Después de 36 años, la selección argentina volvió a ser campeona del mundo. Lionel Scaloni se convirtió en el tercer entrenador en levantar la Copa del Mundo, siguiendo los pasos de César Luis Menotti (1978) y Carlos Salvador Bilardo (1986). En Qatar, la Scaloneta pudo volver a saborear las mieles del éxito en la emotiva final ante Francia y esa euforia rebalsó las calles de Buenos Aires con una celebración épica.
Luego de la caravana de los campeones, que comenzó en el predio de la AFA en Ezeiza y finalizó con una vuelta en helicóptero por el centro porteño, Rodrigo De Paul envió un mensaje con un una frase de Bilardo que causó furor en las redes sociales. “No busquen dinero, busquen gloria, sean campeones del mundo que la gente los va a recordar y les va a agradecer toda la vida”, escribió el mediocampista en Twitter.
Aquellas palabras que pasaron a la inmortalidad fueron expresadas en la arenga previa a la final del Mundial de México, ante Alemania, en el estadio Azteca. La selección del Narigón terminó ganando 3 a 2 con goles del Tata Brown, Jorge Valdano y Jorge Burruchaga.
“5 millones de personas. Somos distintos”, cerró el hombre del Atlético de Madrid en su dedicatoria. Otro de los que siguió sus pasos en la red social del pajarito fue Lisandro Martínez. Un homenaje al Doctor entre tanta alegría que hace recordar aquella hazaña en México con Diego Maradona como referente.
El ex entrenador albiceleste, de 84 años, padece una enfermedad neurodegenerativa desde fines de 2018 y, desde su casa, observó la final ante Francia. “Carlos vio el partido con su familia y me dijeron que estaba muy contento y emocionado”, reveló Miguel Ángel Lemme, histórico ayudante de campo de Bilardo, en una entrevista con el programa “Todo este ruido” de Radio Provincia AM 1270.
La celebración de los jugadores argentinos se extendió en las redes minutos después de culminar una caravana de más de cuatro horas en la cual un micro descapotable recorrió las calles de Buenos Aires para compartir la felicidad con el pueblo argentino. Se calcularon que cerca de 5 millones de personas salieron a festejar. Ante tanta multitud, el ómnibus no pudo avanzar más allá de la autopista Dellepiane y General Paz.
Claudio Tapia, presidente de la AFA, lamentó más tarde que la caravana no haya podido llegar al Obelisco, en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, donde se congregó el grueso de los fanáticos. También hubo mucha expectativa con ver a los futbolistas en el balcón de la Casa Rosada, donde estuvieron Maradona, Bilardo y los campeones del 86.
“No nos dejan llegar a saludar a toda la gente que estaba en el Obelisco, los mismos organismos de Seguridad que nos escoltaban, no nos permiten avanzar. Mil disculpas en nombre de todos los jugadores Campeones. Una pena”, expresó el Chiqui en Twitter. De todas maneras, el mandamás del fútbol argentino señaló: “Agradecemos a la provincia de Buenos Aires, encabezada por su ministro de seguridad Sergio Berni, que fue el único que acompañó durante toda la recorrida hasta la entrada a la capital sin registrar ningún incidente, permitiendo a los jugadores abrazarse al pueblo argentino.
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