Son dos de los mejores jugadores de todos los tiempos, ambos nacidos en un mismo territorio. Lionel Messi y Diego Maradona son los grandes exponentes de la Argentina ante el mundo. Dos cracks que han llevado a la Selección a la gloria como protagonistas en la Copa Mundial de la FIFA. Maradona condujo a la Albiceleste a la conquista del trofeo en México ‘86, en lo que apenas era su segunda experiencia mundialista, y también fue el gran artífice para llegar a esa defensa del título en Italia ‘90 que acabó en un subcampeonato por la caída ante Alemania en el Estadio Olímpico de Roma; mientras que Messi tuvo un camino a la gloria a la inversa, primera con la dolorosa derrota contra Die Mannschaft en el Estadio Maracaná y alzando el trofeo ocho años después en una infartante definición en Qatar. La Pulga y el Pelusa han tenido trayectorias deportivas absolutamente diferentes, algo que queda expuesto al colocar frente a frente sus números generales.
Diego Armando Maradona, nacido el 30 de octubre de 1960 en el barrio de Villa Fiorito (Buenos Aires, Argentina), comenzó a marcar una época desde que hizo su debut profesional con 16 años recién cumplidos, con la camiseta de Argentinos Juniors en el campeonato de Primera División del fútbol argentino. Pese que en aquellos tiempos no existía la universalización actual, no tardó en posicionarse como un fenómeno de escala global y la consagración en la Copa del Mundo de 1986 lo transformó definitivamente en una leyenda. También había ganado el Mundial Sub-20 en 1979, justo un año después de quedarse afuera del nómina del equipo que ganó la primera estrella de mayores para la Argentina. Sin dudas, esos trofeos con su país están entre los más importantes de los 11 que alzó en su carrera, donde también destacan los dos Scudettos y la Copa UEFA con el Napoli, un modesto club del sur de Italia donde Pelusa se reencontró con su esencia y pudo potenciar al máximo sus brillantes cualidades futbolísticas.
Es una plataforma muy distinta a la que tuvo Lionel Andrés Messi, nacido el 24 de junio de 1987 en Rosario (Santa Fe, Argentina), quien se formó futbolísticamente en prestigiosa academia del FC Barcelona –donde Maradona jugó entre 1982 y 1984– y donde debutó profesionalmente también con 16 años. En el Camp Nou, concedió con uno de los entrenadores más ganadores y revolucionarios de la historia como Pep Guardiola, y con un grupo de jugadores con los que formó uno de los mejores equipos de la historia y con quienes obtuvo una innumerable lista de títulos. Messi, quien fue campeón mundial Sub-20 en 2005 y al año siguiente tuvo su primera experiencia mundialista con la Selección mayor, ha conquistado un total de 41 trofeos y se coloca entre los jugadores más ganadores de todos los tiempos. Tuvo éxitos de todo tipo a nivel de clubes, particularmente en el Barça, pero con la Albiceleste recién pudo ganar la Copa América, la Finalissima y el Mundial de Qatar en los últimos 18 meses.
En el desglose de los trofeos obtenidos, Messi puede presumir de haber logrado obtener esa Copa América que Maradona no ganó, pese a que tuvo su gran oportunidad en 1987, tras ser campeón del mundo y con la Argentina como anfitriona del certamen, pero quedó eliminado en las semifinales ante Uruguay, que defendió el título con éxito. Por su parte, a nivel clubes, Messi tiene un envidiable palmarés que incluye cuatro trofeos de la UEFA Champions League y 11 campeonatos ligueros; mientras que Maradona nunca pudo ganar la máxima competición europea –aunque sí obtuvo un trofeo continental con el Napoli– ni tampoco tiene tantas ligas en su vitrina (3).
Tanto Leo Messi como Diego Maradona también han ganado a lo largo de su carrera una gran cantidad de distinciones individuales, aunque el crack rosarino marcó una era con la obtención de los siete Balones de Oro (2009, 2010, 2011, 2012, 2015, 2019 y 2021) que lo transforman en el futbolista más veces reconocido como el mejor jugador del mundo. Maradona nunca ha ganado ese prestigioso premio creador por la revista France Football porque desde 1956 hasta 1995 se entregaba solamente a jugadores de campeonatos de fútbol profesional europeos cuya nacionalidad también fuese de un país de este continente. Más allá de este detalle que explica la falta de reconocimientos al Pelusa, él también ha sido distinguido por otras publicaciones o entidades como uno de los mejores deportistas de todos los tiempos. Por ejemplo, recibió el premio a Mejor Jugador del Siglo XX de la FIFA en la Gala Anual de la FIFA que se celebró en Roma el 11 de diciembre del 2000.
Sus cantidades de goles y partidos también presentan una disparidad, ya que Lionel Messi cosecha hasta el momento 793 tantos en 1.003 presentaciones entre sus clubes y la Selección, lo que supera el registro de 358 anotaciones en 724 apariciones de Diego Maradona. En el caso del Pelusa, tuvo su campaña más activa cuando jugó 50 partidos con el Napoli en la temporada 1988/89; mientras que la Pulga ha llegado a disputar hasta 60 encuentros con el Barcelona en la temporada 2011/12 y en varias oportunidades superó ese pico de partidos que tuvo Maradona durante su etapa en el equipo italiano. Es que la industria del fútbol ha cambiado, también la dinámica del juego y la forma en la que los jugadores desarrollan sus carreras. Lo que no parece no alterarse en el tiempo es que en el territorio argentino, donde también surgió otro mito como Alfredo Di Stéfano, es donde nacen los mejores jugadores de la historia.
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