La emoción de un periodista tras entrevistar a Scaloni: “Dejame darte un abrazo”

El entrenador de la selección argentina campeona del mundo en Qatar recibió una cálida bienvenida en su Pujato natal

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La emoción del periodista Alexis Szewczyk con Lionel Scaloni

Lionel Scaloni disfrutó de otro emotivo momento luego de la consagración en el Mundial Qatar 2022. El entrenador de la selección argentina regresó a Pujato, su ciudad natal en la provincia de Santa Fe, y fue homenajeado por sus vecinos, familiares y amigos. También se abrazó con “Chichita”, su maestra de la primaria y fue distinguido con una plaqueta por el jefe comunal, Daniel Quacquarini, quien anunció que le pondrán el nombre del entrenador a una calle local.

Además de hablar desde el escenario e individualmente con los medios, hubo una entrevista que acaparó todas las menciones en las redes sociales y se volvió viral. No solamente por las sentidas palabras brindadas por Scaloni, sino por la emoción que despertó en el periodista que le hacía la nota. Se trata de Alexis Szewczyk, quien realizaba el móvil para la señal C5N.

Luego de intercambiar algunos conceptos con el entrenador sobre cómo empatizó la gente con el equipo y sobre todo con el propio Scaloni, cerró la nota con un pedido sincero: “Dejame darte un abrazo”. Fiel al estilo que lo caracteriza, el pujatense accedió y regaló otro momento de suma emoción. Porque ese profundo abrazo no hizo más que simbolizar el sentir de todos los argentinos en estos momentos.

“Vamos aprendiendo de nuestros errores y de nuestros aciertos en esta carrera de entrenador, pero la clave de ella es no conformarse nunca. No merecimos sufrir tanto contra Francia, porque se dio el triunfo al final en los penales, pero tendría que haber sido antes. Y después, cuando vi la reacción de mis jugadores me derrumbé y me largué a llorar”, destacó Scaloni, de 44 años, en una conferencia de prensa realizada en su lugar de nacimiento y donde transcurrió su infancia.

Previamente, en un acto público también soltó lágrimas de emoción (“pensé que ya no volvería a llorar”, admitió) y ante una nutrida concurrencia sostuvo que le hubiese “gustado que el ómnibus que ayer paseó al equipo por Buenos Aires lo hubiese hecho por todas las provincias del país”.

“Todo lo que soy se lo debo a mis padres, más allá de mi esposa, mis hijos y mi hermana que siempre están ahora. Pero mi padre era mi hincha número uno y fue mi primer entrenador. Lamentablemente no pudo ir a Qatar pero yo estuve hoy con él y estaba muy feliz”, contó con otro sesgo de visible emoción.

Scaloni reveló que su padre “confiaba” en que se les iba a dar el título. “Por eso, cada vez que me veía levantaba un brazo en señal de festejo. Y lo hacía mucho antes del Mundial. Él siempre fue muy positivo y me decía que había que darle para delante pese a las adversidades”.

Después, siempre en el mismo tono emotivo, remarcó los valores de los futbolistas que dirigió, y seguirá dirigiendo, en el seleccionado argentino. “La clave es mostrarle a la gente que el equipo juega para ellos, y por eso da gusto entrenar a estos futbolistas. Cuando me preguntaron la otra vez que el argentino era arrogante y no sabía perder, yo dije que había que desterrar eso. Nosotros antes éramos hinchas de la selección, y ahora lo seguimos siendo, aunque estemos de este lado”, advirtió.

Y volviendo sobre la final, aceptó que “ahora se puede reconocer que Francia era la selección a vencer, lo mismo que la de Brasil”. Y aclaró: “Por eso la final que jugamos fue increíble, ya que nunca dejamos de competir, pese a que nos empataron dos veces cuando parecía que la teníamos ganada”.

La referencia ineludible al capitán, Lionel Messi, pudo caer en lugares comunes, pero de la manera sentida con que se refirió a su comprovinciano no sonaron así. “Soy el fan número uno de Messi, pero me puedo abstraer de eso a la hora de dirigir al equipo. Él dijo que va a seguir, así que la ‘10′ la tiene guardada para cuando volvamos a jugar”, expresó con en el tramo final de la charla volvió a manifestar sus sentimientos con sinceridad y el corazón en la mano, como siempre, desde mucho antes que llegara esta Copa del Mundo.

“Si Carlos Bilardo se preocupó porque Alemania les empató la final de México 1986 2 a 2 como Francia a nosotros, después de estar ganando 2 a 0, imagínense lo que sentí yo. Es que ahí me puse a pensar que tendríamos que haber cerrado el partido antes, que esto o aquello. Porque uno siempre se está autoexigiendo”, aseguró.

Y concluyó con una referencia a su hijo mayor, de 11 años. “Cuando lo vi llorar en la platea después de ganarle por penales a Países Bajos lo hice bajar a la cancha. Se puso así porque no entendía que estábamos ganando 2 a 0 y de pronto nos empataron y fuimos a penales. Nunca lo había visto llorar así”, confesó.

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