Boris Becker es una leyenda del tenis y ha alcanzado la cima del ranking mundial. Una carrera deportiva llena de éxitos, con seis Grand Slams ganados y una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Hasta que su vida dio un giro completo luego de que la justicia británica lo declarase culpable por fraude financiero el 29 de abril de 2022. Fue sentenciado a dos años y medio de prisión y, tras salir en libertad con reducción de pena el 15 de diciembre, dio su primera entrevista en la cual describe el calvario vivido en la cárcel.
El alemán, de 55 años, contó cómo fueron los ocho meses tras las rejas en Inglaterra y aceptó que la condena fue justa. “He aprendido una dura lección. Una lección muy costosa y muy dolorosa”, reconoció el tres veces campeón de Wimbledon en declaraciones a la cadena de televisión alemana Sat1. “Claro que fui culpable”, admitió luego con lágrimas en los ojos. Durante el juicio en el que se lo sentenció, en Londres, no había mostrado arrepentimiento de los delitos que se le imputaban.
Al momento de detallar sus días en la cárcel, Becker dijo que pasó hambre y que debió luchar por su vida ante el ataque de otros internos que amenazaron con matarlo antes que otros presos intervinieran para ayudarlo. “Fue un peligro extremo”, definió aquella experiencia. “En prisión, no eres nadie, solo un número. El mío era A2923EV”, agregó la gloria del tenis.
En su relato, el ganador de 49 torneos en el circuito profesional de tenis entre las décadas del 80 y 90, reveló que su compañero de celda, quien estaba cumpliendo una condena de 16 años, intentó asesinarlo porque no quiso lavarle la ropa. “Me explicó verbalmente todo lo que haría conmigo. Quería matarme”, expresó en declaraciones que publica Bild. Lo salvaron sus amigos del penal de Huntercombe. 10 prisioneros lo protegieron y obligaron al agresor a retirarse. Al día siguiente, el hombre que planeó quitarle la vida se arrodilló en el suelo y le terminó besando la mano.
“La prisión ha sido algo bueno para mí. Tienes tiempo para reflexionar. Creo que he redescubierto en mí la persona que una vez fui. Todos estos años he cometido numerosos errores, he tenido malos amigos y no me he organizado muy bien”, aseguró. En la cárcel, Becker se estuvo desempeñando como profesor y daba clases de inglés y matemáticas a otros internos del penal.
El nacido en la ciudad de Leimen vivió en Reino Unido desde 2012 y allí fue condenado por haber disimulado o transferido ilícitamente activos y dinero valuados en 2.5 millones de libras esterlinas (poco más de 3 millones de dólares), además de no pagar sus deudas después de haberse declarado en bancarrota. La nueva vida de Becker, según contó, no sería en su lugar natal, sino que Miami podría ser una de las posibilidades. Tampoco descartó mudarse a Dubai.
El ex número uno del mundo se declaró insolvente el 21 de junio de 2017, con una deuda que casi alcanzaba los 50 millones de libras (60.8 millones en dólares) relacionada con un préstamo no pagado de más de 3 millones de libras (3.6 millones de dólares) por una propiedad que tenía en Mallorca (España).
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