“Es muy emocionante ver todo esto”, dijo Lionel Messi después del épico triunfo de Argentina sobre Croacia para acceder a una nueva final de la Copa del Mundo, la sexta de la historia. Lo que estaba viendo es lo mismo que veían sus compañeros de la selección argentina: la locura que veían en el estadio Lusail de Doha y la que se imaginaban a miles de kilómetros al oeste, en cada rincón del país. “No soy consciente de lo que estoy diciendo, es difícil pensar, hablar y ser claro”, dijo el diez rosarino como presentador de lo que también opinarían otros futbolistas argentinos.
“Impensado. Todavía no caigo -dijo Rodrigo De Paul-. Es para pocos, no somos unos elegidos porque trabajamos mucho para llegar hasta acá. Somos merecedores. Ojalá hoy podamos caer así podemos festejar. Obvio que nosotros teníamos mucha fe, veníamos de ser campeones de América. Tuvimos un golpe duro al principio, cada vez que nos tocó jugar fue como una final. Hoy dimos una muestra innombrable de lo que somos capaces”.
Más de De Paul en zona mixta, sobre la identidad argentina: “Nosotros jugamos por amor a los colores, a la camiseta, a nuestro país, a la gente. Es difícil de poder decirlo con las palabras, pero seguramente es el día más feliz de su vida para muchas personas que viven en la Argentina que derivan sus problemas al fútbol y se olvidan de todo cuando nos ven jugar. Hemos hecho felices a tantas personas y es un poder que no sabría decir lo que significa. Me provoca mucho orgullo”. Y él, como argentino, también asume esa felicidad: “Con matices, pero soy la persona más feliz del mundo porque logré llegar a una final de Copa del Mundo”.
Julián Álvarez metió el segundo y el tercer gol en la semifinal. Hace apenas tres años, para esta época del año, marcaba su tercer gol en primera división. Ya metió cuatro en la Copa del Mundo, sumando el que le marcó a Polonia y el que le hizo a Australia. Siempre medido, siempre moderado, dijo: “Estoy contento en lo personal y por el grupo. Nos merecíamos esto, hicimos un gran partido y estamos en la final que es lo que queríamos. Ahora, a descansar para hacer un buen partido el domingo. Esto es una alegría para todos y estamos contentos de lo que estamos logrando”. Sobre su primer gol de la noche qatarí, expresó: “Empecé a ir. Cuando la agarré, vi que varios compañeros cruzaron por ahí, pero la pelota me iba picando mal en la cancha, me fue quedando y llegó el gol por suerte que nos dio tranquilidad”.
“Llegamos -dijo Nicolás Otamendi en referencia al domingo 18 de diciembre-. Este grupo lo merece, trabajamos desde el primer día. Estamos fuerte como grupo. Nos queda un pasito más, tenemos la ilusión de ganar. Ahora ya estamos acá. Intentaremos dar el máximo para llegar al objetivo”. En la misma sintonía de representación e identificación que este plantel consiguió en el pueblo argentino, acreditó: “Creo que somos 26 guerreros que estamos dispuestos a luchar por nosotros, por la gente”.
Otro valor alto en el partido ante Croacia fue Nicolás Tagliafico, que ingresó de titular tras la suspensión por amarillas de Marcos Acuña. Repitió conceptos que destacan todos: el grupo, la gente y la cercanía de la gloria. “Estamos en otra parte del mundo y hay más argentinos que en Argentina. Estoy muy feliz. Llegamos a la final y lo clave es la manera. Nos da la tranquilidad de que estamos dando todo. Este equipo no te deja a gamba. Eso es lo que genera un grupo, cuando está unido los intérpretes pueden cambiar pero los que no tienen demasiado minutos lo van a hacer de igual o mejor manera. Todos tiramos para el mismo lado y cuando eso pasa, suceden estas cosas. Es lo mejor que hay. Pase lo que pase, vamos por el sueño. Lo de este grupo es para enmarcar”.
“Qué partido jugamos -agregó-. Parece a propósito, pero cuanto más sufrimos, más se festeja. Ahora, parecía cómo que estábamos más tranquilos. Es una locura lo que está pasando, pero hace tres años venimos mentalizados para llegar a una final del mundo. Hoy lo pudimos lograr y estamos a un pasito. Para la gente y para nosotros fue un alivio ganar así. Sabíamos que iba a ser un partido largo, pero no nos metimos atrás cuando metimos el primer gol que pasa muchas veces por la ansiedad de defender. Sabíamos que ellos iban a querer venir y, con espacios, íbamos a poder hacer otro gol”.
Y de Messi, también hizo referencia al efecto generado por el mejor jugador del mundo. “Cuando ves las cosas que hizo en el tercer gol, te dan ganas de ayudarlo y empujar hacia adelante. Cuando uno corre, el otro lo va a ayudar. Somos 26 y muchos más que estamos a un paso de la gloria”.
Como De Paul, otro que confesó no entrar en consciencia fue Cristian Romero. “No caigo, la verdad -reconoció Cuti-. No me puse a pensar dónde estoy parado. Seguramente en el hotel una lágrima se me caerá. Cinco años pasaron de cosas feas y hoy estoy acá con la camiseta de mi Selección. Estamos contentos porque se hizo un buen partido, fuimos justos ganadores. Ganamos con comodidad más allá de que se complicó. Pudimos resolverlo de la mejor manera”.
También se detuvo en rueda de prensa Emiliano Martínez, que por tercera vez en seis partidos del Mundial pudo sostener el cero en su arco. “Es imposible de creer, miramos la llave y somos los primeros en llegar a la final. No podemos creer los huevos y las ganas de este equipo. Hoy se jugó con el corazón, con cabeza y con pasión. El talento ya lo tenemos, si agregamos eso en la cancha… cada uno juega por sus familiares, por los 45 millones de argentinos. Tratamos de darle la alegría a ellos, a la gente y luchamos hasta el final”.
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