El Mundial Qatar 2022 entró en su última semana y este martes Argentina jugará la primera semifinal ante Croacia, buscando el el pase a su sexta final. A medida que se acerca la hora señalada crece la sensibilidad de los protagonistas y en el último encuentro ante Países Bajos, que estuvo lleno de tensión, el entrenador argentino Lionel Scaloni ya se mostró conmovido llorando junto a uno de sus hijos. En la previa del choque de este martes el estratega de Pujato volvió a quebrarse al recordar a la gente que espera poder celebrar el título que se niega desde hace 36 años.
Scaloni tenía ocho años cuando se dio aquella consagración en México 1986. Creció con la cultura de que la Selección era la prioridad en tiempos de Diego Maradona y Carlos Salvador Bilardo. Lo vivió en primera persona en los juveniles a cargo de José Néstor Pékerman y ganó el Mundial Sub-20 disputado en Malasia en 1997, donde incluso le metió un golazo a Brasil en los cuartos de final.
Integró el plantel de mayores en Alemania 2006, pero el sueño se truncó en los cuartos de final ante el local. Ahora Scaloni está cerca de la gloria, aunque se lo nota contenido. Quiere que sus dirigidos puedan conseguir la tercera estrella para el equipo argentino, esa que tanto soñó de chico, adolescente y le fue esquiva como futbolista profesional.
El DT también sabe del inmenso esfuerzo del público argentino para poder acompañar al conjunto nacional en un delicado contexto económico del país y por eso destacó que sus dirigidos se esfuerzan por los hinchas y no persiguen un fin material. “Esta Selección juega para ellos, para la gente, juega por el familiar, se juega por el honor, no por el dinero. Me hacés emocionar al pedo”, aseguró Scaloni con lágrimas en una nota con el sitio oficial de FIFA.
“Sabemos el esfuerzo que hacen ellos. La gente dejando las cosas de lado para venir o en el laburo... Ojalá, ojalá les podamos dar una alegría. Depende mucho de algunas circunstancias, algunos momentos, pero vamos a darlo todo”, concluyó conmovido.
Scaloni tomó el cargo de entrenador de la selección argentina de forma interina luego del Mundial de Rusia en 2018. Luego de una buena labor en la Copa América de 2019 en Brasil con un proceso que se caracterizó por la renovación de jugadores, fue ratificado en su puesto. Sus futbolistas le respondieron y el ciclo acaricia un cierre soñado.
Pero el encuentro de este martes representa un desafío ante los actuales subcampeones mundiales, que si bien no es el elenco que goleó a la Albiceleste en la primera ronda de Rusia 2018, dejó en claro su fortaleza mental y el nivel de sus jugadores tras eliminar a Brasil, uno de los dos máximos candidatos junto a Francia, que el miércoles se medirá con Marruecos por la segunda semifinal.
Este martes se espera una batalla táctica en el Estadio de Lusail entre Argentina y Croacia. Ambos vienen de dos alargues en la instancia de cuartos de final y volverán a chocar en una Copa del Mundo por tercera vez. Aunque en esta ocasión estará en juego un lugar en la final, nada menos.
El éxito deportivo no quitará los problemas que aquejan a diario a los argentinos, pero representa un racimo de alegría para la gente. Siendo el fútbol el deporte más popular del país, estar a solo dos partidos del máximo objetivo produce una carga emotiva en el público y en los protagonistas.
Seguir leyendo: