB. Ahora bien, ¿qué posibilidades existen de que revolucione el fútbol argentino fin de semana a fin de semana?
Distintos factores irán despejando el camino u obturándolo. Seguramente observará a distancia cómo se desarrolla el proyecto Heinze, con quien comulga y también compartió largamente tiempo de Selección. Otra carta para tentarlo es el master plan que a principios de noviembre presentó el club para renovar el Coloso Marcelo Bielsa. Un hogar 100% moderno para cobijar al mejor jugador del mundo. De acá a junio de 2024 falta mucho tiempo. Tal vez sea sólo la cuenta regresiva para que ver a Messi en el clásico de Rosario o contra River y Boca no sea sólo patrimonio de un partido de Play Station.
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