Lionel Messi constantemente desafía al pasado. A los 35 años, se ha transformado en un futbolista más cerebral en la selección argentina sin la velocidad natural de otras épocas, pero con mucho despliegue y sapiencia dentro de la cancha. Esa sabiduria lo ha acompañado desde sus comienzos en Newell’s hasta jugar una nueva final de un Mundial contra Francia.
Pero para llegar a este encuentro, la máxima figura de la Albiceleste debió atravesar momentos de máxima tensión como el cruce de cuartos de final ante Países Bajos en el estadio Lusail dentro de un encuentro que se destrabó a los 35 minutos con una genialidad de su autoria. Messi recibió la pelota de Nahuel Molina en tres cuartos de cancha y encaró a su marcador. Se fue hacía el centro y, con la marca encima de Nathan Aké, metió una magistral asistencia que pasó entre las piernas del zaguero neerlandés para un Molina que se filtró entre los centrales y definió ante la salida del arquero Andries Noppert. Aunque ese pase ya lo había practicado en sus comienzos dentro de las inferiores de la Lepra.
En las últimas horas se viralizó un video en Twitter con imágenes de ese gol en la parte inferior de la pantalla, mientras que en el margen superior se mostró el gran parecido que posee con otra jugada del “10″ vistiendo la camiseta de la entidad rosarina. Ese niño hizo un doble slalom para escapar de la marca y dio un pase de zurda en diagonal para asistir a Leandro Gímenez, quien definió ante la salida del guardameta rival.
El detalle que marca una diferencia entre ambas acciones es la mirada de la Pulga porque en su juventud tuvo el reparo de visualizar dónde estaba ubicado su compañero para facilitar el pase, pero la visión periférica mejoró con el paso de los años. En la jugada que abrió el marcador por la Copa del Mundo ni siquiera le fue necesario hacer eso para saber en qué sector de la cancha estaba el carrilero del Atlético Madrid en un encuentro que finalizó con victoria argentina en los penales.
El crack rosarino es parte de la categoría 87 que pasó a la historia de Newell’s. El hipnotismo de sus compañeros hacía que lo busquen inmediatamente a él para devolverle la pelota ni bien la soltaba, pero el cuento de hadas que atravesó a ese equipo finalizó con la salida de su genio. En enero del 2000, fue a probarse a River Plate acompañado de su primer socio. “Vinimos juntos a la prueba. Viajamos en auto y nuestros padres vinieron aparte, en el auto de Jorge (Messi). Estábamos muy nerviosos”, contó Giménez en una vieja entrevista a Perfil. En ese encuentro, la máxima figura del PSG no demoró en mostrar su desfachatez después de haber iniciado en el banco: “Cuando entró, en la primera jugada le tiró un caño a un central que medía como dos metros. En la segunda, le tiró otro”.
El Millonario los quería traer a ambos y tenían decidido vivir juntos en la casa de los abuelos de Giménez, pero eso nunca ocurrió. Tiempo más tarde, Messi contó que nunca le quisieron dar el pase para fichar con la entidad porteña. “Me dejó su telefóno cuando se fue a Barcelona, pero nunca lo llamé”, blanqueó su anterior compañero después de que ese joven niño debió emigrar a otro país en el año 2000 para poder costear un tratamiento que facilite su crecimiento.
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